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Había pasado otro mes, lo que significaba que pronto estaría graduada y también serían vacaciones de invierno a tu lado. No sabes lo feliz que eso me hacía, YoonGi, no lo sabes y nunca lo sabrás ni aunque lo preguntes y yo lo explicara. No tienes ni idea de lo feliz que era por estar contigo, una vez mas, en las vacaciones de invierno. Ver la nieve caer y acurrucarnos mientras tomábamos té, o en tu caso, café. Tomarnos la mano y caminar por las frías calles de Seúl. Verte sonreír mientras veías cómo los niños jugaban con la nieve o escucharte reír porque me había resbalado. No, YoonGi, no sabrás de esa felicidad que sentí a tu lado todo este tiempo, aunque pienso que también eras feliz como yo, no lo voy a negar ni voy a decir que no fuiste feliz a mi lado porque debiste serlo, realmente debiste... porque esa sonrisa que me enamoraba cada día no podía ser falsa, pero eso no duró mucho, YoonGi. Tu felicidad por estar a mi lado no duró lo que hubiera querido. Tu felicidad no existió en estas vacaciones de invierno, o bueno, no era como antes, no era por mi, y eso no lo vi.

— ¿Ya vas a terminar? — preguntaste desde la sala.

— Ya voy, me faltan los zapatos — contesté fuerte para que me escucharas.

Era la fiesta de mi graduación, al menos eso me diste, YoonGi, al menos tuve una buena fiesta de graduación, aunque fuera un mes antes de que terminara la carrera. Me puse el vestido largo color rosa que me habías comprado. Nunca te dije que me había encantado, sólo grité y te agradecí, era maravilloso, YoonGi, era increíblemente hermoso. Gracias.

— Listo, ¿qué tal me veo? — pregunté al bajar las escaleras.

— Guau — dijiste sorprendido al verme. Te levantaste del sillón y te acercaste a mí para besarme —. Te ves maravillosa — me diste una vuelta para verme y asentiste —. Fue una buena elección.

Yo me sonrojé y volviste a besarme, tomaste mi mano y salimos juntos de la casa para ir a donde sería la fiesta y, te veías guapo, Min YoonGi, te veías malditamente guapo con ese traje negro.

Al llegar, me topé con Seul Bi y Jimin. Ella traía un vestido largo color verde pistache, se veía muy bonita y, luego estaba Jimin con ese traje rojo y aquella sonrisa cautivadora que conocí hace 10 años. Se veía guapo, YoonGi. Jimin se veía muy guapo vestido así. Él siempre ha tenido esa imagen de chico guapo, pero ahora rebasaba todos los niveles que había conocido.

— Hane, te ves hermosa — gritó Seul Bi, avergonzándome y haciéndote reír a ti y a Jimin.

— Tú igual, Seul. Brillas en ese vestido — contesté tomando su mano para darle una vuelta y que luciera su vestido —. Creo que me enamoré de mi mejor amiga — dije jugando y ella dijo lo mismo.

— Creo que yo igual, deberíamos huir juntas y dejar a este par — susurró lo último mirándote a ti, YoonGi y a Jimin mientras que yo me reía.

— Mmmh, no creo que puedan huir esta noche, chicas — comentaste negando y tomaste mi mano para ponerme a tu lado —, pero con gusto te la presto otro día para que vayan a tomar un café u otra cosa — me diste un beso en la cien y Seul Bi asintió mirando a Jimin de pies a cabeza.

— ¿Y tú qué guapo? — preguntó pícaramente y Jimin sonrió avergonzado, tapando su sonrisa con su mano — ¿Vienes solo?

— ¿Estás coqueteando conmigo? — preguntó Jimin más confiado.

— ¿Yo? — preguntó irónicamente — Pfff, nunca. Sólo te hacía el favor — dijo ella bufando.

— ¿Favor de qué? — pregunté divertida.

— Pues de decirle guapo — obvió.

— Ay, vamos, no tienes que hacer eso. De por sí él ya es guapo y tú le subes el ego al decir esas cosas.

Fuiste Tú, YoonGi | COMPLETA |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora