Capítulo 2

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-La verdad es que sí, simplemente es extraño, el descanso dura veinte minutos y este ya lleva cuarenta demás- Les respondí explicando mi preocupación- Además, es extraño que ocurra el mismo día que misteriosamente no se sabe nada sobre el retraso de la profesora Thorton.

-¡Hey!, no mezcles cosas el retraso de la profe no tiene nada que ver con este descanso- Me dijo Jenn colocando suavemente su mano en mi hombro.

-Pero en las dos horas que debimos tener clases con ella, mandaron como reemplazo al entrenador Wilson, que no tenía idea sobre bíologia y terminó dándonos las dos horas libres, y la profe no llegó nunca.

-¿Y?... ya era hora de que esa vieja se relajara, es tan puntual que llega a impuntual, es decir, que no tiene nada más que hacer como para llegar diez minutos antes de que empieze la clase... te apuesto a que se quedó dormida o tuvo suerte anoche con su esposo ese, él científico o farmacéutico del que siempre habla- Dijo Greg, dándole la razón a mi prima- Si es lo segundo, ya era hora, últimamente andaba muy irritable, me reto por botar un mini pedazo de papel a la basura- Comentó chillando y moviendo ridículamente los brazos.

-Oye, cualquier profe te hubiera retado si a mitad de la clase saltas de tu asiento con un grito para dirigirte, sin pedir, al basurero a botar un mini pedazo de papel- Dijo Jenn burlándose de Greg.

-Bien, bien, bien- Murmuró admitiendo su derrota- Pero eso no quita el hecho de que últimamente ande nesecitada- Dijo orgulloso, comportándose como el pervertido experto en mujeres que era.

-¡Eso no importa! ¡pervertido!- Le gritó Jenn botándolo al piso y aplicándole una llave.

--En fin... lo que... yo... trataba de... decir... es... no seas... paranoico- Jadeó entrecortadamente Greg desde desde el piso.

Ellos tenían razón, es una locura mezclar tantas cosas debe de ser algún efecto secundario de la leche de chocolate que mi mamá compro en la mañana, le he dicho que no me cambie la marca, pero no hay caso.

-¡Killian!- Escuché que Greg me llamaba- ¡Ayudame!- Dijo intentando tomarme del tobillo, pero Jenn fue más rápida y evito que escapara.

-¡Jenn!, ya déjalo- Empezé a decir, agarrándola de la cintura para intentar separarla de Greg, pero había olvidaló lo fuerte que era.

De un momento a otro, la puerta del salón se abrió dejando salir al único miembro del consejo estudiantil de nuestro curso, su cara se volvió un poema al vernos; la verdad es que yo tampoco sabría como reaccionar ante una escena como la que con mis amigos estábamos protagonizando. Luego de unos segundo en los cuales nadie dijo nada, nosotros rápidamente deshicimos el nudo humano que sin querer habíamos formado.

-¡Andrew!... hola- Exclamó Jenn, una vez que estuvimos de pie- ¿Que haces aquí?- Preguntó avergonzaba mientras se arreglaba la falda.

-Pues... yo... con el consejo íbamos a ir al aula de profesores a ver que ocurre- Se explicó, acomodanse las gafas, gesto que solo hacia cuando se sentía incómodo.

-Que bueno- Comenté, pensando que por lo menos no soy el único que se preocupa por la situación.

-Bueno... yo... ya me voy- Dijo, echando a correr en dirección a las escaleras.

-Díganme, por qué siempre que nos encontramos con él- Exclamó Greg apuntando el camino que Andy tomó- La situación se vuelve incómoda.

-Yo creo que nos odia- Comenté mientras me aflojaba la corbata.

-¿Que?... no, no, no- Negó Jenn inmediatamente- Es solo que no nos conoce y es un poco tímido.

-Es una broma ¿cierto? ¡Andrew, tímido?- Se rió Greg con ganas.

- No por nada es miembro del consejo estudiantil y es conocido por toda la escuela- Argumenté para apoyar a Greg.

-Pero... y... sus... lentes y, y, y, su personalidad cuando esta con nosotros- Tartamudeo sorprendida y con los ojos bien abiertos como si hubiera visto un fantasma.

-Veamos, no usa lentes todo el tiempo y que los use no significa que sea tímido o inteligente, no te dejes llevar por los estereotipos- Empezó a explicarle Greg- Y es demasiado amable como para ignorarnos cuando se encuentra con nosotros, en otras palabras, él prefiere ser perseguido por un robot asesino en la antártica, mientras corre por su vida en ropa interior, para luego caer al agua, congelarse, ser vendido en bol sitas de hielo y acompañar el brandy del jefe de la mafia, que pasar cinco minutos con nosotros- Terminó de decir Greg con el ejemplo más alocado que se le pudo ocurrir en el momento.

-Tienes que dejar esa obsesión que tienes, acepta el hecho de que no le caes bien a todo el mundo- Le aconsejé a Jenn por su bien.

-Ustedes no saben de lo que están hablando- Ahora, si me disculpan, voy al baño- Dijo antes de darse media vuelta y empezar a caminar, sin voltearse a mirar, buscando el baño.

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