Me encontraba saliendo de Boix, caminando por la tormentosa y helada nieve. Intentaba olvidar el hecho de lo que pasó. Intente concentrarme en mi segundo objetivo del día..., bueno el tercero. Me dirigía a una tienda de fotografía para allí comprar los cartuchos de la heredada Polaroid. Estaba en una esquina, justo a la vuelta de la manzana. Llegue y vi a un señor mayor. Se veía amable, tenía cabello canoso pero aún conservaba sus mechones castaños. Me acerqué a él y me dijo:
—Buenas tardes joven, que se le ofrece. -expresó con un tono carismático.
—Buenas, estoy buscando cartuchos para una Polaroid SX -70.
—¡Diablos joven!, es vieja la cámara. Tendré que verificar, regreso en unos minutos.
Muchas gracias señor.
Si, si fue tal como lo supuse. Mientras esperaba a que el buen señor volviera, solo me quede observando la tienda. Tenía muchas vitrinas con cámaras de todo tipo, desde digitales hasta analógicas. Pero al parecer no solo vendía cámaras, si no artículos de coleccionistas y demás.
—Bueno joven aquí le traigo un paquete de 24. ¿Le parece bien?
—Claro, más que suficiente. ¿Y cuánto serían? -pregunte con ansias
—Serian 8.25
Tenia un billete de 10$.
—Tome el billete ;conserve el cambio.- dije en un tono cortes.
—Muchas gracias niño, cuídese. -dijo impresionado y amablemente.
—Igual.
Salía en camino a el apartamento. Ya que no conseguí empleo en Boix, aunque la chica dijo que me llamaría, necesitaba dinero. -Bueno Thunder, te gustan las fotos, investigar, siempre tienes tiempo-, chasqueé mis dedos y dije -¡Claro! El New York Times- . Me desvíe del camino a mi hogar y tome la dirección opuesta -Te probamos después-le dije a la cámara.
Desde donde estaba podía ver el edificio. Ese lugar siempre tenía ajetreo y además dudaba que hubieran espacios disponibles. Pero tenía fe. Me encontraba caminado, casi corriendo hacia el lugar. El movimiento y la gente pasar me hacían olvidar el frío que yacía en esa ciudad. -Al fin llegue- exclamé agitado.
Abrí la puerta del edificio y se encontraba la recepcionista. Tenía una cara dura pero trabajar para esta empresa me imagino que no es fácil. Mire a todos lados para ver cómo se manejaba el ambiente, por lo visto no había mucho personal en esta parte del piso. Me acerco poco a poco a la señora.
—Que se le ofrece. - dijo en tono amargado
Y a ella que le pasa -pensé. Bueno estoy aquí para saber si tenía un puesto de periodista disponible.
- la recepcionista alzó su mirada hacia mi-.
—Tiene suerte, habrá una entrevista mañana a las 1:30 pm. ¿Desea asistir? -Dijo con un tono más gentil.—¡Claro! Si deseo asistir, ¿que tengo que hacer?
—Deme su nombre y teléfono, traiga su resume y preséntese mañana.
—Por supuesto - dije con un aire de satisfacción.
Después de darles mis datos a la recepcionista salí a toda marcha a casa. No sin antes ponerle el cartucho a la cámara para así poder probarla en esa noche fría.
yyy... ya esta- exclamé.
Ya había puesto los cartuchos y era hora de probarla. Estaba pasando por el parque; brillaba gracias a las luces que le habían puesto. Colores y rayos saliendo de los árboles iluminado el sendero y dando color a la nieve. Era un momento perfecto, apunte y dispare. El click y el sonido de el cartucho saliendo se escuchaba claramente. -listo, es hora de ir a casa- dije. Fui a casa con la fotografía en mano. Quería verla tan pronto se revelara.Me encontraba caminado por la helada noche. Hasta que vi el edificio donde vivía. Abrí la puerta y subí las escaleras hasta mi piso. Podría haber usado el ascensor pero quería mantenerme caliente. Llegue al piso y crucé el pasillo hasta encontrar mi apartamento, B-612. Abrí la puerta y encendí la calefacción; coloqué la fotografía en la mesa mientras que me disponía a hacer chocolate caliente. Encendí la estufa, y empecé a calentar la leche. Fui a ver si ya se había revelado y ciertamente lo hizo. La foto salió nítida, con mucha calidad a pesar de lo vieja la cámara. Pero algo me intrigaba, al tomarla tenía una sensación rara. En vez de estar congelada por el frío de la caminata, al contrario, estaba tibia. No solo eso, la escalofriante sensación me puso los pelos de gallina pero seguí firmemente en observar la foto. -¡Imposible!, ¿pero como?- estaba estupefacto.
La foto se había revelado pero era de día. Lo que me siguió consternado sabiendo que había usado la cámara de noche. Pero al pasar los segundos vi rápidamente las personas caminando, los niños jugando, los animales de las calles paseando. Era irreal, sentía que estaba loco. Pero se hizo de noche, justo donde capture el parque. Pero no solo eso, vi como después pasaron personas, como si hubiera sido después de yo estar en el lugar, el marco de la Polaroid se volvía cada vez más rojo. Hasta que el sonido de la leche burbujeando me saco de mi locura. Apague la estufa rápidamente debido a los nervios y al ver la foto, justamente como debería haber estado, en la noche, en el helado y colorido parque.
Me pidieron que hiciese capítulos más largos, espero que lo disfrutaran.
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P O L A R O I D
RandomThunder es un chico que, es poco comun, tiene una cámara inusual, asi como esta puede ser una bendición, algo maravilloso y surrealista, también podría convertirse en algo impensable y peligroso, todo dependerá del punto de vista de thunder. Tener u...