Deseo

2.2K 290 56
                                    

—02:25 A. M. —

No logro conciliar el sueño, a esta hora ya debería estar profundamente dormida, pero no, mi mente prefiere recordar una y otra vez las palabras de Kara así como la profunda mirando que dirigió hacia mí. Estoy abrumada, no puede ser posible que después de intensos años de carrera ahora venga a manipularme una niña de 17 años, pero que niña, ¡no! Me reprendo, no puedo pensar de esa manera, dios, realmente ha provocado sensaciones desconocidas en todo mi ser, ¡maldita sea! Suspiro y el silencio se ve interrumpido por un ruido, tengo buen oído, así que en alerta me pongo rápidamente de pie y entonces la veo, es Kara, pero esta vez portando un pijama blanco de rayas azules, por supuesto masculino.

-¿Otro encuentro?-

Murmuro frunciendo el ceño, pero descartó rápidamente esta especulación ya que no se dirige al lugar de encuentro, esta vez camina colina arriba. Guiada nuevamente por la maldita curiosidad, dios he maldecido tanto ya, salgo de mi alcoba intentando no ser ruidos bajando las escaleras hasta salir de la casa, siguiéndola. Es verano así que no está helando, aunque es inapropiado que yo camine en bata de dormir, pero creo que ya es tarde para arrepentirme. El caminar de Kara es presuroso, ¿una emergencia? Lo dudo, de ser así habría llamado a sus padres, después de todo sigue siendo una mujer, aunque ¿también será débil? No lo creo, sus manos tienen las venas marcadas aunque probablemente no se deba específicamente a un estado físico común, y de nuevo las imágenes de ella con aquella señorita invaden mi mente. Caminamos, y hablo en plural puesto que la estoy siguiendo, alrededor de diez minutos alejándonos demasiado de la casa, esto podría convertirse en un problema, pero reitero, es tarde para arrepentirme. Pierdo de vista a Kara en cuanto se adentra en una zona de basta vegetación, Green Trunk es conocido por el roble verde en el centro del pueblo, pero también por su increíble flora y fauna, aunque también porque la mayor parte de los lugareños padecen desórdenes mentales.

-¿A dónde se ha ido?-

Cuestiono confusa y un poco temerosa ya que la naturaleza bloquea la luz de luna, en realidad estoy caminando a ciegas, ¿cómo es qué ella puede andar así cómo así? Sé que no debería sorprenderme, pero todo en esa niña es enigmático. Siendo honesta conmigo, estoy agotada, he caminado prácticamente 1km lo cual es demasiado para mi pobre cuerpo. Estoy dispuesta a regresar pero al girar me doy cuenta de la terrible verdad, así es, estoy perdida. Inhalo y exhalo tratando de no entrar en pánico aunque es difícil, podría quedarme aquí hasta el amanecer pero corro el riesgo de ser atacada por algún animal. Retrocedo cuatro pasos al escuchar ruido cerca y cuando estoy a punto de correr tropiezo, pero no caigo al suelo, en cambio siento un fuerte agarre en mi cintura y un cálido cuerpo detrás de mí, así como la respiración en mi cuello, pensando lo peor pienso gritar por ayuda pero antes de hacerlo, una mano cubre mi boca.

-Tranquila Doctora — Al oír la voz de Kara me relajo, pero vuelvo a tensarme al saber lo cerca que está — No grite, por favor — Descubre mi boca y me aparto rápidamente, no puedo ver su rostro pero me parece que está sonriendo — ¿Qué está haciendo aquí?-

-En realidad esa pregunta es para ti — Me alivia no estar sola, pero no sé qué tan buena idea es estar con ella.

-Yo he venido a visitar a un amigo-

-¿Amigo? — Cuestiono confusa y ella extiende su mano hacia mí.

-Venga conmigo, le mostraré-

-¿Cómo sé que no es una trampa? — Miro su mano con desconfianza.

-Sí está pensando que abusaré de usted, créame que no es así, estoy confundida por su presencia aquí, pero he de suponer que de nuevo está siguiéndome — Gracias a dios ella no puede ver mis mejillas sonrojadas — Puede esperar aquí si gusta, después la escoltaré a casa, pero antes debo ver a mi amigo-

Solo es cuestión de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora