Parte 12.

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ChanYeol tomó una vez más su forma semi humana,  se acercó a su amo viendo como Baekhyun acariciaba con delicadeza los cabellos sedosos de Jaejeong que yacía en sus brazos. 

No iba a negar que odió a ese tipo por las cosas que le había estado diciendo, así mismo,  porque el había olido desde lejos el interés que Jaejeong tenía por Baekhyun.  Mordió sus labios,  no sabía que decir al respecto.

Un fuerte rugido llamó la atención de todos los que rodeaban el palacio de Apolo.  Baekhyun dejó el cuerpo de Jaejeong sobre el suelo y se puso de pie.  Miró desde su posición hacia el castillo de su hermano dándose cuenta de esa monstruosidad.

—Ese es —gruñó. No podía ser cierto.

—¿Qué pasa,  Baek?  —preguntó ChanYeol preocupando por la mirada severa y el ceño fruncido del más bajo.  El aludido le miró y negó con su cabeza—. ¿Qué es eso?

—Jápeto,  el Titán que había estado encerrado en el Tártaro —respondió apuñando bien su arco y sacó una flecha apuntando hacia ese Titán—. Si me acercó a él no tendré oportunidad de hacer nada —dijo sabiendo que era demasiado grande y veloz para su masa corporal. 

—¿El Tártaro es el lugar...

—Sí,  alguien debió liberarlo —dijo muy a su pesar,  todos sabían que los Titanes no debían salir jamás desde las profundidades del Tártaro,  si querían mantener la tranquilidad del mundo—. Maldición,  espero JongDae esté bien,  mi hermano.

—¿Quiere que lo lleve ahí?  —preguntó ChanYeol sorprendido de que su amo no lo haya hecho aún.  Baekhyun asintió haciendo que ChanYeol tome su forma animal.

[>>>]

Kyungsoo apenas pudo reaccionar para cuando Kai salto hacia el acantilado.  Sus ojos grandes se abrieron a más no poder,  incluso un grito de terror escapó de su garganta como un par de lágrimas al pensar en lo que le pasaría al moreno en ese lugar,  no podría volver a salir jamás.

Corrió hacia él apenas alcanzando a tomar su muñeca dejándolo colgado con él sosteniéndolo con las pocas fuerzas que tenía después de haber sacado de ahí al Titán. Kai se sostuvo apenas de la tierra de la pared mirando a su amo derramar lágrimas. ¿Sería posible?

—¿Acaso eres idiota,  Kai?  —cuestionó furioso el Dios.  Kai solo sonrió,  su amo si estaba interesado en él—. ¿Qué querías comprobar con esto,  pedazo de imbécil?  ¿Sabes lo que te iba a suceder si caías ahí?

—Para un vivo significa la muerte —respondió simple Kai sintiendo como la mano del Dios se aferraba con fuerza a su muñeca,  incluso podía ver las marcas en la misma.

—Pero tú no estás vivo —le recordó,  Kai solo era una alma en el inframundo,  una de las tantas almas que servían a él—. Si tú caes ahí vas a devanecerte y vivirás un verdadero infierno en la oscuridad,  ¿eso quieres?

—Mi sola existencia es por usted, ¿qué sentido tendría vivir si usted no me ama?  —preguntó con simpleza.

El Dios se miró sorprendido.  En sus vidas había cometido tantos errores,  como el haber secuestrado a Perséfone,  haberla hecho suya y obligarla a vivir con él en tiempos.  Y a pesar de eso,  jamás logró hacer que alguien amara al Dios de la muerte,  todos le temían,  lo veían como un ser malvado sin corazón,  el ser que manejaba todo a su antojo con tal de tenerlo en sus manos.  Por ello mismo había deseado tanto acabar con el amor se Baekhyun por ChanYeol,  porque él deseaba vivir un poco de ese amor que esos dos tenían,  había sido tan ciego para no verlo,  lo tenía frente a él y ahora pendía de sus manos.

Vanished My Heart |ChanBaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora