My Girl

36 Egoísta

Harry

Acaricio sus piernas sintiéndose jodidamente suave sin dejar de besar sus labios, simplemente la quiero toda y no se que mierda hago. Su aroma a coco y vainilla me invaden cuando voy dejando  un camino de besos desde sus labios hasta el cuello, ella tiene los ojos cerrados y los labios entre abiertos y puedo jurar que se ve malditamente sexy; desciendo hasta su hombro derecho donde bajo la manga de su vestido celeste y asoma un brasier blanco, trago saliva volviendo a buscar sus ojos cafeces pero ella es toda jadeos y mirada pura. Acaricia mi mandíbula delicadamente con sus dedos mucho más pequeños que los míos pero siento como la piel me quema y voy perdiendo el control de mi mismo, sin poder ocultar las ganas, devoro sus labios una vez más y la apego mucho más mientras la siento arquearse; vuelvo a acariciar sus piernas pero esta vez un poco más arriba y ella me lo permite.

Sus labios rojos e hinchados me rozan la mejilla al separarnos y siento su respiración en mi cuello cuando bajo la otra manga del vestido plantando besos por su hombro. Ni siquiera puedo decir una mierda por miedo a cagarla pero ella tampoco me lo permite cuando se sienta recta frente a mi con las mejillas rosadas, labios hinchados y su vestido dejando al descubierto su sostén y un lunar en la teta derecha que fantaseo con besar instantáneamente.

Respiro hondo tratando de recobrar el control sobre mi mismo pero ya no queda nada en la caja y mucho menos cuando muerde su labio inferior y sus ojos lucen indefensos haciéndome sentir vulnerable, yo, el puto Harry Styles, me siento vulnerable... como era de esperarse eso me pega de golpe.

-¿Qué sucede?.- Susurra pero no sé que carajos responder, estoy aterrado de tan solo recalcarme esa mierda y no mejora cuando sujeta mi rostro entre sus manos, sus cafeces ojos y dulces miran directamente a los míos y me siento en un jodido sueño, ella luce hermosa pero aunque trate de empujarlo en lo más profundo sus ojos no me reflejan a mi, reflejan a mi padre y a todas sus putas, reflejan a mi madre y a la vida de mierda que he tenido... sus ojos aunque me encierren en una burbuja sé que explotará. La chica de ojos cafeces me sigue mirando desconcertada pero mi mente me grita una y otra vez: YO NO PUEDO SER VULNERABLE. No puedo bajar todas mis barreras, no quiero hacerle daño a ella.- ¿Harry?

Agarro sus manos deteniéndola y sorprendida se aleja de mi, sube las mangas de su vestido avergonzada y se sienta a mi lado, paso ambas manos por mi cabello sintiendo ira de mi mismo porque soy el rey de los imbéciles.

-Ya quiero ir a casa.- Su voz es un susurro pero lo escucho y sé que también está enojada, soy tan jodidamente egoísta que aunque me comporto como un maldito imbécil no quiero tenerla lejos, no quiero llevarla a casa. Busco cualquier argumento valido para quedarnos pero no encuentro ninguno, lo he jodido y aunque me repito que hago lo correcto se siente como si no lo hiciera.

-Aún tenemos dulces.- Es todo lo que digo, puta excusa de mierda.

-Puedes terminarlos tú.

Se levanta y camina de regreso al auto mientras yo solo puedo cerra los ojos tratando de calmarme porque es un error que yo he querido cometer, recojo todo y la imito pero ella va más adelante que yo y se abraza así misma porque el viento golpea con más fuerza. 

Ella no me mira en todo el viaje y solo se mantiene fija en la ventana, siento como si tuviera una piedra en el pecho que no me deja estar tranquilo pero no puedo quitarla por su bien y por mis barreras, porque no me creo capaz de quererla como a ella le gustaría, porque me aterra solo pensar en romperla en mil pedazos... porque no creo ser suficiente para lo que ella quiere y porque simplemente esas mierdas no van conmigo. Lo único que no entiendo es por que carajos me afecta, porque me niego a admitir que me duela, no tenerla; Doroti Adams merece más que mis barreras y más que alguien que no sabe amar. 

Aparco el auto detrás de el de Zack y me tomo un segundo antes de abrir los seguros.

-Doroti...

-Solo abre la puerta, Harry.

-No lo quiero hacer aún.- Admito mi egoísmo pero ella no me regresa a ver.

-¿Para que me quieres aquí?.- No tengo una jodida respuesta, aprieto el volante con fuerza quedándome callado.-  Quiero bajar, abre la puerta.

Su voz se entre corta y todo en mi se descontrola, paso una mano por mi cabello buscando que carajos decir y perdiendo el control.

-No podemos hacer esto, Doroti, yo no soy bueno para...

-Solo deja de hablar y déjame bajar, necesito salir de aquí.

Me quedo quieto por segundos para luego quitar los seguros y ella  esta dispuesta a salir corriendo pero mi egoísmo me vuelve a ganar y se niega cuando la retengo sosteniendo su brazo izquierdo pero sus ojos no me miran ni una sola vez absteniéndose de hacerlo.

-No tenemos que hacer esta mierda, Doroti, es solo un beso.

-Entonces no me vuelvas a besar, Harry, yo no soy Taylor.

Me arrebata su brazo de las manos y aún sin dejarme verle el rostro baja del auto, cierra con fuerza y camina hacia la gran puerta café de su casa; lleno de ira pongo el auto en marcha con velocidad.

¿Qué carajos me sucede?, ¿por qué me siento así?, ¿por qué a pesar de toda la mierda la quiero para mi?... ¿por qué no se siente bien hacer esto?. Soy un puto egoísta.