Lydia POV
Cuando damos una mirada al pasado; desearíamos que aquellos momentos nunca dejaran de pasar.
Para algunas personas es muy difícil soltar aquello y a otras simplemente no. Yo, por ejemplo vivo aferrada aquello que aunque me duela; sigo sin querer olvidar.
-¿Lydia?
La voz de Abby hace que cierre aquel baúl y me concentre en lo que ahora está sucediendo a mi alrededor
-Quiero salir a tomar aire fresco
Rachelle se cruza de brazos y arquea su ceja derecha
-Querida ¿no se te hace suficiente el espacio para poder tomar aire fresco?
Aprieto mis labios y me levanto del lugar en donde estoy, ignoro los llamados de Abby y Verónica.
Me coloco frente a la enorme ventana que da hacia fuera, solo nos quedamos con tres agentes. Carlos no está, él ahora quiere estar todo el tiempo lo más lejos posible de la casa, y bueno; eso está bien, no me afecta en lo más mínimo. Solo que él es el único que se atreve a obedecer mis locas ideas de salir fuera de la zona segura que nos tiene Ryan.
Estoy aburrida, cansada, agobiada ¡joder, quiero que acabe todo esta maldita pesadilla!.
Creo que en estos momentos me está dando un maldito ataque de pánico o quizás de ansiedad.
Mis manos tiemblan, estoy sudando muy frío mientras tiemblo.
Me dirijo a la salida y abro la puerta, los agentes me quedan viendo algo sorprendidos.
-Solo iré a caminar por los alrededores-les trato de sonreír lo más sincera que puedo
Ellos niegan y me detienen
-Si no me sueltan, juro que los haré que los despidan
Ellos se ven durante unos segundos y me sueltan
-¿Se encuentra bien?
-Si, solo caminare
Ellos asienten no tan convencidos de mis palabras.
Me doy la vuelta y comienzo andar, el frío viento roza mi piel, el olor a tierra mojada de hace evidente en mis fosas nasales, estuvo lloviendo un poco en la mañana, ese olor me agrada mucho. Me recuerda a las veces que salía de casa para él instituto y bromeaba con mi papá de muchas cosas.
Después de darme cuenta no puedo ni siquiera ver en donde estoy, todo se me torna borroso, a tientas encuentro una banca para sentarme, doy un suspiro y coloco las manos en mis ojos para tratar de quitar el frío de estos.
-Que bonito es encontrarte aquí-una voz poco conocida para mis oídos aparece
Mi ceño se frunce al ver al dueño de ésta.
-¿Qué haces tu aquí?
Toma asiento a mi lado y me sonríe.
-Lo importante no es qué, sino cómo estoy aquí
-Ryan dijo que estabas...
-En silla de ruedas si-ríe-Eso era una falsa apariencia
Asiento sintiendo los putos nervios por todo mi organismo
-¿No te alegras de verme?
-¿Por qué lo estaría?-arqueo una ceja y él eleva las suyas
-No lo sé, soy un viejo amigo, eso debería de alegrarte