Prólogo

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Todo cambia cuando comienzas a ver la realidad desde tus ojos.

Todos se tomaron el tiempo suficiente para rehacer sus vidas, fingieron no saber nada cuando en realidad lo sabían casi todo.

—Deja de decir eso, Liam—le dice Jack al rubio

—Lo lamento, es que el estrés ahora mismo es quien me controla

El rubio extiende sus largas piernas contra el suelo, coloca sus manos detrás de su cabeza y mira al cielo.

—Hoy parece que va a llover—suelta cortando el silencio de cinco minutos

—Si tus suposiciones son ciertas las veremos dentro de una o unas horas

—Si claro

Jack toma desde dentro del bolsillo derecho de su pantalón un cigarrillo y se lo lleva a su boca ignorando por completo el gesto de desagrado que ahora el rubio le está dando. Lo enciende y comienza a consumirlo.

—Te he dicho que dejes de hacer eso, te estás acabando

—¿Y eso qué? el cigarrillo me matará cuando esté más viejo, no ahora—eleva sus hombros y le da una profunda calada para después expulsar el humo en el rostro del chico

—¡ahg, maricón!—se queja moviendo sus manos de lado a lado—Respeta al menos mi presencia

Jack finge estar de acuerdo y luego estalla en una carcajada.

—Eres tan idiotaaaaa—sigue riendo

Lydia baja del auto junto con Verónica, ella le lanza una mirada al castaño y éste le sonríe.

—Estas contaminando la atmósfera—suelta la peli roja en una mueca

—Eso es muy mi problema—remarca el muy mientras eleva sus cejas.

—¿Cómo que es muy tu problema?—coloca sus manos en su cadera y arquea una ceja—El planeta tierra es de todos, no sólo tuyo tonto

El chico coloca sus ojos en blanco.

—Ya Lydia, déjame en serio

La chica asiente y se adentra. Verónica se acerca al rubio y descarga un besito.

—Hablamos en un rato, cariño

Jack analiza cada cosa que ha pasado, siempre que se coloca a fumar los pensamientos vagos de la extraña muerte de su mejor amigo aparecen.

—A pesar de que estamos haciendo de todo para encontrarlo...—deja las palabras en el aire pero decide volverlas a tomar—se me hace algo tan irreal todo lo que ha pasado, desde la muerte de Damien, hasta la muerte de Abby. ¿Por qué ellos y no otras personas?

—Ellos no merecían eso. Damien no lo merecía ni mucho menos Abby, todo eso tiene un nombre; Dylan Blair.

—Ese maldito canalla—el castaño aprieta sus labios y bufa—Debería de estar muerto ¿Por qué aún sigue en esta tierra? si sólo causa daño y dolor en las personas felices

—Ya estará tras las rejas o tras un montón de tierra, eso sera su final, lo prometo

Ryan aparece con una sonrisa y se sienta con ellos.

—Todo a salido bien, Maule ya está lejos de Dylan. Carlos la tiene en Oregon

Los chicos asienten.

Ryan frunce el ceño al ver que Jack está fumando.

—¿Qué haces con esa mierda?

—Estoy jugando un partido de la Crosse ¿Qué no ves?—le sonríe sarcástico

Ryan le da un fuerte puño en su hombro.

—¿Eso no te hace daño?

—Todo nos hace daño mi querido Ryan

—Te va a matar

—Claro que no lo hará, estoy seguro. Mi madre fumó toda su adolescencia, hasta cuándo estuvo embarazada y mírenla, por ahí sigue con su vida con otro hombre

—¡Chicos!—Melanie les llama desde dentro de casa y ellos la voltean a ver—Deberian de venir adentro, no tardará en llover

—¡Cinco dólares a que no es cierto!—exclama Jack en una risa

—¡Veinte a que sí!—exclama la chica riendo

—¡Que sean treinta!—dice Ryan y se levanta

—¡Hecho!—exclaman todos al unión mientras ríen

Los días pasan y pasan mientras el caso de Abby y Travis se convierte en un completo...

INCÓGNITO

Nos leemos mañana, mis amoresss

INCÓGNITO 3©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora