Una vez más me doy una mirada en el espejo y luego a la ropa regada sobre mi cama, siento un remolino en la boca del estómago y sé que no es hambre porque he desayunado hace unos minutos atrás. Miro la falda jean pegada a mi cuerpo y a la blusa blanca descotada junto a las plataformas azules... me siento tonta e incómoda; paso una mano por mi rostro molesta y cogiendo un vestido, rosa con estampado blancos, camino de regreso al baño para cambiarme.
Hoy me levanté demasiado nerviosa y preocupada por verme "linda" para él, me siento demasiado tonta hasta con solo pensarlo... lo dejo estar y me prometo que ya no pensaré más en eso pero una vez fuera del baño la inseguridad me gana, de nuevo. ¡Compórtate Doroti!, ¿Cómo es que llegué hasta este punto?... necesito calmarme.
-¿Ya estás lista?- Escucho a mi tía desde su habitación, limpiando mis manos sobre mi vestido repitiéndome que debo calmarme, agarro mi maleta violeta y salgo de mi cuarto con Lizy detrás de mí.
-Si... creo que si.- Me asomo en su puerta y ella me mira mientras termina de guardar algunas cosas dentro de su cartera y sonríe aumentando mis nervios.
-Te ves muy linda hoy, me gusta tú maquillaje natural.
-Es el mismo que llevo todos los días.- Trato de justificarme para mí misma pero no, no es cierto. Esta vez me he esmerado un poco más que solo brillo, rubor y rímel sin llegar a ser muy obvia.
-Ajá...- Con los ojos entrecerrados camina fuera de su habitación cerrando la puerta detrás de si.- ¿Está todo bien?
Asiento pero ella me mira extrañada, gracias a Dios no pregunta nada más así que camino detrás de ella mientras bajamos las escaleras, le doy un beso a Lizy antes de irnos y ella parece ponerse triste, le susurro que no demoraré aunque sé que tal vez no me entienda y con una última mirada a mi pequeña hija, salimos de casa. Mi tía se asegura de que la puerta este bien cerrada y yo la espero en el auto mirando a nuestro alrededor donde todo aparenta que es normal pero sé que no lo es.
El camino al instituto está lleno de un silencio cómodo y en la radio suena una tranquila canción que no conozco, mi tía maneja relajada pero yo me siento aterrada. Cada vez que nos acercamos más no puedo evitar sentir ese remolino en la boca de mi estómago si como las manos me sudan sin parar, respiro hondo tratando de controlarme pero los ojos de Camila pasan de la carretera a mi haciendo que retenga el aire.
-Doroti, sabes que puedes contarme lo que sea. Sé que algo sucede pero no quiero presionarte así que esperare a que estés lista para decirme, procura que no sea el próximo año.
Sonrió aliviada quitando algo de tensión dentro de mí y sintiéndome agradecida de no tener que decirle algo que ni siquiera entiendo.
-Gracias, prometo hacerlo cuanto antes.- Ella me mira satisfecha.
El corazón me late frenéticamente una vez que hemos llegado y mirando la entrada del instituto suspiro. Lista para salir mi tía me detiene obligándome a mirarla, tiene los ojos llorosos y preocupados, asustada agarro su mano entre las mías.
-Cuídate mucho, ¿está bien?- Siento como todo dentro de mí se hace chiquito y no puedo evitar abrazarla. Me duele mucho verla así, me duele mucho hacerles esto a las personas que quiero y aunque no lo quiera admitir... yo también me encuentro tan asustada como ella.
-Yo también necesito que te cuides mucho.- Ella me aprieta más entre sus brazos, los ojos me pican ante las ganas de llorar que se hacen presentes pero ella me aleja sonriendo y limpiando sus ojos por las lágrimas derramadas.
-Ahora ve cariño o Sofía me regañará por llegar tarde a la tienda una vez más y sabes cómo se pone.- Rio recordando a la ayudante de mi tía y como a veces parece que ella fuera la jefa, le doy un beso en la mejilla antes del bajar del auto y verla partir.
Miro a mí alrededor buscando la Ford blanca pero parece que aún no llegan, me decido por subir las escaleras y esperarlos en la puerta donde tengo una vista mejor. Me quedo quieta en una esquina, juego con las tiras de mi maleta y la ansiedad explota en mí. ¿¡Por qué me siento así!?, es absurdo hacerme está pregunta, él me pone así y mi timidez no me ayuda... no con sus labios rosados y sus hipnóticos ojos verdes.
