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Después pasaron muchas cosas, creí haber puesto fin  a mis pensamientos, creía que por fin estaba bien y verte con más personas no me hacía mal. Porque hablábamos, porque me contabas tus ideas, tus sueños y me gustaba mucho escucharte, creía que solo tenía admiración por tu manera tan única de pensar. Pero estaba realmente ciego por creerlo, ya que fue eso mismo lo que hizo que no pudiera alejarme como debía.

En verdad eras especial.

(...)

Aunque JungKook empezó a salir con Jin, un chico mayor por un año, sabía perfectamente que seguía teniendo sentimientos por Hoseok.

Aún le dolía verlo.

Le hacía mucha ilusión tenerlo cerca y verle sonreír por algún chiste sin sentido que él mismo se inventaba. Mientras tanto, Hoseok sabía que en JungKook podía encontrar una amistad sincera, lo quería muchísimo porque fue el único en brindarle una mano cuando todos parecían estar en su contra. Hoseok amaba contarle sus sueños, amaba decirle cómo poco a poco empresas de entretenimiento notaban su talento, cómo las clases de canto ya no eran tan difíciles y su mano se sentía más ligera para escribir sus canciones.

Jin no era precisamente alguien que mirara su futuro, de hecho, era todo lo contrario. Pero qué más da, era lindo con él y eso era lo único que importaba. Le daba besos y abrazaba fuertemente cuando lo necesitaba. Además fue su primer beso, Jin estaba dispuesto a enseñarle que el amor sí era bonito y no solo desilusión de memorias fallidas. Eso estaba bien.

Jin no tenía ni idea de los sentimientos escondidos de JungKook. Para él, todo iba color rosa, su novio le quería como a nadie más, le dio su primer beso, le abrazaba y decía cosas bonitas. Eso era una prueba hermosa de amor, ¿Cómo es que un hombre como JungKook no había dado su primer beso? No sé creía que él fuera el afortunado de tener el corazón lindo de ese chico.

Por otra parte, JungKook de manera inconsciente imaginaba situaciones donde en realidad, la persona a su lado era Hoseok y no Jin. ¡Deseaba y anhelaba el día donde el hombre se sus sueños le mirara diferente! Pero no podía ser tan cruel como para aceptarlo. Jin era un buen chico, sería cuestión de tiempo para que todo fuera bien, ¿no? Poco a poco podría olvidarle para siempre, terminaría con la ilusión de lo que pudo haber sido. ¡Porque ni si quiera fueron nada!

Pronto podría verle como el amigo que se suponía que era.

Tan amigos que hasta a Hoseok le parecía normal hacer uno que otro chiste de doble sentido, involucrando los sentimientos de JungKook de manera indirecta. ¿Por qué le decía cosas bonitas? Eso hacía que su corazón se acelerase de manera desesperada y que sus mejillas se tornen color rojo vergüenza, dejándolo en evidencia. ¿Por qué se acercaba tanto de repente y odiaba a Jin como si su vida dependiera de ello? Hoseok es extraño, le hace confundirse mucho. Quiere golpearlo a veces, otras solamente besarlo.

—¡Que la empresa llamó a mi casa! Casi muero de la emoción... —Y como si fuera la mejor de las escenas que sus ojos pueden contemplar, JungKook mantiene la vista fija en el rostro de su feliz amigo. Importándole poco si Jin aparece de repente y le ve hablando con el chico que no le agrada. Hoseok quería hablar de sus logros, ¿por qué no escucharle si se ve tan bonito emocionado?

—¡Te dije que lo harían! Eres el mejor partido que pudo haber llegado con ellos. No podían desaprovechar esa oportunidad.

—Oh JungKookie, para o harás que me enamore de tí —Y sin nada de pena, el más bajito se acerca de pronto al más alto, fundiendo su alegría en un abrazo que hizo a JungKook casi morir. Morir de nervios felices.

¿Cómo era tan capaz de contenerse? Aún le encantaba, amaba verlo sonreír, sentir su cuerpo rodeando el suyo, escuchar su voz... estaba haciéndole mucho daño a Jin, pero aún más a él mismo.

Estaba siendo un idiota cobarde incapaz de admitir sus sentimientos por miedo a que no sean correspondidos.

Porque claro, ahora que tenía el amor de una persona que parece ser sincera, le hacía pensar en realidad que así estaba bien. Estaba bien engañarse y continuar con su mentira solo porque Hoseok no daba más señales que no fueran simples chistes o abrazos espontáneos.

El chico le ponía su mundo de cabeza. ¿Por qué Jin no era quien ocupaba sus pensamientos? Él sí lo quería, era un amor bonito y real... pero aunque JungKook no sintiera lo mismo, tenía muchísimo miedo a estar solo.

(...)

Me di cuenta con el tiempo que tenías una infinidad de virtudes muy bonitas, y no podía dejar de pensar en ellas siempre que mi mente divagaba por lo más recóndito de mi subconsciente. Odiaba tenerte ahí, tu imagen siendo una de las más frecuentes cuando se trataba de escuchar música y reflexionar, apagar el televisor y dormir, mirar a la nada y perderte en recuerdos. Odiaba sentirme tan vulnerable cuando se trataba de ti.

adiós | HopeKook |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora