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Y tal cual lo predije, otra vez había caído.

Ya no hacía mas que pensar en tenerte a mi lado, platicando de todo tipo de cosas, acompañándome a mi casa bajo la luz de unas estrellas muy bonitas, pasando con tu bicicleta y mandándonos mensajes jugando a verdad o reto. Tenías ese increíble poder de hacer a mi corazón feliz.

¿Por qué te veías tan bonito? Me daban muchas ganas de abrazarte. ¡Pero tenías novia! Era peligroso, tu poder no era nada sano para mí. Ya no pensaba en otra cosa que no fuera tener tu compañía, y si a eso le sumamos que tú eras mi único "amigo", pues estaba completamente acabado.

(...)

Eso es tonto.

—Tú eres tonto.

Hoseok y JungKook disfrutaban de otras más de sus llamadas nocturnas. Esas conversaciones eran muy peligrosas para ambos, porque siendo sinceros, la disfrutaban como no tenían que hacerlo. Disfrutaban de la compañía tan especial que se brindaban, y era incorrecto.

Hoseok últimamente peleaba muy seguido con su novia. Así que cada vez que su corazón se sentía solo, corría a llamar a Kookie en unas horas no muy apropiadas. Incluso a veces tenían que susurrar para no despertar a sus respectivos padres y eso era muy jodido. Porque les gustaba hacerlo.

JungKook a veces temblaba porque la voz de su amigo le ponía muy nervioso. Incluso si fuera una llamada común y corriente donde no veían ni sus propias caras. Escondidos en la oscuridad, con la luna siendo testigo de todas y cada una de las palabras que se decían, unas con doble sentido, otras sinceras expresiones y sentimientos de amor.

Nunca se dijeron directamente lo mucho que disfrutaban hablar con el otro, si no más bien eran cumplidos inocentes o chistes con verdades dentro de ellos.

<<Oh Kookie, eres el mejor hombre que pudo haber llegado a mi vida>>

Y en esos arranques de baja autoestima, JungKook solía autodespreciarse en la conversación diciendo todos sus defectos. Para que Hoseok después pudiera desemntirlo con todas sus virtudes.

Obviamente que había sentimientos por parte de ambos.

No hay ninguna duda de la confusión que el chico planta en la cabeza de Hoseok. Porque claro, era un hombre diferente, el único en su vida al que puede llamarle amigo. Le tenía un inmenso cariño, ¿eso contaba como amor? ¡JungKook siempre estaba para él! Era lindo, era listo, maduro, con maneras de pensar muy únicas y wow... ¿Estaba enamorándose?

Hoseok tenía novia. Últimamente todo era peleas con ella, desconfianza, celos... pero la ama con todo su corazón. No hay duda de ello.

Y JungKook bueno, él siempre ha estado enamorado de Hoseok. Aunque trate de mentirse a sí mismo para tratar de no terminar lastimado. Pero ya estaba siendo lastimado, sí. Esas sonrisas que le da al teléfono no eran normales, esos suspiros cuando terminan la llamada, los pensamientos de un mundo alterno donde él y el hombre de sus sueños son una linda pareja, donde viajan en un carro sin rumbo alguno, disfrutando de comida extraña, de una noche de películas abrazados o viajando juntos a un país completamente desconocido para ambos.

JungKook sentía más por Hoseok que Hoseok por JungKook. Pero era difícil verlo así desde el punto de vista del más alto.

Era la primera vez que Hoseok le demostraba su afecto. En muchas maneras posibles.

—¿Kookie? Tengo sueño. Ya me iré a dormir, descansa.

Satisfecho, el más alto sonríe para sí mismo. Logró hacerle compañía de nuevo. —¡Descansa! Nos vemos luego.

—¿Kookie?

—¿Qué pasa, Hoseok?

—Te quiero muchísimo. No lo olvides nunca.

Wow.

No podía ser verdad.

¿Qué hacía JungKook sientiendo maripositas en su estómago? O mejor, ¿qué hacía admitiendo que esas sensaciones eran mariposas? No podía, no. Solo eran amigos, Hoseok tenía novia, está mal. ¡No puede ser cierto! Hoseok no está enamorado de él, él ama a su novia.

Pero JungKook le ama con todo su ser. Aunque no lo admita. Aunque se engañe. Aunque todo este tiempo haya estado tan ocupado pensando en él como para pararse a pensar un poco en sí mismo.

—¿Hoseok?

—¿Sí?

—Yo también te quiero mucho.

(...)
¿Que debía hacer? Tenía una lucha interna porque no me perdonaría dejarte solo, pero mi corazón sufría daños colaterales a tu presencia. Aún me llamabas para contarme lo triste que te ponía pelear con ella, eso significaba que no estabas listo. Después las charlas no eran sobre tu novia, si no que eran solamente porque disfrutábamos la presencia del otro. ¡Y quería llorar porque había tantas cosas en mi cabeza, diablos, estaba muy confundido! En verdad eran noches enteras de pensar cómo hacer las cosas bien.

Al final nunca lo supe. Y estaba solo.

¿Cómo podía yo desahogarme si eso implicaba contar tus secretos? Tú confiabas en mí, no te traicionaría. Además no tenía nadie para hacerlo, tú eras la única persona, pero si lo hacía, te revelaría que me gustabas y entonces ya no sentirías la misma confianza de contarme nada. Era un asco.
¿Podía mi corazón seguir aguantando las ganas de entregarte todo de él? No, porque ya lo estaba haciendo. Quizás no de la manera más justa para mí, pero sí para tí.

adiós | HopeKook |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora