¿Porque Confío?

8. Cena con Mike

No sabía por donde empezar a buscar ha esa tal sombra. Esa misma mañana recuerdo, que salimos, a la calle, y la gente ya no me miraba tanto como cuando vine al principio. 

- ¿Poque esta genta ya no me mira como antes? - Les pregunté 

- Porqu eres una vampiro como ellos. 

- ¿Y puedo a ser un humano otra vez?- Questioné 

- Imposible, ahora eres inmortal para siempre. 

- ¿Es verdad que tendré que beber sangre?

- Jajaja - se rieron a la vez. 

- Es enserio, lo que os estoy diciendo. 

- Claro que no, eso es solo un mito que los humanos se han inventado. - Contestó Austin, riendose. 

- ¿ A donde vamos ahora?

- Vamos a ver al mago Shine. 

- ¿Quién?

- Es el mejor mago de Samantica, a lo mejor nos puede ayudar con tu problema. 

- Allí-  asenialó Mike.

Era una pequeña casa de fusta que desprendía un raro olor. Al entrar vimos un señor mayor, que llevaba, una túnica, con un gorro, que le tapaba casi toda la cara. Delante nuestro había una pequeña mesa de fusta, encima de ella, unas espelmas de color rojo. 

El nos indicó que nos sentáramos, eso hicimos, de su boca solo salió una palabra. 

- Volverá. 

- ¿Cuándo? - Pregunté. 

No me respondió, otra vez nos volvió a indicar con el dedo, que nos vayamos. Esa palabra me atormentaba, volveré a ver esa sombra. 

*** 

De camino a casa Mike me pidió que si al día siguiente me quería ir con el ha cenar en un restaurante. Yo no sabía que responder. 

- Claro lo que faltaba, una cita - Dijo Austin molesto. 

- Bueno vale Mike esta noche nos iremos a cenar, ¿puedes venir si quieres Austin?.- Comenté 

- No no, solo quería que fuéramos tu y yo.- dijo rápidamente 

- ¿En plan cita? - respondí sorprendida. 

- Emm... - tartamudeó él. 

Aún no estaba preparada para salir con nadie, aún no sabía quién era el asesino de mis padres, ni siquiera sabía si quería quedarme en ese mundo. ¿Pero a lo mejor este es mi destino?

Estabamos muy cerca de casa, cuando una chica lo saluda desde la otra acera.

- Ey, Austin. - dijo ella 

- ¿Cintia?- Cuánto tiempo. 

Ella se acercó a donde estábamos parecía muy simpática. Amablemente nos saludó a todos.

- Ella es Harvey - dijo Mike

- Encantada, creo que tu y yo seremos muy buenas amigas. - respondió con una sonrisa.

- Soy nueva aquí y aún no conozco a mucha gente - dije

- Pus mira, ya tienes una nueva amiga.

- Cintia ¿vente hoy a casa que hace mucho tiempo que no hablamos? - dijo Austin

- Buena idea - afirmó ella

Estuve charlando con ella y teníamos muchas cosas en común, me encantaba esa chica.

- Qué te parece si esta tarde vamos de shopping, como hace poco que estoy aquí aún no tengo ropa y así me podrás ayudar al comprador un bonito vestido para mi cita con Mike - dije

- ¡Qué bien! - exclamó ella.

Esa tarde nos lo pasamos genial, me compré muchísimas cosas.

***

Al día siguiente por la noche:

- ¿Estas preparada? - me dijo Mike desde el salón.

- Ya voy.

Me puse un vestido azul largo con unos tacones negros, el pelo recogido y un maquillaje de noche.

Salimos de casa en dirección a aquel restaurante, para ello tuvimos que ir en coche.

Una vez allí el camarero vino a tomarnos nota.

- ¿Que quiere la señorita? - preguntó

- No sé escoge tú, Mike.

- Lo de siempre - dije mirando al camarero.

Estabamos hablando y riendo el tiempo se pasó volando, al menos por un periodo de tiempo dejé de pensar en la muerte de mis padres.

Salimos del restaurante en dirección al casa.

- Espera no nos vamos al ir a casa, hay un lugar que te quiero enseñar. - dijo él

- ¿Donde está?

- Ya lo verás- dijo guiñando el ojo.

Él me llevo a una montaña, la cual era muy fácil subir por las escaleras que dirigían hasta la cima . Estuvimos sentados allí durante un tiempo, se podía ver toda la ciudad. El me agarró la mano y se giró hacia mi.

- Desde que te ví la primera vez mi corazón latía por ti. - me dijo mirándome a los ojos.

- .... - sin saber que responder.

- No hace falta que digas nada, ya sé por lo que estás pasando y lo difícil que és, pero yo tenía que decirte cuales eran mis sentimientos.

Se hacercó a mi lentamente y sus labios tocaron con los míos, nos un dimos en un largo y encantador beso.