Capítulo 3 I love you baby, I'm not a monster

57 4 0
                                    

Anteriormente --->

- ¿Y harás lo que te dije? -insistió él.
- No lo sé Blue… No lo se -finalicé dejándome caer cómo muñeco de trapo. Aunque por dentro, algo en mí ya había tomado una
decisión. ¿Cómo comenzar?¡¿Cómo sembrarle esa duda?!
<---

Al día siguiente a temprana hora regresé al
hospital.
Aún no estaba muy seguro de qué iba hacer para recuperar a TN, durante la noche le había dado mil vueltas a la conversación sostenida con Top.
Él tenía razón en algo: no podía tirar a la basura así
cómo así tantos años juntos, tantas historias,
tanto amor, tantos conflictos, tantos
recuerdos…
Recuerdos, recuerdos ¡Malditos recuerdos!
¿Quién diría que una persona sin ellos podría
perderse por completo?
Había tantos con el corazón roto por ahí que lloraban y rezaban por olvidar… Eran unos imbéciles.
Yo tenía también el corazón roto, pero a diferencia, yo lloraba y rezaba por que los
recuerdos volvieran a la cabeza de mi mujer, por que no olvidara.
Una persona sin recuerdos, sin pasado… Mo es nada.
- ¿G. Dragon? - Escuché que me llamaron mientras me
registraba. Volteé a mis espaldas y vi a mi suegro. Se acercaba con aquel andar seguro de siempre, su rostro se veía más sereno a
comparación con el día anterior, pero seguía ahí una pisca de nervios.
- Buenos días, Eduardo - Saludé volteando inmediatamente.
Hacía muchísimo que me había pedido lo tuteara
-¿Cómo estás? - Me preguntaba él curioso.
- Estoy que creo es lo importante - Estrechó su mano con la mía y luego
que terminé mi registro me emparejé con él y caminamos hasta las sillitas  en la sala de espera
- Ayer te fuiste bastante aturdido, muchacho. Pensé que no volverías - Me decía Eduardo, parecía bastante preocupado.
- Si te soy sincero, no pensaba hacerlo, ni siquiera se que demonios hago aquí - Me miró - Pero al final de cuentas es mi - Agaché la mirada - TN es mi esposa, la amo y no puedo… No puedo
simplemente deslindarme de ella - Apreté con fuerza mi pantalón. Eduardo tardó en responder pero finalmente lo hizo luego de suspirar.
- Sol y yo hemos estado hablando con ella desde que despertó esta mañana - Alcé los ojos para mirarle -Recuerda perfectamente su niñez y parte de su adolescencia, a nosotros nos recuerda también, sabe nuestros nombres, se acuerda de momentos que vivió con nosotros, recuerda incluso el domicilio de nuestra casa.
También mencionó a Anju - Me decía cuidadoso sobre cada palabra que iba diciendo.
- Claro, hace más de 8 años que se conocen - Hablé sin emoción alguna.
- Y es curioso, es consciente de su edad y de
algunos momentos vividos con nosotros incluso hace unos meses pero… No recuerda las personas y muchas otras cosas - Decía mientras yo me mordí el labio.
- ¿Preguntó cómo llegó aquí? - Le pregunte curioso a mi suegro.
- Sí - Asintió - Y obviamente tuvimos que mentirle - Dijo él, cómo si él hecho de mentirle No tuviese la más mínima importancia.
- ¿Qué le dijeron? - Volví a preguntar, está vez nervioso de la respuesta de mi suegro Eduardo.
- Usamos su último recuerdo. Nos mencionó
que lo último que recordaba era haberse estado
bañando mientras escuchaba la radio, pasaban
una canción que para ella significaba mucho.
Que sabía que iba a ir a algún lado y estaba
feliz de ir, más no recordaba a dónde iría o
porque le alegraba - Dijo mirándome y luego al techo  suspiró - Le dijimos que se había caído en la bañera y se había golpeado fuerte en la cabeza, que inclusovse la había abierto. Insistió en saber a dónde iba y le dijimos que a la fiesta de un amigo suyo… Preguntó a cuál amigo, le dijimos que no sabíamos - Ahora yo suspiré de impaciencia - Intentamos con preguntas indirectas saber si se acordaba de ti pero - Me dijo y oas palabras se perdieron en el aire.
- Me imagino cuál fue el resultado - Tragué saliva
intentando con esdeshacer el nudo que se me había formado en la garganta y mis ojos comenzaban a ser cristalinos por las lágrimas que amenazaban con caer.
- Hola G.D - Saludó mi suegra que ya se encontraba frente a nosotros - Me alegra que
estés aquí. Mi esposo y yo teníamos que irnos a hablar con nuestros jefes personalmente para
informarles la situación y supieran que no podremos presentarnos a trabajar estos días - Dec8a muy s6egra Sol mientras Me saludaba cordialmente con un beso en la mejilla y un abrazo afectuoso - Así ya no se quedará tan sola TN -Apreté las manos.
- No es cómo que mi presencia sirva de mucho… Me tiene miedo y ni siquiera sabe quien soy - Ambos se miraron uno a otro con lástima para mi persona, detestaba inspirar lástima - Pero vayan sin pendiente, yo la cuidaré, aunque sea de lejos.
- Ahora mismo la enfermera la llevaba al jardín pues insistió en querer salir. Búscala allá.
- De acuerdo - Me levanté dispuesto a irme. Una
mano se posó en mi hombro derecho.
- No te desanimes G.Dragon - Era Sol - El doctor dijo que había una pequeña esperanza. ¡Ten fe! Su amor es grande y eso todo lo puede, además eres inteligente, hallarás forma de reconquistarla si por el lado de los recuerdos está perdido - Reí sin alegría.
- Aún cuando así fuera ¿Qué hay de los demás años? ¿Simplemente quedarán para ella cómo
si nunca hubiera pasado? - Dije irónico - Top me dijo lo
mismo anoche, pero claro, él no está ligado emocionalmente a ella y de ustedes si se acuerda. Jamás lo entenderían - Aparté su mano y sin esperar respuesta caminé aprisa al jardín.
En tantas ocasiones que por una cosa u otra
había ido a parar a aquel hospital, jamás había
tenido oportunidad de conocer el jardín puesto
que o iba de carrera sólo a unos estudios o una cita con tiempo establecido o bien, me la pasaba postrado en la cama la mayor parte del tiempo, escribiendo o leyendo para hacerme
amena la estadía.
Era el mejor hospital privado de la ciudad y no
era para menos que sus jardines parecieran los
de los castillos de reinas europeas con flores
de unas por aquí, fuentes por allá, conejos,
ardillas, miles de aves y verde ¡Mucho verde!.
Me tomó un par de minutos encontrar a TN, pero finalmente di con ella, sentada en una de las fuentes jugueteando con sus largos y delgados dedos en el agua. Su cabello negro
azabache brillaba de más y se veía húmedo, supuse que mi suegra la había ayudado a bañarse antes de irse, quizás eso hacía cuando
Eduardo salió sólo.
La contemplé con atención unos segundos desde lejos.
Paró de juguetear con el agua y luego clavó sus ojos en la estructura central de la fuente, aquella que desparramaba el agua…pero no miraba a la fuente como si estuviera
estudiándola, en realidad, dudaba que siquiera
fuera consciente de la forma frente a ella, más
bien daba la apariencia de alguien que piensa o intenta recordar algo y sus ojos simplemente miran más allá de lo que en realidad se tiene enfrente.
Tomé aire y valor y caminé decidido hacia ella, deteniéndome únicamente un segundo para cortar una rosa roja en el camino cuidando de no ser visto por alguna de las enfermeras pues estaba seguro, aquello no estaba permitido.

- Hola - Saludé acercándome y sentándome a su lado. Ella dio un brinco y salió de sus pensamientos para mirarme y poner la misma cara de pánico el día anterior al verme.
- ¿Otra vez usted aquí? - Se alejó de mí - ¿Insiste
con lo mismo? Ya le dije que yo no - Decía ella un poco asustada.
- G. Dragon - Le dije y parpadeó confundida - Soy G. Dragon y no soy tan grande cómo para que me hables de usted, dime oppa y sí, recuerdo lo que me dijiste ayer y todo. Sólo vine a saludarte.
- ¿Encontraste a quien buscabas? - Me preguntaba TN curiosa.
- Eh… Sí, pero ella ahora está… Dormida y además, llegó otro familiar a cuidarla.
Aproveché para salir a dar una vuelta por los jardínes y desestresarme un poco.
- ¿Por qué mejor no vas a tu casa y descansas? - Me decía ella comprensiva.
- No quiero estar tan lejos de ella - Sonrió y dejó de tener aquella posición tensa, de amenazar con correr en cualquier momento.
- Que lindo, debe ser muy importante ella para ti. Me dijiste que era tu esposa ¿Cierto? - Iba a
contestar que sí pero algo me dijo que si lo hacía, en un futuro me traería problemas.
- No, en realidad es sólo mi novia pero… Ya sabes, me siento tan ligado ya a ella que me tomo la libertad de decir que es mi esposa. Y a
ella le gusta que le diga eso.
- Eso es amor - Sonrió más, luego miró al suelo y su sonrisa se borró - Mi novio ni siquiera se ha tomado la molestia de venir o llamarme.
- ¿Tú novio? - Me removí nervioso.
- Sí, mi novio. Bueno, en realidad creo que ya
no es mi novio, no estoy muy segura… Tengo un
recuerdo borroso de haber discutido con él y creo que terminamos - Me dijo triste.
- ¿Cómo se llama? - Le pregunte a TN temeroso de su respuesta.
- Lee Jong Ki - Y en cuanto escuché aquel nombre, la tranquilidad y buen humor que aparentaba tener, se fue a la mierda.
-TN, él no es tu novio y sí, lo terminaste… ¡Hace más de 4 años! - Grité y me miró sobresaltada.
-¿ De qué hablas? Tengo con él 3 años y no
he - La interrumpí.
- ¡Que no! Hace 4 años que terminaron… En
realidad hace más tiempo. Tú y él dejaron de ser novios hace mucho, lo dejaste porque…. Te
trataba mal y después le diste otra oportunidad
porque según él ya había cambiado pero intentó abusar de ti ¡Yo mismo le puse una golpiza por ello!
- ¿¡Qué!? ¿Pero qué demonios dices? ¿¡Por qué
le hiciste eso!? - Se puso de pie y me dio un empujón -¡Lee Jong Ki sería incapaz de hacerme una cosa así! -¡Yo lo vi! - Le respondía exaltado.
- ¡Pues viste mal, él me ama! - Decía ella convencida.
- ¡No, yo te amo, él no te ama, por eso te casaste conmigo! - Grité con más ferocidad y volúmen del necesario.
- ¿Cómo me vas a amar? ¡Ni si quiera me conoces! - Gritaba TN molesta.
- ¡Oh! Claro te conozco y tú también me amas a mí - Le decía molesto a TN.
- ¡Claro que no, yo no sé quién eres! - Decía ella gritando nerviosa y alterada.
- ¡Lo sabes, escarba en tu cabeza! - La tomé de
los brazos - Lo sabes, lo sabes. Me conoces, por
el amor de Dios, me conoces mejor de lo que yo
me conozco.
- ¡Suéltame! - Quizo zafarse retorciendose en mis manos, provocando que la lastimara.
- No, no te voy a soltar hasta que te acuerdes
de mí, hasta que recuerdes que - Le decía alzando la voz cada vez más.
- ¡AUXILIO! - Empezó a gritar cada vez más fuerte - ¡Suéltame, suéltame! ¡Me estás asustando! - Decía mientras empezaba a llorar.
- No, no llores - Le decía ahora asustado de que su reacción no me dejase acercarme cada día más.
- ¡Déjame! ¡AYUDA! - Sentí unos brazos jalarme
hacia atrás con fuerza y shockeado cómo estaba por verla llorar y escuchar cómo  con  miedo pedía ayuda, no fue difícil alejarla de mí -
No dejen que vuelva a entrar. Está loco, me
aterra. Por favor - Le suplicó a una enfermera -
Que no vuelva a entrar. No quiero que se me vuelva a acercar, por favor, que no se me acerque… Es un monstruo - Y esa simple palabra terminó por quebrarme...

Remember (G.D Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora