Capítulo 55: Hermanos

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Mire las fotos totalmente confundidos ¿Todo esto es verdad?

-Durante años intento ocultarte la verdad para que no corrieras peligro- dijo mí tía y la miré- pero eventualmente ibas a terminar sabiendo todo esto

-Pero, Eros, el lo sabe- dije con la voz temblorosa y asintió

-Vivir con César no fue lo mejor para él- dijo

-Cesar también es mí padre biológico- murmuré para mí misma, crecí durante años creyendo que León era mí padre, viví engañada toda mí vida

-Así es- dijo mí tía- Pero León fue quien te hizo quien eres hoy en día Liv, él es tu verdadero padre, César nunca se preocupo por ti, utilizo a tu madre para ganar dinero

-Lo se- aclare mí garganta- ¿Donde esta el ahora?

-Muerto- respondió- Hace años tuvo un sospechoso accidente donde acabo con su vida, tu medio hermano Tyson se hizo cargo de Eros desde entonces.

-Esto es mucho para mí- me puse de pie

-Querias respuesta ¿No es así?- mí tía también se puso de pié

-Ya debo irme- caminé a la salida

-Espera, tengo algo para ti- me quedé parada en la puerta y gire a verla

Mí tía camino a la chimenea y abrió una pequeña caja de madera, saco algo de adentro y se quedó quieta unos segundos

-¿Tía Harriet?- la llamé y ahogué un grito al verla girar con un arma en sus manos, me apunto y dejé de respirar

-Ya sabes lo que quieras saber, pero ahora no puedo dejar que te vayas con tanta información- disparó, pero logré salir corriendo antes de que la bala impactará conmigo.

Salí de la casa corriendo escuchando los pasos de mí tía detrás de mí, seguí corriendo por la calle y los disparos se siguieron escuchando, hasta que un auto freno a mí lado

-¡Sube!- grito Eros desde adentro y no lo dude.

Cuando estuve dentro, Eros aceleró y se alejo a toda velocidad de la casa de mí loca tía Harriet.

-Gracias- dije con el corazón aún a mil por hora

-Dije que iba a cuidarte, estoy cumpliendo mí promesa- dijo y lo miré

¿Como es posible que seamos hermanos? ¡No nos parecemos en nada!

Y no solo somos hermanos, sino que también mellizos, esto es una completa locura, nunca me imaginé tener un hermano y menos un mellizo

-¿Sabes toda la verdad?- preguntó después de un rato en silencio

-Eso creó- dije volviendo la vista a la ventana- Aún no puedo creerlo

-¿Por qué no? Tenerme de hermano no es tan malo ¿Sabes?- bromeó y reí

-No es eso- dije- toda mí vida creí que solo tenía mí hermana Lola, pero ahora resulta que tengo dos hermanos más y uno de ellos es mí mellizo que es completamente diferente a mí

-No somos tan diferentes- comentó- El hecho de que sea albino no significa que nuestros rasgos sean diferentes

-Son diferentes- asegure mirándolo, el sonrió un poco-¿Por qué no me buscaste antes?

-Lo hice- respondió- Después de que César muriera, fui a buscarte, me quedé con nuestra madre y su espeso durante días mientras pensaba en como acercarme, pero al final nunca puse hacerlo porque Tyson apareció y me trajo de vuelta a Paraíso

-¿Por qué hizo eso?

-No lo se, dijo que no era mí desición arruinar tu vida- tenso su mandíbula

-No arruinaste mí vida- asegure- No tenemos la culpa de nada de lo que pasó, no fue nuestra decisión que nos alejaran tantos años y estoy segura de que no podre desacerme de ti tan fácil

-Mientras sigas metiéndote en problemas, yo estaré cerca- volvió a sonreí y mire por la ventana

-¿A dónde vamos?- pregunté mirando como nos alejabamos de mí departamento

-Debo enseñarte algo- dijo y asentí

No volvimos a hablar durante el viaje, supongo que ambos nos quedamos pensando en lo que pasó en nuestras vidas.

Eros se fue alejando de la ciudad, mí teléfono comenzó a sonar dentro de mí bolso, lo tome y era una llamada de Nick, decidí ignorarla y apagar mí teléfono, creo que ahora lo mejor es que me concentré del todo en Eros.

Minutos después Eros detuvo el auto a las afueras de Paraíso, nunca había venido a esta parte de la ciudad, es como un prado, el pasto verde está bastante largó al igual que las flores que allí crecen

-Cuando mamá venía por mis tratamientos solía traerme aquí- dijo Eros mientras seguíamos en el auto- Recuerdo que siempre traía galletas que ella misma hacía, pasábamos horas hablando y jugando, mí parte favorita de su visita era cuando veníamos, estábamos lejos de César y éramos felices

-Yo nunca tuve eso, ella era diferente conmigo- me miró confundido- Cuando ella aún vivía conmigo, siempre estaba triste, León, mí papá, era el que siempre estaba intentando animar la casa, Morgana siempre se mantuvo fría y distante, nunca me decía que me quería y siempre la vi como una persona sin sentimientos

-Ella nos amaba- dijo seguro- Solo que no quería que sufrieras, ella sabía que debía alejarse para mantenerte a salvo y por eso prefirió que no te encariñaras

-Aún así me cuesta entender porque se comportaba de esa manera- baje la mirada a mis manos- La odié durante muchos años, se me hace difícil verla como una buena madre

-Lo es- dijo al instante- Tal vez algún día lo entenderás

-Eso esperó- volví a mirarlo y ambos sonreímos

-¿Bajamos?- asentí y juntos bajamos del auto.

Eros llego a mí lado después de rodear el auto y comenzamos a caminar por el prado, el pasto largo acariciaba mí piel con suavidad y el aire se sentía puro al ingresar por mí nariz.

Seguí a mí hermano atravez del prado hasta llegar a un gran árbol, ambos nos sentamos y comenzamos a hablar de nosotros, de nuestra vida antes de conocernos y puedo decir que comencé a sentir una conexión especial con él, tal vez sea porque pasamos nueve meses dentro de la misma mujer pero hay algo más, con él siento que mí vida está completa...

Broken BoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora