JongDae creyó que todo estaba perdido cuando Jápeto sonrió y emitió una risa que retumbó por todo el lugar al formar un puño con su mano, la misma que había aplastado a Apolo.
Pero esta comenzó a ponerse morada, el color era rápido, recorría toda la piel de aquel Titán haciendo que este gritara del dolor. Aquel tono morado recorría todo su cuerpo, lo estaba pudriendo, matándolo.
Su mano se alzó como si todo lo quemara dejando ver a un Apolo intacto de pie en aquel lugar donde Jápeto había golpeado antes.
Minseok abrazó a su Dios, este lo protegía detrás de su cuerpo todavía, viendo como Jápeto iba cayendo de rodillas haciendo temblar toda la tierra sobre la que pisaban. JongDae estaba seguro que Apolo había usado la ébola negra contra aquel Titán, el mismo que se iba cayendo en pedazos de carne podrida.
—¡Hades te juro que voy a matarte! —gritó Jápeto con furia cuando su único brazo que no había sido contaminado se alzó con una lanza de considerable tamaño para sus cuerpos más pequeños.
Apolo apenas y podía reaccionar, su energía era bastante poca en ese momento después del ataque que hizo al tratar de no morir en ese instante. Estaba resignado a morir cuando sus ojos se abrieron demasiado ante la impresión que le causó ver a ChanYeol frente a él recibiendo el golpe que le hizo una corta demasiado grave a mitad de su pecho.
Todo fue demasiado rápido. La fuerza del golpe fue demasiado que Apolo abrazó por la espalda a ChanYeol conforme sus cuerpos eran aventados contra la firme roca de la montaña y Jápeto caía sin vida desplomándose en el campo libre lleno de putrefacción de su cuerpo.
Apolo estaba en shock. En sus brazos estaba ChanYeol, el grifo que tanto anhelo por cientos, miles de años, agonizando por la grave herida que tenía en su cuerpo.
—¿Por qué? —preguntó Apolo con el pulso latiendo a mil y la voz temblorosa no lo entendía.
ChanYeol sonrió a pesar de que el dolor era demasiado para su cuerpo. Aquella lanza era de plata, y quemaba como si fuera fuego. Sus alas que brillaban poderosas y cafés estaban opacas y caídas en ese momento.
—Porque... —Tosió y con ello escupió sangre temblando en los brazos de su Dios. Apolo no sabía qué hacer—. Porque usted es mi amo...
—Pero sabes que Baekhyun ya no está y...
—Sí... Ahí está, en su corazón... En su cuerpo, así como usted estuvo en él todo este tiempo —susurró tosiendo con más frecuencia y quejándose del dolor—. Yo... No podía permitir que murieran —confesó cerrando sus ojos.
Apolo de quedó helado al sentir la mano ya bastante helada y húmeda del grifo tocar su rostro en una suave caricia.
—Te amo —dijo ChanYeol esbozando una sonrisa y cerró sus ojos, sintiendo un par de lágrimas escapar de sus ojos por sus mejillas escurriéndose por estas.
Apolo lo abrazó más a su cuerpo, aferrándose al grifo agonizando.
A su alrededor sin importarle a él se aglomeraban los miembros de la manada de ChanYeol, quienes querían reclamar su cuerpo. Joy quien había odiado a ese Dios desde que lo vio quiso irse contra él al ver el piso lleno de sangre del amor de su vida pero el lider la detuvo a lo cual gruñó.
JongDae junto a los otros cuatros hombres se acercaron a ver lo que había pasado. Se quedó helado al ver tal escena de su hermano llorando por un siervo más. Kyungsoo desvió la mirada cuando se dio cuenta de lo que había pasado siendo observado por su siervo. El Dios de la luna se giró hacia Kyungsoo tomándolo por el cuello de su ropa.
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Vanished My Heart |ChanBaek.
Hayran KurguBaekHyun amaba su vida. Era una vida tranquila, llena de amor con sus padres, amigos y su perfecta mascota de cuatro patitas peludas. Pero lo que él no sabía era: Que había en él otra vida que estaba por despertar. Si a BaekHyun le hubieran dicho a...