Capítulo 1

186 12 1
                                    

Se supone que este es el sueño de todo estudiante, entonces ¿por qué me siento tan inquieto? No soy el más aplicado, ni el número uno de la clase, pero si me preocupo de mi futuro y sé que la única forma de garantizarme uno bueno es estudiando, aunque todavía no sepa que quiero hacer con mi vida.

El bullicio que la clase entera está generando me perfora los oídos y a medida que pasan los minutos no hace otra cosa más que aumentar. Levanté la cabeza de mi escritorio sólo para observar el infierno que mis compañeros están desatando dentro de la sala; por la ventana puedo ver personas caminar tranquilamente por la calle, autos andar, algunos rápidos como si a las personas que los están conduciendo les faltara tiempo, y otros disfrutando de la vida. El sol brilla orgulloso en el cielo y el viento corre libre por el ambiente contra restando el calor abrazador que este día no tocó tener.

-¡Hey! -Me gritaron en el oído, mientras me pasaban bruscamente el brazo por los hombros para luego apretarme el cuello con fuerza, sin duda era Greg-¿Qué haces aquí sentado?-Susurró fuertemente en mi oído, sabiendo que eso es una de las cosas que más me molesta en la vida.

-Siempre me pregunto por qué me sigo juntando contigo- comenté riendo, sin contestar a su pregunta.

-Se me ocurren dos opciones- Gritó poniéndose de pie y aclarandose la garganta- uno, hemos sido amigos desde los diez años y ya han pasado seis desde entonces, casi siete- Empezó a decir con voz melodramática y fingiendo tener lágrimas-¡Dos!- Exclamó cambiando radicalmente de humor- Estás secretamente enamorado de mí- Concluyó con voz grave. Ante tal insinuación se me ocurrieron dos reacciones posibles, negar todo, levantarme e irme dramáticamente ofendido con aire de diva o explotar de risa. Opté por la segunda.

-Estoy casi un cien por ciento seguro de que es la segunda opción- Sonrió orgulloso levantando dos dedos de su mano derecha.

-Sí, sí, sí... en tus sueños- Dije entre risas.

-En serio, dime quién no se enamoraría de semejante galanazo- Continuó diciendo señalándose completo.

-Lo siento, no eres mi tipo- Lo rechazé antes de que tuviera falsas esperanzas.

-Es que tú tienes mal gusto- Se auto convenció para no dañar su ego.

-En gustos no hay nada escrito.

-Mira, ahí viene Jenn, vas a ver que ni ella puede negar que soy el sueño de todas las mujeres- Dijo apuntando a una pelinegra de estatura mediana y ojos color chocolate, que se acercaba a nosotros- Jenn ¿puedes decirle al testarudo de tu primo que soy un galanazo?- Le dijo una vez que hubo llegado.

-¡Ay, Greg!- Exclamó fastidiada mientras se sentaba en mi escritorio- ¿Cuantas veces veces hay que decirte que tu rubia cabellera, tu mirada esmeralda y tu sonrisa blanca y juguetona no conquista a nadie de nuestra familia?- Le preguntó repitiendo el mismo discurso que le decíamos siempre que sacaba el tema, diciéndole todas sus características, que seguramente hacen babear a más de alguna, para cuidar la salud de nuestro amigo; ver a un Gregory Patmore deprimido es tan preocupante y extraño como si de un día a otro hiciera calor en los polos.

-Pero no estas negando que soy un galanazo.

-Nadie puede negarlo, estás bien sexy- Dijo mi prima, mordiéndose el labio inferior.

-¡Jennifer Paisly!- Exclamé indignado- ¿Escuché bien? ¿estás enferma?-pregunté preocupado.

-¡Killian Lacort!- Exclamó imitandome- Que diga la verdad no significa que sucumbiré a sus encantos.

-Ya, pero no juegues con sus sentimientos- Le dije subiendo el tono de mi voz.

-Le dije que está bien bueno, no que estoy enamorada de él- Gritó cambiando su cara a una de "esonotienenadademalo" .
-¿¡Y tú de qué te ríes!?- Gritamos al mismo tiempo, desviando la mirada a Greg que se reía como si estuviera viendo la mejor película de comedia de su vida.

-Es que me da risa que sean familiares y tengan distinto apellido- Admitió sobándose el estómago y limpiándose la lagrimita loca que sale cuando te ríes mucho.

-¡Somos primos, no hermanos! ¡Tarado!- Le gritamos antes de reír por la estupidez que acababa de decir.

Estaba tan entretenido hablando con ellos que por un momento logré desconectarme del desorden de mis compañeros, pero bastó un segundo en el que no esté concentrado en algo para volver a sentirlo.

-¿A dónde vas?- Me preguntó Jenn al verme levantarme de mi asiento.

-Afuera, necesito aire- Les explique como si fuera lo más obvio del mundo- ¿Vienen?

Los dos me miraron a mí y luego al ambiente que se había desarrollado dentro del aula.

-Sí- Contestaron al mismo tiempo.

Nadie nos miro ni nos dijo nada al salir, podría apostar a que ni siquiera se dieron cuenta de que se abrió la puerta. Afuera, en el pasillo, todo estaba más tranquilo, las únicas personas presentes, además de nosotros, son una pareja que esta al otro extremo del pasillo, el bullicio que se escuchaba en las cuatro aulas que hay en este piso es lo que nos indica que no estamos solos. Preocupado, recargué mis brazos en el barandal, Jenn y Greg se colocaron a mi lado, imitando mi acción.

-¿Ustedes no están preocupados por este recreo?- Pregunté luego de un rato rompiendo el silencio que nosotros mismos habíamos creado.

-No, es extraño pero no es algo que me preocupe- Contestó Greg- ¿Por qué?... ¿a ti si te preocupa?- me preguntó de vuelta.

Nota de autor◇
Espero que les este gustando la idea, es la primera historia que subo y me da miedo que nadie la lea , no creo que los capítulos sean tan largos, pero intentaré actualizar los martes. Sería muy lindo para mí que votarán o comentaran si les gusta, gracias :-)

SurvivingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora