Sucesor (RadioDust)

2

Ángel se encontraba cómodamente en su habitación rosada con blanco.

Leía uno de sus libros para pasar el rato mientras su mascota reposaba en sus piernas.

Se sentía bien, el no protituirse le hizo ver que no necesitaba de sexo para ser feliz.

Sintió como lo miraban, y vio como una de las esquinas de su habitación estaba más oscura que otras.

-Alastor, sal de ahí porfavor, no estoy del mejor humor- el arácnido dejo de lado su libro y colocó a su mascota en la cama especial para el.

-Que tal mi afeminado amigo?- Alastor salió de la sombra y se dedicó a mirar al otro.

-Ángel Dust, ese es mi nombre- se estaba enojando un poco por ello, no por nada tenia un nombre, se sentó en su tocador para ver qué clase de maquillaje podía usar, pues el haber dejado las producciones le daba tiempo para maquillar su rostro a su gusto.

-Si bueno Angel, disculpa, te tengo una oferta algo candente- La sonrisa del demonio radio se extendió bastante.

-que no eres asexual?- El demonio blanco colocaba un poco de rubor en sus mejillas.

-No había pensado en mis palabras de ese modo, aunque conlleva un poco de relaciones-
La fresa andante decidió sentarse al borde de la cama y mirar a la araña.

-que?- dejó su pestaña a medio pegar.

-Mira mi querido Ángel, este demonio necesita de alguien que siga su legado, un pequeño que haga el mal que yo no podré hacer después- La mirada se suavizo y eso hizo sentir tranquilo al sumiso.

-Okay?, que es lo que quieres?, habla directo fresita- Ángel arrancó la única pestaña que se había colocado y se sentó junto al otro.

-Tengo aquí- tronó sus dedos y con ello salió un pergamino y pluma, donde claramente se veía un contrato.

-Espera, tu maldito hijo de puta, explícate- Ángel de verdad intentaba dejar las palabras altisonantes.

-Necesito de un sucesor-

-un que?- la cara de este valía más que billones de oro.

-Un sucesor, un bebé, un cachorro, cría, un chama...- le interrumpió el de blanco.

-Si,si, se lo que es, pero yo ahí donde entro?-

-Eres perfecto para mi futuro hijo- le miro de pies a cabeza con la sonrisa de siempre aunque sus ojos tenían un toque de lujuria.

-Muy halagador, pero, aunque pueda tener hijos siendo macho no significa qué tal vez no sea riesgoso-

-Aceptas o no?- una ligera transferencia de escucho por parte del demonio de la radio.

-De que va el contrato?- Si el otro quería básicamente alquilar su vientre le daría la oportunidad de un bebé.

-Bien,porfavor no interrumpas y aclararé todo cuando termines- le miro detenidamente y el Drag solo asintió.

-Esta bien, la creación de mi heredero sería por medio natural, por más asqueroso que sea, me permitirás saber de el en todo momento y me dejarás llevarte a un medico cuando sea necesario, si hay antojos de por medio estoy dispuesto a cumplirlos, cuidarás de el los primeros meses y si requieres de ayuda aquí estoy, en caso de estar lejos o no poder ir a ver radiografías, mandarás imágenes y fotos de estas mismas,y creo que es todo-

Ángel no sabía cómo procesarlo, tendría sexo con uno de los mejores y más fuertes demonios del infierno.

-aaah B-Bueno, supongo que está bien, es mucho que procesar- suspiro y dirigió su mirada al suelo.

-Tendrás mi apoyo ante cualquier circunstancia- acarició levemente la espalda del otro,Alastor no era fanático de tocar a otros, pero Ángel era una ligera excepción, no le molestaba en absoluto abrazarle o acariciarle un poco.

El Drag miro el contrato.

-Tendrás una muy buena cantidad de dinero, se que no será fácil, es por eso que tendrás lo que desees, Drogas, Armas, todo-

Ángel miro la cantidad en el contrato, era demasiado, perfecto para comprarle la colección completa de muñecas que su hermana Molly había visto aquel día.

Sujeto pluma y firmó.

-Bien mi querido Ángel, tendremos relaciones dentro de poco, te agradezco hayas aceptado-y con sus ojos relucientes en luz roja se fue de ahí entre humo negro y rojo.

Ángel suspiro, pasó muy rápido, aun así no se arrepentía, adoraba a los niños, en su vida como humano siempre deseo tener un hijo.

Molly era lo más parecida a ello, por eso el querer verla rodeada de sus juguetes favoritos le maravillaba.