—Al día siguiente —
No estoy segura de lo que debo hacer ahora, ella me amenazó, pero no por cuenta propia, hay algo más detrás de esa petulante sonrisa, la verdadera razón por la que Mike tiene miedo y quiere que me aleje. Pero no puedo hacerlo, no me atrevería a abandonarla, es una extraña e inquietante necesidad de estar a su lado, existe una enorme atracción entre ambas que no se puede pasar inadvertida, ni siquiera para mí. Me sobresalto al escuchar dos golpes en mi puerta y segundos después la miro entrar, lleva puesta una pulcra camisa blanca, pantalones ajustados a su medida en color negro y tirantes del mismo color, mentiría sí digo que no me ha acelerado el corazón su sola presencia.
-Creí que ya tendría listo su equipaje, Doctora — Menciona, mirando la alcoba con las manos en sus bolsillos.
-Te dije que no me iría hasta que me digas la verdad-
-Ahora entiendo porque es sorprendente en su campo — Arquea las cejas, caminando hasta mi ventana, observando el paisaje supongo — Es testaruda y nunca se da por vencida, me resultan características atractivas que pocas mujeres en el mundo poseen — Ladea la cabeza al mirarme, provocando que mi palpitar resuene en mis oídos.
-Tienes una mirada distinta esta mañana — Digo al ponerme de pie y caminar hacia ella, tocando su brazo — ¿Por qué Mike tiene miedo y tú quieres que me marche?-
-La esperaré en el auto, iremos directamente a la estación de tren, tal parece que ocurrió algo en el pueblo-
-¡No evadas mi pregunta! — Exclamo y ella detiene el paso rumbo a la puerta.
-Haga lo que le digo por favor, no pretendo inmiscuirla ¿entiende?-
-Ya lo estoy Kara, y no me iré ¿entiendes? — La imito en su cuestionamiento.
-Entonces disculpe mi falta de modales por lo que haré — No comprendo sus palabras hasta que la veo coger mis valijas y comenzar a empacar mis cosas.
-¡Detente, Kara!-
-Traté de que fuese sencillo doctora, pero con usted eso no es posible, así que tengo que hacerlo para que pueda subir al tren, y no me importa si está de acuerdo o no — Había empacado ya lo esencial — ¡Así tenga que llevarla como a un costal de patatas!-
-¿De qué...? ¡Kara no! — Grito al momento en que levanta tal como a un costal de patatas — ¡Te ordeno que me bajes! — Golpeo su espalda al bajar las escaleras y ella carga mi equipaje.
-¡No, usted a mí no me da órdenes! — Resulta que Dig ya no espera y abre la puerta trasera, colocando los seguros — Por favor no haga esto más difícil — Dice ella al entrar en la parte delantera del auto junto a su chófer.
-¡Aunque me subas a ese tren, no me iré!-
Ellos deciden mantenerse en silencio todo el trayecto hacia el pueblo, y al llegar veo a todas las personas gritando palabras que no puedo comprender ya que se mezclan con otras, pero me sorprende que estén arrojando piedras al hogar del Doctor Kent, frunciendo el ceño miro a Kara quien sonríe con malicia y al pasar frente a la casa, siento un mareo y nauseas al ver los cuerpos de Benjamin y Clark unidos de una forma repugnante e íntima, dios mío ¿qué es esto?
-Esto es de lo que hablaba, será mejor para usted partir antes de que en su delirio los asustados pueblerinos la ataquen-
-¿Pero esto cómo...?-
-No lo sabemos — Dice ella — Así fueron encontrados esta mañana, y ya que no pudieron separarlos, decidieron exhibirlos de esta manera — Apunta a ellos con ambas manos — Y decía que no tenía esas inclinaciones — Ríe.
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Solo es cuestión de tiempo
Mystery / ThrillerLena es la mejor en su campo, no hay paciente bajo su control que no logre estabilizarse, hasta que la conoce a ella. Una hermosa joven de 17 años que le demostrará cuán equivocada está sobre la vida y los placeres en ella, los cuales puede obtener...