Capítulo 36: De nuevo en casa

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17 de Junio del 2034

Después de horas intentando calmar el llanto de pánico de Robin, logré que se durmiera cuando recibió un mensaje de Vince diciendo que está bien

Mire la hora en el reloj colgado en la pared y suspiré al ver que ya estaba por amaneceres

Camine a la puerta y le quite el seguro antes de caminar al balcón para sentarme a esperar a Nick.

Las horas pasaron y él no llego, me pare frustrada de mí lugar, entre al departamento cerrando la puerta corrediza con seguro y fui a hacer lo mismo con la principal.

Pero apenas agarré el pomo, este giro y la puerta se abrió haciéndome retroceder uno pasos

Nick entró cerrando la puerta detrás de él y me miró asustados, sin pensarlo dos veces me lancé a sus brazos y lo abrace con fuerza

-Estaba preocupada por ti- confece y me apretó a su pecho

-Lo siento

-Pedir perdón no sirve de nada si eres consciente del daño puedes generar y aún así lo haces- murmuré sin pensarlo y me aleje un poco de él, sus manos bajaron hasta mí cintura y yo dejé las mías sobre su pecho, nuestras miradas se conectaron y me sentí aliviada al ver que está bien

-El daño que generó no depende de mí, solo sigo órdenes

-Lo se…- susurré- ¿Cómo están Vince y West?

-Ellos están bien, ambos se fueron a casa

-¿Que ocurrió allí dentro?- no resistí y pregunté lo que venía rondando en mí cabeza desde que me fui de aquella casa

-Son cosas que es mejor que no sepas- hizo una mueca con sus labios y tomo aire- No insistas, por favor

-Esta vez te lo dejaré pasar- dije en tono de broma y logré que sonriera un poco- deberías sonreír más seguido- murmuré llevando mí mano derecha a su rostro pasa pasar mí dedo pulgar por su labio inferior

-Deberias pasar más tiempo conmigo- dijo sonriendo aún más haciendo que yo también eleve las comisuras de mis labios

-Lo intentaré- dije y sin poder evitarlo, bostece escondiendo mí cara en su pecho, Nick no dejo que me alejara, paso sus brazos por mí espalda y me pegó a él

-Deberias ir a dormir- murmuró y asentí

-¿Tu que haras?

-Voy a ir a casa a descansar- asentí aún pegada a su pecho escuchando los tranquilos latidos de su corazón

Nick se alejó un poco de mí, al instante sentí frío pero no dije nada, acuno mí rostro con sus manos y beso mí frente

-Nos vemos pronto Serendipia- susurró y asentí

-Descansa Ramé- dijo y fruncio el ceño confundido pero aún así, sonrió

-¿Ramé?

-Ya que tu tienes un apodo para mí, creí que yo debía tener uno para ti- me encongí de hombros

-¿Y que significa?

-Deberas averiguarlo tu mismo- ambos sonreímos aún más y rodó los ojos

-¿Desde cuándo eres tan misteriosa?

-Estoy aprendiendo de ti- negó con la cabeza y volvió a besar mí frente

-Adios Olivia- se alejó por completo y abrió la puerta

-Adios Nicolás…

***

21 de Julio del 2034

Mire por la ventana del avión y mis nervios aumentaron, por fin me dieron vacaciones en la universidad y planee ir de sorpresa a la casa de mí padre.

En cuanto mí empleo, renuncie hace casi un mes, debía estar muchas horas trabajando y no me pagaban lo suficiente, en cambio, encontré una cafetería en la cual solo tengo que trabajar cuatro horas en la tarde y me pagan el doble que el otro restaurante dónde estaba seis horas metida

Pero debido a mis vacaciones, aún no empiezo, la dueña del lugar me dejó comenzar la próxima semana cuando vuelva de mí viaje.

Después de una hora buscando mí valija, camine por el aeropuerto y salí de el para tomarme un taxi

El recorrido a casa su muy alegre, al vivir en un ciudad pequeña, conozco a muchas personas y casualmente el taxista es amigo de la familia desde hace años, incluso antes de que naciera

Hablamos todo el viaje mientras miraba por la ventana la ciudad que siempre será mí hogar y cada vez estaba más ansiosa por ver a mí papá y mí hermana.

Me despedí del taxista después de que me ayudara a bajar mí valija y me pare en frente de la puerta, nervosa toque el timbre que resonó por toda la casa y retrocedí unos pasos

Al instante la puerta se abrió y solté una gran carcajada al ver a mí papá disfrazado de Minion

-¿Livvy?- preguntó el confundido mientras yo reía

-Hola papá- dije intentando detenerme

-¿Que haces aquí?- preguntó riendo antes de abrazarme con fuerza

-Vine a verte- respondí correspondiendo su abrazo

-Realmente me sorprendiste Livvy, no esperaba tu visita- se separó de mí agarrando mis brazos y me movió de atrás hacia adelante- Estás tan grande

-¡Papá! ¡Solo me fui seis meses! No exageres- le pedí riendo mientras seguía moviendome

-Yo hago lo que quiera, soy un adulto- me soltó de golpe haciéndome tambalear

-¿Ah sí?- pregunté recuperando el equilibrio, el asintió orgulloso-¿Entonces que haces así vestido?

-Amanda me obligó- dijo dejando de sonreír y volví a reír

Amanda es la mejor amiga de mí hermana desde que tienen cuatro años y esa niña es hija del diablo

-¡Ven! Pasa ¿Que haces ahí afuera?- papá agarró mí valija y la adentro a la casa, yo lo seguí y cerré la puerta detrás de mí

-¿Donde esta Lola?- preguntó por mí hermana y el suspiró

-¡Loli!- gritó, extrañaba sus gritos-¡Ven ahora mismo!

-¡Ya voy!- grito mí hermana y sonreí.

Escuché pasos acercarse por el comedor y me acerqué al marco, mire dentro de esa habitación y vi como mí hermana vestida de elefante venía arrastrando sus pies con la mirada en el piso, un mala costumbre que tiene desde chiquita.

Aclare mí garganta sonoramente haciendo que levante la mirada, al verme se sorprendió tanto que tropezó con sus propios pies y calló de cara al piso

Inmediatamente comencé a reír junto con mí papá mientras ella se ponía de pié y corría a mí

-¡Liv!- gritó envolviendome con sus brazos y no pare de reír

-¿Te da gusto verme?- me burle devolviéndole el abrazó y asintió

-Hay tantas cosas que debo contarte- susurró y respire hondo

-¿Por qué tanto escándalo?- escuché la voz de la malvada Amanda que venía caminando vestida de vaca y me separé de Lola-¿Olivia?

-Hola malvada Amanda- me burle de su nombre cómo cuando ella era una niña y me sonrió

-Hola miedosa Liv- se burló ella antes de correr a abrazarme

-Sabia que ibas a hecharme de menos- dije abranzadola

-No te creas- dijo riendo, en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba tirada en el piso con dolor de espalda mientras Amanda y Lola reían a carcajadas

Al fin estoy de nuevo en casa

Broken BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora