Capítulo 12 "La Bombardera"

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Después de todo, el frío, el calor y el duro cristal, tienen su propósito de ser y también... Una debilidad...
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- Está bien, entiendo - Se paseaba de un lado a otro en el balcón mientras que los ojos de sus amigos lo seguían.

Hablaba por el Iphone que recién había comprado gracias a la paga del último
show, sí, ese de Seúl. Y sí, lo había comprado negro - "Como su cabello" - Había dicho y luego se había sentido estúpido, más aún
cuando la vendedora - Que era de cabello carmesí - Una tendencia que no le encantaba a él, pero si a su amigo Top - Le preguntó "¿Perdón?" Y lo miró como bicho raro.
Era obvio que había escuchado lo que había dicho y el "¿Perdón?" fue cómo cuando en pleno acto sexual, le llamas Daniela a una chica que se llama
Rocío, es decir, cómo un reclamo - Ajá - en la
otra mano escribía en el desgastado Blackberry con el que ya tenía más de 4 años, nada muy típico en él que solía cambiar de móvil cómo cambiaba de cama - Bien, gracias Berni, como
siempre, eres increíble. Te lo agradezco mucho.
Nos vemos pronto... Bueno, cuando vuelvas de
Colombia - Rió - Simón, adiós - Colgó y miró con
una sonrisa lo que había anotado en el Blackberry.
- ¿Y ahora en qué líos andas con Berni G. Dragon? - Le preguntó Luna.
- Nada malo - Respondió mientras ya marcaba otro número en su celular y se llevaba con la otra, el cigarro a los labios.
- Cuando dices que nada malo significa "algo
muy malo", no confío - G. Dragon sólo se rió mientras
que en su oído escuchaba el timbre, esperando enlace.
- Eh... ¿Kim? ¿Qué demonios haces con el
teléfono de mi primo?... Nada malo Kim Na Hee, es sólo que Taeyang no suele soltar el teléfono... Jaja, no me sorprende. Dale unas
bofetadas para que se despierte y pásamelo
que necesito hablar con él - Al otro lado se escucharon quejidos malhumorados cortesía de la voz de su primo. Él rió. Taeyang no era muy dado a levantarse temprano, menos en fin de
semana - ¿Qué onda? - Habló entre risas cuando
a otro lado lo recibió un "¿Qué chingados
quieres?" - Yo sé que te alegra que mi voz sea lo
primero que escuchas esta mañana y espero de verdad que estés muy bien, verás... Necesito
pedirte un favor del tamaño de la luna... Aunque, ahora que lo pienso - Entrecerró los ojos - Mejor pásame a tu morra - Más gritos del otro lado - Un error - Se carcajeó - Es sólo que ya lo pensé mejor y no me sirves para este trabajo... Como
quiera, ¡NO TE VUELVAS A DORMIR! Necesito hablar contigo después... No, debe ser después... El orden de los factores, en este caso, si altera el producto.
- Ay G.Dragon ¿En qué andarás? - Susurró Top viendo desde la mesita de postres a su amigo y compañero de banda. Desde el show de Seúl andaba tan raro y sabía por las miradas de los otros, que también lo notaban y no era cosa suya. Y todo tenía que ver con esa chica que se
paseó en brasier por camerinos. A él no le había parecido en absoluto diferente a las otras dos que le acompañaban, mucho menos al otro arsenal de mujeres (más bien niñas, G. Dragon tenía esa fijación extraña por mocosas mil años menor que él que le hacían pensar que estaba
más cerca de ser pedófilo que cantante) con las
que retozaba a diario.
Pero algo había diferente, de otra forma - ¿Por
qué tanto interés? ¿Por qué tanta confidencialidad? - G. Dragon no les había contado nada, absolutamente nada sobre lo que había ocurrido esa noche, se lo había guardado para él cuando luego de esas "sesiones" lo primero
que hacía era criticarles esto y lo otro o elogiarles eso y aquello en compañía de los otros 4.
Pero ese día... Nada.

De nuevo miró a su amigo que tenía esa sonrisita que le había visto al tener la
credencial de la muchacha y que le había visto por última vez cuando llegó y les contó sobre Sophie.
Suspiró.

Sólo esperaba que lo que le estuviera ocurriendo, fuera bueno... Se lo merecía.