La respiración se me corta en cuanto veo al auto de Liam llegar y aparcarse, el temor recorre mi cuerpo con solo pensar en Dylan pero este se disipa cuando su hermano mayor es el único que baja el auto. La sangre vuelve a fluir provocando un hormigueo, no dura mucho porque Liam camina hacia mi dirección, le ruego a Dios que solo siga de largo e incluso me hago más a un lado de lo que estaba pero él tiene otros planes diferentes a los míos. Liam se planta frente a mí con una amigable sonrisa y todo lo que mi mente me grita es ¡CORRE!
-Doroti, ¿cierto?- Asiento poco dispuesta a hablar y estoy segura de que si lo intentara ninguna palabra saldría, solo estupideces. Él asiente y la intención por correr se hace más fuerte.- Solo quería disculparme contigo por todo lo que Dylan te hizo, sé que no era correcto pero tenía miedo de decirle a nuestro padres.- Trago saliva volviendo a sentir como las palmas de las manos me sudan así que las escondo detrás de mí donde juego nerviosamente con mis manos.- Ya no te molestará más, luego de reunir el valor necesario, mis padres decidieron enviarlo a Suiza con mis abuelos donde estará internado un tiempo. Su obsesión por ti era diferente a la de las demás.
El aire se vuelve a escapar de mis pulmones, ¿yo escuché bien?... ¿él acaba de decir que hay más chicas?. Liam parece notar mi expresión de horror por lo que baja la cabeza como si tuviera vergüenza.
-¿Él hacía esto con más chicas? – Se queda callado por unos segundos antes de asentir y hasta este punto entiendo lo que sucedía con Dylan.
-Sí pero ninguna como tú, eres la única con la que él ha llegado tan lejos... eres la única a la que llegó a golpear y eso me dio el valor para hablar con mis padres. Él está enfermo y no lo quise aceptar hasta que vi lo que hizo contigo. Por favor te pido que me disculpes y lo disculpes a él.
Por un momento me siento enojada porque esto ya venía sucediendo antes de mí y Liam lo sabía pero luego trato de ponerme en su lugar, trato de entender sus razones y me siento agradecida de que abriera los ojos aunque yo haya tenido que pasar por todo esto sin entender un porque.
-Gracias.- Susurro sin mirarlo, escabulléndome entre mis zapatos, fijándome mi mirada ahí.- Gracias por decirle a tus padres, acepto tus disculpas.
Él se acerca más a mí y coloca una mano sobre mi barbilla, alza mi rostro hasta que mis ojos quedan conectados a los suyos. A este punto los nervios ya son parte de mí, él niega demasiado cerca y acaricia mi mejilla.
-No debes agradecerme nada, absolutamente nada y yo soy quien se encuentra agradecido porque aceptas mis disculpas. Quiero que tengas en mente que si necesitas ayuda no dudes en pedírmela, no dejaré que nadie te haga daño.
Me quedo helada sin saber que decir y lo primero que se me ocurre es mirar a cualquiera lado que no sea él o sus ojos cafeces pero todo se vuelve mucho peor cuando me encuentro a Lana mirándome boquiabierta y unos centímetros más atrás Harry me mira molesto con su típica mirada profunda... como si quiera matarme y los puños apretados a cada lado de su cuerpo. Retrocedo deseando desaparecer.
-Está bien, no hay necesidad.- Es todo lo que mi mente tiene para decir pero Liam no se queda quiera y deja un beso en mi frente haciendo que entre en un estado de desesperación.
-Te veré luego.
Sin más camina dentro del instituto y la campana suena anunciando el inicio de clases, Lana corre hacia mí jalándome del brazo haciendo que la última mirada que le doy a Harry no sea la mejor. Creo que moriré.
¿Es posible que él este celoso?
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My Girl
FanfictionUna vida llena de mentiras, eso es todo lo que Doroti Adams tiene y por alguna razón más personas de las que ella cree están involucradas en una telaraña de secretos de la cual ella es el centro. Él tiene dolor acumulado y miles de secretos guardado...