My Girl

25 La verdad #2

Harry

Exasperado miro el reloj y este marca las 4 de la mañana, el puto timbre no deja de sonar y no se me cruza por la cabeza que maldito imbécil viene de visita a esta hora. Agarro un pantalón del suelo y salgo de mi habitación directo a la puerta de entrada.

La Tía de Doroti, Camila, esta abrazando a Anne mientras llora desesperadamente  y dice cosas que no logro entender, me acerco mas esperando ver a la pequeña morena pero no esta.

-Doroti...-La miro alarmado.- escucho algo que no debía escuchar y no me quiere ver, ahora sabe toda la verdad y no se donde esta.

-¿Como que no sabes donde esta?.- Camino en su dirección viéndola confundido, ella tiembla y se seca las lagrimas.

-Corrió mientras lloraba, no me quiso cerca y yo no se que hacer.- Mira a Anne y esta solo suspira mientras se sienta en el sofá, Lana baja las escaleras junto a Zayn.

-Debes explicarle todo, ella debió haberlo sabido desde siempre Camila,no ahora.- No entiendo ni una mierda de lo que pasa aquí, Zack baja las escaleras mientras Lola y Taylor lo siguen como las perras falderas que son.- Tráela y habla con ella sobre esto, ya que estamos todos creo que es tiempo Camila.

-No se donde esta.- Suspira, giro los ojos y aunque no se que mierda sucede.

-Ni una mierda, Yo voy por ella y cuando regrese me gustaría saber que mierda sucede aquí.  

Agarro una chaqueta, las llaves del auto de Anne y salgo sin esperar ninguna respuesta, pienso en los lugares que podría estar Doroti a esta hora, las 4:20 de la mañana y todo en su mayoría esta cerrado. Me Parqueo fuera de su casa y bajo las escaleras directo a la playa mientras miro a ambos lados, Lizy me ladra en el pequeño balcón en dirección a la izquierda, es una locura pero le hago caso de todos modos no pudo llegar muy lejos, no a esta hora. 

Caminando cerca de la orilla ya un tiempo me voy aproximando al muelle aun sin tener ni una pista de ella, el cielo ya empieza a aclarar y me abro la chaqueta ante el calor, un sollozo proveniente de debajo del muelle hace que camine mas rápido; la pequeña morena esta toda empapada por las pequeñas olas que golpean en su cuerpo, la cabeza escondida entre las piernas y dentro de mi siento que algo se rompe.

-¿Cuanto llevas aquí? .- Trato de sonar indiferente pero termino sintiendome estúpido ante mi pregunta, ella me ve sorprendida por mi presencia pero regresa su vista al mar ignorándome.- Nena no me puedes ignorar.- Una lagrima rueda por sus mejillas y ella rápidamente la esconde, suspirando me siento junto a ella en la arena mojada y el agua salada.

-No es necesario.- Susurra con la voz ronca y rota.

-Lo es.- Digo con sinceridad sintiendome vulnerable ante su voz, malditasea que me siento vulnerable.- Eres jodidamente diferente al resto de chicas Doroti Adams.- Su vista sigue fija entre el agua y sol que va apareciendo.

-No se que quieres decir Harry Styles.- Suspiro y sonrió a medias.

-Quiero decir que ninguna chica estaría tan loca para salir a las 4 de la mañana de su casa y venir a sentarse debajo de un muelle en pijamas a llorar.- Ella sonríe a medias suspirando y sus ojos se vuelven a llenar de lagrimas, impulsivamente agarro su rostro colocando su vista fijamente en mi, siento las gotas saladas en mis dedos y no puedo evitar acariciar sus mejillas.- Eres hermosa muñeca y cada lagrima que sale de tus ojos no cambia eso, pero eso no quiere decir que debas seguir llorando.- Sus mejillas ligeramente teñidas de rosa la hacen lucir tierna, planto un beso  en su frente mientras cayo mis ganas de besarla.

-Harry...- No la dejo terminar de hablar porque me siento malditamente tonto así que la levanto de un tirón y la cargo como un bebé entre mis brazos tratando de evitar sus ojos cafeces, ella esconde su rostro entre mi cuello y yo camino entre la arena en dirección al auto.

-Gracias.- Sus labios rosan mi cuello y una electricidad invade mi cuerpo, el estomago me brincotea, aprieto la mandíbula asustado por todo lo que la pequeña morena me esta haciendo sentir.

Al llegar al auto la cubro con mi chaqueta mientras ella duerme y arranco el auto. Una extraña felicidad me invade y no se que mierda significa, lo único que sé por ahora con certeza es que ya no puedo dar marcha atrás.