25

307 36 1
                                    


Por casi medio año me pregunté qué había sido de ti. ¿Cómo fue tu graduación de la maestría? ¿En dónde habías entrado a trabajar? ¿Y Taehyung? Un montón de preguntas venían a mi cabeza, al igual que las ganas de mandarte un mensaje. Pero conforme pasaba el tiempo, fueron disminuyendo hasta que dejé de pensarlas, hasta que dejé de mirar el celular esperando un mensaje tuyo. Aquel mensaje que nunca llegó. Eso me dijo que estabas haciendo otra vida, o más bien, que estabas continuándola con él.

Mi trabajo me ayudó a mantenerme distraída de lunes a viernes, pero los fines de semana eran difíciles. Lo bueno fue que tenía a SeulBi a mi lado. Ambas nos mudamos a un departamento cerca del trabajo, sí, YoonGi, SeulBi y yo entramos a trabajar en la misma editorial, es por eso que decidimos vivir juntas. Compartíamos gastos. Y también dio la casualidad de que Jimin era nuestro vecino de enfrente.

Al principio, Jimin venía a nuestro departamento los fines de semana para que él y SeulBi me distrajeran de pensar en ti. Había días en los que salíamos y otras veces sólo nos quedábamos en el departamento viendo películas o jugando algún estúpido juego. Ellos realmente eran buenos en eso, cada día pensaba menos en ti por esos fines de semana llenos de felicidad.

Así pasaron los meses, pronto se convertirían en un año. Un nuevo año. El tiempo no pasó rápido cuando te quería. Creo que eso es normal cuando has terminado una relación con alguien a quien si querías. Pero cuando comencé a dejar mis sentimientos por ti a un lado, cuando dejé de pensar en ti y dejé de preguntarme mil cosas, el tiempo volvió a su ritmo. Yo volví a mi ritmo, YoonGi. Estaba decidida a soltarte. Y era tiempo.

— Hane, ya han pasado casi dos años, ¿qué dices? — me preguntó Jimin.

No iba a mentirle, lo que estaba sintiendo era lo mismo que cuando nos besamos por primera vez. Estaba borrando todo lo relacionado a ti, YoonGi.. Estaba haciendo las cosas bien, pero sentía que iba demasiado rápido.

— Lo sé, pero aún siento que es muy pronto.

— Hane, yo entiendo y no te voy a insistir, pero creo que es tiempo que te des una oportunidad.

— ¿Por qué eres tan bueno conmigo, Jimin?

— Eres mi corazón, Haneul. Realmente no sé si deba de haber una razón para ser bueno contigo, para quererte.

— Jimin, yo...

— Te dejé ir. No peleé por los sentimientos que habías perdido hacia mi, pero ahora lo hago. Lo hago porque yo quiero luchar por ti, porque quiero que seas feliz y creo que yo puedo hacerte feliz. Lo hago porque ahora veo que esos sentimiento siguen ahí, ¿o me equivoco?

— Tú siempre me haces feliz, Jimin. Siempre lo hiciste.

— ¿Entonces qué debo hacer? Parece que sigo perdiendo contra él.

— Nada — sonreí mirando al suelo —. Tú no debes hacer nada porque siempre lo hiciste. Ahora es mi turno.

— No entiendo.

— Yo estaba enamorada de YoonGi como lo estuve de ti — suspiré y seguí —, es estúpido hacer esta comparación, pero de verdad lo quería y su partida me dolió como me dolió que me dijeras que debíamos terminar.

— Haneul...

— Espera, Jimin. Tengo un revoltijo en mi cabeza y siento que voy a explotar, estoy diciendo cosas que ni yo sé, pero quiero que las sepas — se quedó callado y me miró, señal de que podía seguir.

Ni siquiera estaba segura que estaba diciendo, yo sólo quería tener mi mente en claro, no quería sentirme perdida, no quería revolotear de nuevo y caer. Quería asegurarme de que mis sentimientos perdurarían, quería estar segura de que no volvería soltar su mano. Quería dejar de tener miedo.

— Siempre hay algo molesto en eso. Como si la vida me dijera que siempre voy a ser un caos. Yo de verdad no quería esta situación.

— Haneul, de verdad que no estoy entendiendo a dónde quieres llegar — dijo desconcertado.

— Es sólo que tengo miedo, Jimin. Tengo miedo de que lo que siento no sea real y sólo sea una barrera, tengo miedo de que... — no me dejó decir más y juntó su labios con los míos. Todo se aceleró dentro de mi.

Mi corazón latía como loco. Sentía mariposas volando en todo mi cuerpo. Se sentía bien. Besar a Jimin se sentía extremadamente bien. Pasar mis manos alrededor de su cuello mientras él me sostenía de la cintura, era como un sueño. Besarlo era la cura de todo. Aquel  largo beso que reparó cada parte de mi ser. Un beso que me dijo todo lo que quería saber. Nos separamos unos centímetros y sonreímos. YoonGi, ¿tú quien eras? Te había logrado borrar.





Espero les esté gustando.
♥️ Voten y Agreguen ♥️
¿Están listos para el final?
Porque yo no 😭😭💔

¡GRACIAS POR LEERME!

Fuiste Tú, YoonGi | COMPLETA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora