12 Muñeca.... ¿Muñeca?

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El viento sopla y se siente tan bien, el sol, el mar, la arena son perfectos. Louis corre detrás de Eleanor con bloqueador en la mano, Niall carga a Thea en la espalda, Lana tomas fotos y yo estoy sentada en la arena viendo el mar, respirando y suspirar sin parar.

-Tengo hambre.- Todos volteamos a ver a Niall, el baja a Thea y alza los hombros.- ¿Que?.

-Nada Niall, tu siempre tienes hambre.- Reímos.- vengan, vamos a dentro.

Todos caminan detrás de Lana menos yo, no quiero entrar.

-Yo no tengo hambre.- Digo viéndolos.- Me quedare un rato aquí.- Ellos asienten y entran a casa, Eleanor cierra la puerta y me tira un beso, le sonrió.  

Veo como el sol poco a poco va cayendo, me levanto y sacudo el short rosado que me ha prestado Lana quitandole arena, veo la parte de arriba sintiéndome avergonzada y la acomodo. Camino a la orilla y remojo mis pies, sonrió por lo helada que esta, veo a mi alrededor asegurándome que no haya nadie y me pongo a dar vueltas sintiendo a las pequeñas olitas golpear mis pies.

- Quería todo lo que nunca tuve como el amor que viene con luz.- Empiezo a cantar mientras me detengo y veo a el sol caer .- Use la envidia y la odie pero sobreviví, tenia un billete solo de ida a un lugar al que van todos los demonios.- Sia empieza a cantar en mi mente.- Donde el viento no cambia y en la tierra nada puede crecer, no hay esperanzas solo mentiras y te enseñan a llorar en tu almohada, pero sobreviví.- Me detengo al escuchar aplausos detrás mio. 

-No cantas mal.- La sangre se me congela a escuchar su voz y por instinto me quedo quieta, siento como se acerca y el olor a cigarrillo me llega.- Solo te falta aprender a bailar.- Lo veo y luce malditamente bien, el cielo hace que sus ojos sean mas claros y la briza del mar mueve su castaño y rizado cabello; ¿Como es posible que alguien se vea tan bien sin esforzarse?. Realmente no entiendo que me pasa.

-Pensé que estaba sola.- Susurro y aparto mi vista de el con esfuerzo.

-Muñeca para la próxima mira mejor.- El corazón me palpita tan fuerte que lo siento en los oídos, ¿muñeca?. Lo volteo a ver, puedo sentir el ardor en mis mejillas y el golpeteo en mi pecho. El esta tan despreocupado, cigarrillo en los labios y el humo a su alrededor, me tapo la nariz con la mano ante el horrible olor.

-Fumar es malo.- El voltea a verme con una ceja alzada y su estúpida sonrisa.

-Me importa una  mierda.- Entrecierro los ojos y quito la mano de mi nariz.- No se trata de si es bueno o malo, si no, de como te hace sentir.

-¿ Y como te hace sentir? .- Me atrevo a preguntar, el me ve fijamente e intimidante  que siento  que  voy a caer.

-¿ A caso te importa?.- Lo veo avergonzada.

-Me dio curiosidad.- Respondo volteando la mirada al casi desaparecido sol.

-No me digas que quieres ser rebelde.- Escucho como ríe, volteo y siento como se me eriza la piel, 2 pequeños hoyuelos están marcados en sus mejillas. Sonrió involuntariamente.- No creo que fumar sea para ti.

-No quiero fumar, solo tenia curiosidad.- El cielo esta entre rosa y violeta, me gusta cuando se ve así.

-¿Te doy curiosidad?.- Su voz ya no es como antes, algo cambio. Lo veo torpemente, el tira el cigarrillo en la arena. abro los ojos.

-No puedes hacer eso.- Apunto al cigarrillo junto a sus pies.- Recógelo antes de que  se lo lleve el mar.- Digo amablemente.

-¡ A la mierda!.- Gruñe.- Tu no me das ordenes.

-No es una orden.- Digo enojada.- Solo te dije que lo recojas, no te ordene nada .

-Eso es una maldita orden.- Me asesina con la mirada, me arrodillo y recojo lo que el ha tirado, se lo pongo frente.

-¿No podías hacer esto?, no era tan..-El aprieta la mandíbula y me jala de la mano.

-Mira muñeca.- Me acerca mas.- No me gustan que me den ordenes y mucho menos personas tan inferiores e ingenuas como tu.- Muerdo mi labio inferior y aparto mis ojos de los suyos.

-No es mi culpa que tu no sepas lo que es una orden y lo que no.- Estoy nerviosa, puedo sentir como me tiemblan las piernas.

-Sera mejor que desde ahora no te me acerques.- Susurra enojado, esta tan cerca.

-Fuiste tu el que apareció aquí.- Trato de defenderme con la voz débil, si el tan solo supiera que lo intento y no puedo.- Yo solo trato de evitarte.

-¿Me evitas?.- Sonríe.- Muñeca si me evitaras ya te hubieras largado de aquí, pero mírate.- Empiezo a respirar pausadamente.- Sigues aquí.      

Y tiene razón, no me quiero ir, no se porqué; siempre que trato de evitarlo termino cerca o aparece y cada día me siento peor, mas enferma, mas idiota. El me suelta y camina a la puerta, lo veo irse aun con el corazón a mil.

Madison beer = Lana Styles







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