Hace mucho tiempo dejé de creer en la humanidad, sobre todo cuando ellos le hicieron estas marcas a mi cuerpo. Ellos se jactan de las leyes morales que tienen más nunca las han aplicado, no cuando pueden obtener la inmortalidad, el sueño del hombre desde que los expulsaron del Edén, y me resulta incluso cómico a estas alturas. Crear un monstruo para su beneficio es digno de sus pensamientos oscuros, pero... ¿crear dos? Es verdaderamente demente, lo sé, ¿acaso piensan que nunca me di cuenta para qué necesitaban mi sangre? Y ahora tengo que salir e ir por ella, probablemente no la encuentre, porque a pesar de que soy la original, no soy totalmente poderosa, en este caso, la imitación pudo superarme.
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—Dos días después —
Esto es sin duda alguna, extraño. Kara no ha salido de la alcoba durante dos días, ni siquiera para ingerir alimentos, lo cual me preocupa y he tocado a su puerta varias veces sin recibir una respuesta concisa, no comprendo, la noche del bar se veía sumamente animada y ahora, es como si quisiera aislarse por alguna desconocida razón, pero estoy aquí para cuidarla, para sanarla, no para ver cómo se aleja de todo, sé que ella me intimida pero antes todo soy una profesional. Después de desayunar subo las escaleras, caminando por el pasillo hasta llegar a su alcoba, pero justo cuando estoy por tocar, la puerta se abre y entonces la veo, luce muy bien, nada deprimida o asustada como esperaba, tiene ese mismo aire arrogante, incluso su sonrisa seductora ilumina su rostro, dios, ¿qué estoy pensando?
-Doctora Luthor, buenos días — Saluda, acomodándose el cuello de la camisa blanca.
-Buenos días, me sorprende que hayas decidido salir — Menciono y ella ríe cerrando la puerta — Estaba preocupada, no deberías reír-
-No tengo pensamientos suicidas, estoy completamente bien-
-Lo puedo notar, pero quisiera saber el motivo de tu repentino aislamiento-
-Necesitaba 48 horas para pensar en soledad, y me ha servido de mucho — Camina a mi lado por el pasillo.
-¿Y era necesario no ingerir alimento?-
-Créame, no es del todo necesario y debía aprovechar la ausencia de mis padres, cuando ellos está no puedo permitirme estos valiosos días de descanso mental-
-Comprendo — Bajamos las escaleras y ella mira las ventanas — ¿A dónde piensas ir?-
-Tengo una cita — Sonríe acomodándose el cabello hacia atrás — Es importante acudir-
-No es correcto...-
-Ya le he dicho que no cambiaré — Ella baja el último escalón antes y se gira para verme, estoy a su altura — Resígnese Doctora, porque nunca me veré deseando a un hombre, ¿comprende? ¿O tiene que verme una vez más con alguna señorita?-
-Sabes que no está a discusión, he venido porque me necesitas-
-No — Ríe mofándose — No la necesito, y la única razón por la que no la he ahuyentado, es porque me agrada, de no ser así, habría hecho algo al respecto, pero comienza a agotar mi paciencia-
-Nada de lo que hagas, podría ahuyentarme-
-Diferencia de opiniones — Extiende los brazos hacia los lados — Ahora, tengo que salir y no intente detenerme porque entonces — La tengo demasiado cerca de mis labios — Me conocerá enfadada — Su mirada es oscura pero su sonrisa inocente, es algo extraño.
Retrocede a paso lento hasta girar y salir por la puerta principal. Sigue resultándome extraño que tenga la capacidad de paralizarme, de ser otra persona la habría enfrentado, pero simplemente no puedo, hay algo en ella que me hace querer obedecerla, pero también tengo mi propia consciencia que se resiste y por supuesto, no pienso permitir que vea a otra señorita, y no tiene nada que ver con la inexplicable molestia que siento al pensar en eso.
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Solo es cuestión de tiempo
Mystery / ThrillerLena es la mejor en su campo, no hay paciente bajo su control que no logre estabilizarse, hasta que la conoce a ella. Una hermosa joven de 17 años que le demostrará cuán equivocada está sobre la vida y los placeres en ella, los cuales puede obtener...