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- ¡ÁCABALO CON UN ACE! ¡VAMOS TN! ¡TU PUEDES! - Gritaba Anju desde las bancas mirando cómo su amiga cogía las pelotas,
seleccionaba sólo una y se preparaba para sacar. Le hacía falta un punto más para acabar el partido... Sólo uno - Vamos - Susurró y su amiga alzó con gracia la mano soltando la pelota mientras que la otra, que sostenía la raqueta, siguió presurosa a la primera para
hacer encuentro y ocasionar el golpe. La pelota fue certera hasta el adversario, dentro de los
lineamientos pero con una velocidad y precisión tan increíble que el chico rubio no alcanzó a tocarla con su raqueta - ¡SI! - Se levantó Jubcon toda la demás gente que festejó el final del partido mientras el juez
desde su cómoda sillita decía los puntos y anunciaba como ganadora a TN.
- Gracias, gracias - Agradecía constantemente
TN a quienes se acercaban a felicitarla por el partido - Guácala, estoy sudadísima - Se pasó el dorso por la frente.
- ¡TN! - Se acercó Ju con su lacia coleta rebotando al compás de los pasos que ella
daba para llegar con su amiga - ¡Estuviste excelente, amiga!b- chocaron las manos.
- Gracias, no podía dejar que me ganara ese rubio estirado - Arrugó la nariz - Sabes lo mucho que odio a los rubios.
- Con ojo azulb- Le seguía Anju.
- Y oliendo siempre a perfume de rosas - Completaron al mismo tiempo para luego soltar
un par de risitas tontas y sonoras - En fin, vámonos. Debo darme un buen baño - Se colgó la mochila donde cargaba sus raquetas y
ambas enfilaron a la salida de la cancha.

Ya iban casi llegando al auto mientras reían y
seguían criticando al pobre chico vencido.
- ¡Oigan! - Gritó alguien a lo lejos, ambas voltearon encontrándose con una chica de piel blanca y cabello negro lacio hasta los hombros. Se detuvieron - Tu deber ser TNTA "La bombardera" - Sonrió.
- Esa soy yo. ¿Y tú eres? - Preguntó TN curiosa.
- Kim Na Hee -le estiró una mano pero TN sólo la miró como si le estuviera ofreciendo un puñado de gusanos. Fue Anju quien salió a salvar la situación.
- Anju Hernandez - Le estrechó la mano - Mejor
amiga de TN - Kim Na Hee sonrió amable.
- Vi tu partido hoy, eres increíble. Haces muchos aces y eres buena con el revés. Pocasbpersonas saben manejar eso tan perfectamente en el mundo del tenis. Sólo los grandes - La elogió.
- Mil gracias por los elogios pero ¿A qué viene todo eso? - Preguntó TN confundida.
- Me gustaría jugar contigo - TN soltó una
carcajada.
- ¿Juegas? Digo, no me lo tomes a mal pero, no tienes facha ni físico de ser tenista - Se burló.
- Juego, sí - Siguió la tal Kim Na Hee con tono
amable, ni siquiera un poquito afectada por la
burla y prepotencia de TN - Y lo hago muy bien, al menos eso me han dicho.
- ¿Y si tan bien juegas, por qué no te conozco, ni me suena tu nombre? Tengo 7 años en esto y jamás he oído tu nombre ni visto tu cara - Respondió TN con ironía.
- Soy jugadora de clóset. No me encantan las grandes audiencias, eso de las mini copas y todo eso. Prefiero jugar en mi casa - Dijo NaHee sin darle importancia a los comentarios de TN.
- No es lo mismo jugar sola que con otra persona - Habló Anju.
- ¿Quién dijo que lo hacía sola? Tenía una
maestra - Soltó NaHee.
- Pésima seguro, digo, si nunca te alentó a salir
del patio de tu ca - Dijo TN siendo interrumpida por NaHee.
- Sulli era una excelente maestra - La interrumpio - Entendía a la perfección lo que yo quería pero con todo se encargó de enseñarme
todo sobre tenis y hacerme experta en la cancha pues siempre vio más allá de mi
timidez - Anju de inmediato miró a TN con la boca abierta. La chica había perdido la fuerza y prepotencia en su mirada y tenía la expresión ahora de una niña indefensa,
asustada y con la vida rota - "Aunque en realidad es todo eso" - se dijo la chica de pelo carmesí.
- Bien - Contestó al fin sin mirar a NaHee - ¿Cuándo y dónde quieres el partido? - La retadora sonrió contenta por la respuesta.
- En mi casa. Mi cancha es amplia y cómoda ¿Te parece el próximo Jueves? A esta misma hora - Rebuscó en su bolsita y sacó una pequeña agenda de la que arrancó una hoja y tomó un lápiz con el diseño de Bombón de las chicas superpoderosas (que hacía juego con el
decorado de la agenda) y anotó algo con letra
cursiva - Esta es mi dirección - Le entregó la
hojita.
- Ahí nos vemos entonces - Respondió TN algo dudosa.
- Perfecto, un gusto Tan, Anju - Estiró su mano en dirección de la otra y la estrechó - Hasta luego - Se dio media vuelta y se fue sin dejar de sonreír.
- ¿Enserio irás? - Preguntó Anju Sorprendida.
- Iré - Contestó sin dejar de ver la hojita, aunque
sabía que en realidad la muchacha, no veía la hojita ni los garabatos en ella.
- ¿Sabes? - Miró por donde la chica continuaba con un caminar despreocupado - No sé porque - Ladeó la cabeza - Pero ella y su nombre me resultan familiar...

Remember (G.D Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora