Una pequeña historia (One Piece X Reader) ONE-SHOTS

Zoro x Reader

Pedido de rociobruni

PD: Los nombres de personajes de otros anime o cosas populares fueron cambiadas por derechos de autor.

—Realmente deberías intentar bajar de peso, ___—. Oigo a mi amiga mientras observo que come su pizza.

—Cállate y déjame comer tranquila, Bonney—. Respondo de mala gana mientras tomo una rebanada. —¡Estoy bien de peso según mi doctor!

—¿Estás segura de confiar en lo que Law te dijo? Sabes que lo conocí en la escuela y no parecía "confiable" precisamente...— Apenas logro entender lo que dice con la comida en su boca.

—Ya fue reconocido a nivel internacional por otros doctores y es un buen amigo. Confiaría mi vida en él si es necesario... Además, fue él quién salvó a Zoro de morir—. Oigo a mi amiga suspirar.

—Sí... Supongo que tienes un buen punto...—Noto que saca el celular y me mira sorprendida—. ¡Oye, mejor vete de una vez! ¡Es tarde!

Apenas me muestra la hora, tomo mi bolso y salgo corriendo de la tienda, despidiéndome de ella y de la dueña del lugar: Nojiko. En ese lugar sirve increíbles postres y comidas de todo tipo gracias a un cocinero que va a ayudarle durante los fines de semana por pedido de la hermana menor de ella: Nami. A ellos los conozco gracias a mi gran amigo de la infancia y de quién me enamoré... Roronoa Zoro.

Desde que lo conocí, ha sido alguien lleno de determinación por sus sueños, tosco y algo idiota, no puedo negarlo... Pero también es extremadamente leal y confiable, hasta el punto en donde puedes dejar tu vida en sus manos y sabes que él hará lo imposible por protegerla. A él le gusta mucho el uso de la espada, hasta el punto de haberse enfrentado una vez a Dracule Mihawk, el mejor usuario de Kendo del mundo... No le fue muy bien que digamos. Terminó demasiado rápido la ronda y Zoro terminó lleno de lágrimas en el piso, jurando no volver a perder.

—Debería llevarle algo de arroz blanco y carne...—. Susurro, observando los precios de los ingredientes.

Desde ese entonces, él ha estado entrenando muy duro. Más de alguna vez se ha terminado hiriendo hasta el punto de necesitar varios días de recuperación o incluso cirugía... Aunque esta vez, él está en el hospital por otras razones... Hace unos días sufrió un horrible asalto donde casi lo matan; su pecho fue cortado a la mitad... No sé cómo demonios lo hizo para conseguir dejar inconscientes a los tipos y llegar por su propio pie hasta el centro de salud más cercano. ¡Se estaba desangrando! Bueno... Supongo que tienen razón cuando dicen que los idiotas no mueren fácilmente.

—¿Viene a ver a alguien?— Me pregunta una chica de cabellos celestes amarrados en una coleta alta.

—Sí, vengo a ver Roronoa Zoro. Llegó aquí hace unos días por un asalto....— Noto que escribe en el pc algo y luego de unos segundos, asiente.

—Está en la habitación 320.— Le doy las gracias y me dirijo hacia el ascensor.

El hospital no es tan grande, sino que usa un sistema de habitaciones bastante simple... El primer número (en este caso, el "3") viene a ser el piso en el que se encuentra el paciente y los otros dos dígitos son el número de habitación al que le corresponde. Si bien es cierto que tiene varias habitaciones y es uno de los mejores equipados, no llegan a 300.

Toco la puerta suavemente y, tras unos segundos, oigo la voz de mi "flechazo" (como dicen en los juegos de citas y esas cosas que usualmente juego para olvidarme de mi soltería), permitiéndome entrar. Apenas abro la puerta, veo a Zoro acostado con el ceño fruncido y mirando hacia la TV.