38 El plan

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Mi tía vuelve a tomar asiento mirándonos mientras suelta un suspiro agotado, Lana ha terminado su cereal y yo dejo un par de frutas.

-No quiero dejarlas solas, no me agrada esa idea aunque estén 1000 personas fuera de casa vigilando.- Niega alzando una ceja y mirando a Lana.- Creo que es mejor si van a tu casa, me sentiría más tranquila.

Mi mejor amiga niega decaída y la entiendo perfectamente.

-Si soy sincera yo preferiría que nos quedáramos aquí.-Camila no la contradice y solo se limita a rascarse la cabeza pensando.

-¿Les agrada Taylor o Lola?.- Ambas hacemos muecas expresando nuestro desagrado a lo que ella ríe.- Ok, he entendido... Creo que será mejor que llame a Harry.

Abro los ojos sintiendo a mi corazón retumbar con fuerza, ¡oh no!, ¡claro que no!... ¡me niego!.

-¡No!.-Ambas me miran con curiosidad, nerviosa abro la boca para reparar mi arrebato.- Quiero decir, ayer hizo mucho y se me hace muy feo molestarlo una vez más sobre todo porque puede estar ocupado y tampoco creo que le agrade la idea de ser niñera.

Todo sale tan rápido de mi boca que me sorprende que me hayan entendido, Lana me mira curiosa pero mi tía solo se limita a asentir... tengo el pulso a mil.

-Bueno, entonces trataré de contactar a Zayn porq...

-¡Claro que no!.- Ahora soy yo la que mira sorprendida a mi mejor amiga, alza las cejas buscando una forma de explicarse, ¡ajá!, aquí hay algo raro.- Él también estuvo muy atareado ayer.

-¿Estás segura de que es solo por eso?.- Me atrevo a preguntar con los ojos entrecerrados, ella parece ponerse nerviosa.

-¿Tú también lo estás?.-Ataca con la misma pregunta, disimulo arreglar mi cabello y esquivo su mirada acusadora... me salio el tiro por la culata.

-Si.- Miento jugando con las frutas restante en mi plato.

-Entonces si.- Ella repite satisfecha, mi tía nos mira con sospecha antes de ponerse de pie y darnos un beso en la cabeza a cada una.

-Se las pondré fácil par de locas, vendrá el que primero me conteste, hasta entonces no le abran a nadie que no conozcan. Las veo más tarde.

Realmente espero que él no lo haga, mentalmente estoy rogando que Harry no conteste.

Luego de unos minutos me dirijo a la sale, Lana me mira fijamente cuando salgo de la cocina después de lavar los platos, ella puede llegar a ser tan intimidante como su hermano.

-Dime que escondes.- La mira confundida tomando asiento en la alfombra tipo cebra y Lizy se acurruca en mis piernas.- Te conozco y eso que hiciste ayer no fue solo por lo que nos contaste, debo admitir que casi te creo...habla.- Exige mientras yo sigo acariciando a la pequeña pastor alemán que ha empezado a mover su patita,  aveces odio que Lana me conozca tan bien y esta es una de ellas.

-No se que...-Me interrumpe bufando, esta enojada.

-Basta, Doroti, ya basta de querer mentirme y entiende de una vez que no puedes.- Abro los ojos a tope y siento como si me hablara Harry, Lana definitivamente se parece mucho a él. Me resigno dejándome caer de espaldas sobre la alfombra...no quiero hablar pero sencillamente ella no se va a rendir.-Necesito estar para ti de la misma forma en la que tú lo estas para mi.

-Es solo algo que debo de hacer sola.- Admito en susurros pero ella me escucha porque toma asiento junto a mi, confundida espera más explicaciones pero me quedo callada con la esperanza de que no pregunte pero obviamente eso no pasará; se trata de Lana.

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