Narra Héctor.
Como a diario, desperté con los lametones de Yato, mi gatito. Me levanté, me duché y me vestí con una camiseta de Suicide Silence, mi favorita, y unos jeans negros junto con unas converse rojas. Desayuné un tazón de cereales y leche, cojí mi mochila de Drop Dead y salí corriendo hacia el instituto, casi llego tarde.. Al llegar, estaban todos como siempre, sentados en el pasillo donde se encontraba mi clase esperando a que llegara un profesor a abrirnos la puerta, así que, apartandome de el resto unos metros, me senté como un indio en el suelo, saqué mi libro de Stephen King y continué leyendo Cujo. A los 5 minutos aproximadamente llegó la profesora de Inglés que era la asignatura que nos tocaba a primera hora con un chico alto, rubio y con unos bonitos ojos verdes. Entramos en la clase y cada uno se sentó en sus respectivos asientos menos ese chico, era nuevo.
La profesora cogió el hombro del chico nuevo y afinando su garganta con una irritante tos, comentó:
Profesora: Buenos días chicos, tenéis un nuevo compañero. Se llama Mattius y se mudó hace una semana a nuestra ciudad. Tiene 15 años y bueno, le dejo presentarse. ¿Quiéres decir algo a tus nuevos compañeros?
Mattius: Hola.
Todos los alumnos soltaron una risita menos yo, miré mal al chico, ya que me pareció muy borde de su parte esa respuesta, entonces, al ver que yo no le reí la gracia, me miró fijamente y sonrió de lado. La profesora se quedó bastante seria y continuó:
Profesora: Eh, b-bueno, pues... toma asiento allí junto a Héctor, el chico que está allí atrás.
Me puse rojo, sí. Bastante rojo. No quería que ese chico tan... ¿Creido? Se sentase junto a mi, por varios motivos: 1. Me caia mal, se cree guay y es su primer día aquí. 2. Es 3 años mayor que yo y 3. Es un repetidor golfillo.
Narra Mattius.
Vaya, habían tantas chicas guapas y chicos feos... Qué gracioso. Todos son unos enanillos de 12 años que se creen que la mejor música es sólo Skrillex y que son Youtubers ellos mismos por ver a elrubiusOMG, mangelrogel, alexby11 etcétera. La profesora me miró con cara de zorrila, la que tiene, vamos y me dijo que me sentara junto a un chaval bastante gracioso. Pelo negro, ropa negra, y ojos azules casi turquesas, puaf, y a demás tiene los mofletes gorditos. Me senté a su lado y le saludé como si le conociese de toda la vida:
Mattius: Hola Héctor. -Solté una risilla y me acomodé en la silla de madera-.
Héctor: ¿C-Cómo sabes mi nombre? -Me miró sorprendido-.
Mattius: -Solté una media carcajada-. Este tío es tonto... -Susurré para mí, pero él me oyó y me miró con asco-. La tia esa me dijo: Toma asiento al lado de HÉCTOR y me señaló este asiento. -Dije resaltando el nombre del chaval-.
Héctor: Um... -Se sonrojó bastante y agachó la mirada a su mochila, de la cual sacó el libro de Inglés-.
Mattius: -De mi mochila, saqué una libreta llena de garabatos que no estaban mal y dibujé un gatito-. Um... Vaya, parece que tengo a mi lado a un egocéntrico.
Héctor: Y-Yo no soy un egometrico, eso serás tú. -Dijo sin ni siquiera decir bien la palabra y probablemente, sin comprender el significado de ésta. Cogió su libro y lo abrió de mala gana mientras rodaba sus ojos-.
Mattius: -Intenté ahogar una risa y coloqué la cabeza sobre la mesa, haciendo que mi pelo quedase alborotado-.
Héctor: bufó y noté que movía sus labios pronunciando un insulto mudo, entonces, no sé qué más pasó, me quedé plácidamente dormido.