¿? - Trueplik

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Lo primero que hizo Mateo cuando llegó a su casa esa noche fue googlear esa palabra de mierda, puso 'homofobia' en el buscador y se acostó para averiguar en paz.

Fue directo a Wikipedia, empezó por ahí porque si necesitaba una base muy superficial, era un buen sitio. Leyó la definición y bueno, eso lo sabía, no tenía que tener un doctorado para saberlo de antemano.

Empezaba a pensar que no le servía de nada ésta lectura, él no tenía comportamientos degradantes ni ofensivos con las personas homosexuales, no odiaba a nadie, ni siquiera se metía.
Suspiró con cansancio, era una pérdida de tiempo. Odio irracional hacia las personas con cierta inclinación sexual, discriminación, aversión... Todo lo que él no hacía.

Ya estaba cansado, quería dormir, pero siguió deslizándose por la página; desplegó el apartado de 'Tipos de homofobia'. Leyó sobre homofobia institucional y aunque era interesante, no tenía nada que ver con él, pero llegó al ítem de homofobia interiorizada y dudó un poco antes de abrir el link.

Era un apartado relativamente corto. Lo primero que le llamó la atención fue que la definición era 'miedo, odio o repulsión de la propia homosexualidad'. Algo en él lo hizo prestar atención, supuestamente, parte de lo que era este tipo de homofobia es que las personas no la reconocían como algo que sufrían, pero de alguna manera se demuestra. Y ahí es donde Mateo entendió que no era algo que pudiera tener.

Porque si lo pensaba un poco, ¿miedo a ser gay?. Sí, como todos. Pero tratar mal a personas de ese tipo nunca había sido parte de su vida, al menos no en primera persona.
Así que le restó importancia, él no era nada de eso, podía dormir con su consciencia tranquila.
Borró el historial de búsqueda y se dispuso a dormir.

A los días siguientes, Mateo volvió a ser el que su familia amaba, su padre estaba algo sorprendido, pero lo dejó ser. Una semana lo veía tan mal que tuvo que preguntarle qué pasaba, y al otro día era el chico lleno de felicidad de siempre. No tenía idea, pero no pensaba preguntar, lo que sea que lo tenía así, había terminado.

Como ya se había dado cuenta, Manuel podía hacer que cambie de parecer en muchas cosas, así que no le prestó más atención al tema. Él sabía lo que era, lo que no, lo que hacía y por qué lo hacía, nada de lo que le diga el mayor iba a poder cambiar eso.
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Estaba pasando un tiempo de calidad con sus amigos, todos estaban bebiendo, fumando. Él estaba muy relajado, siempre lo relajaba mucho esa combinación. A varios de sus amigos parecía que les había pegado para arriba y estaban tentados en sus propias conversaciones. Ni siquiera le interesaba de qué hablaban. Hasta que escuchó que hablaban de un tal Manuel, y quería saber si era su Manuel.

-"Euu ¿qué pasó? Cuenten". Alzó su voz sobre algunas risas.

-"Es que éste tarado no ubicaba al trolo ese". Contestó uno de sus amigos mientras señalaba al que estaba a su lado.

-"¿Qué trolo?". Frunció el ceño.

-"Es que me los confundo, los putos son todos iguales, el afeminado dice, son todos afeminados". Estallaron todos en risas, a él no le causaba gracia y al menos notó que a uno de sus amigos, Tiago, tampoco
Ni siquiera estaba sonriendo. Se sintió un poco mejor.

-"Pero por qué hablaban de él pregunto".

-"Porque no sabía que lo fajamos, se lo perdió". Otra vez todos hablaban al mismo tiempo y Mateo sintió un fuerte dolor de estómago, era verdad entonces, Manuel tenía razón.

Su pecho se apretaba dolorosamente, no podía creer que estén riendo así de algo tan horrible.

-"Vos tampoco fuiste, te la perdiste". El chico a su lado lo golpeó en el brazo mientras le hablaba.