«𝙡𝙤𝙤𝙠𝙞𝙣𝙜 𝙛𝙤𝙧 𝙙𝙖𝙙» → chanbaek #1

«2»

—Vamos bebé, come —pidió Baekhyun mientras intentaba que el pequeño Changkyun se alimentara.

Sin embargo, este se cruzó de brazos y negó con su cabeza decidido.

—No.

—¿No? ¿Por qué no quieres comer?

El pequeño miró con desagrado las verduras en su plato e hizo una ligera mueca que logró hacer reír un poco a su padre.

—No te gustan las calabazas, ¿eh? Bueno... ¿patata? —inquirió.

—No —contestó nuevamente Changkyun.

—¿Zanahorias? —el niño negó —Ah~ ¿qué se supone que debería darte de comer...? ¿Carne a la parilla?

Rápidamente Changkyun comenzó a asentir furiosamente.

—¡Sí! ¡Cadne! —exclamó.

—¿Ah...? —suspiró rendido —Está bien, iremos por carne ahora mismo, pero sólo si comes un poco de tus verduras.

—No, no —protestó el niño, nada a gusto con la idea.

—Sólo un poco de patata y nos vamos, ¿bien?

Changkyun lo miró inseguro e indeciso, pero observó la patata en su plato y con una mueca en sus labios la tomó en su tenedor dificultosamente. Entreabrió sus pequeños labios y sin interés en la descolorida comida, la metió dentro de su boca, masticándola con molestia.

—Eso es~ —animó su padre contento.

[...]

Baekhyun cargó el niño en la carriola y comenzó a llevarlo mientras iban por la acera. La tienda no estaba tan lejos de su casa y además podía aprovechar una caminata ya que era fin de semana. Caminó unas tres cuadras y cuando por fin llegaron a la tienda, Changkyun hizo todo tipo de maniobra para bajarse.

Una vez que guardaron la carriola, Baekhyun tomó la pequeña mano de su hijo y comenzaron a caminar directamente hacia el área de las carnes. El mayor comenzó a observar cada paquete, tratando de elegir la mejor. En cambio, Changkyun se mostraba más interesado en ir hacia el pasillo que estaba detrás de ellos, repleto de dulces y golosionas. Por eso mismo fue que empezó a tirar de la mano de su padre, o más bien parecía querer soltarse de ella.

—Chang, espera —le pidió pacientemente.

—Allá —señaló el pequeño, llamándole la atención.

—¿Huh? ¿Qué quieres? —inquirió Baekhyun.

El niño tiró de él nuevamente, tambaleándose en el intento, pero de todos modos logró llevar al castaño hasta las góndolas.

—Eso —dijo, señalando una bolsa de malvaviscos.

—¿Quieres malvaviscos? Pero ni siquiera los comes...

Changkyun lo miró con un pequeño puchero en sus labios y los ojos brillosos.

—Eso... —repitió.

Baekhyun rodó los ojos.

—Está bien, está bien.

[...]

En el camino de regreso Changkyun comenzó a llorar. Baekhyun no entendía por qué. Detuvo la carriola y lo observó, revisando de que todo estuviera en orden.

—Hey, ¿qué pasa? —preguntó, pero su hijo sólo continuaba llorando.

Revisó su pañal, sus ropas, incluso en sus zapatillas para saber si tenía alguna espina o algo que molestara. Sin embargo, todo estaba bien, al menos en ese aspecto. Entonces el pequeño se sentó y comenzó a mirar hacia atrás mientras seguía en su asiento, llorando todavía.
Baekhyun no lo entendía. Siguió la mirada de su hijo, pero no comprendía. Se colocó en cuclillas frente al niño y lo llamó.