Capítulo 22.

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Me mordí el labio con tanta fuerza que podía haber provocado que sangrara- yo...emm… quiero mi horario- crucé mis brazos bajo mis pechos haciendo que se levantaran más de la cuenta y nuevamente la mirada de Dominic fue a parar a allí. Las chicas de Amelia ganaron el Round 2.

Dominic dudó unos segundos en si yo estaba mintiendo o simplemente era verdad que necesitaba el horario- ¿Siempre eres así de persistente?- dio un paso hacia mí analizando mi estado pero no, no iba a golpearlo esta vez o...insultarlo.

-¿Qué clase de periodista sería?- le dediqué una sonrisa coqueta y relamí mis labios. Dominic se llevó las manos a los bolsillos de su pantalón hecho a medida y mi sonrisa se ensanchó- ¿problemas con el autocontrol Dominic?

No debí de haber dicho eso pero mi misión era molestarlo ¿no? Dominic dio otro paso hacia mí, la distancia entre nosotros cada vez se volvía más pequeña pero ahora mismo todo me daba igual. Estaba aquí para cumplir una misión y eso es lo que iba a hacer.

-¿Lo tiene usted?- su ceja derecha se elevó provocando en mí una extraña sensación- llamadme rara pero se veía jodidamente caliente- No pude evitar dar un paso hacia él, empequeñeciendo nuestro espacio.

-Digamos que mi autocontrol es algo de lo que me enorgullezco.

-Autocontrol ¿eh?-murmura Dominic bajando la mirada hacia mis ojos aunque llevase unos tacones de 12 cm de alto, él seguía siendo casi dos cabezas más alto que yo- si mi memoria no me falla recuerdo haber probado esa teoría contigo y ambos sabemos que eso no es cierto pero podríamos probarlo de nuevo….ya sabes….

Los músculos de mi centro se apretaron y mi piel empezó a calentarse ¿cómo unas simples palabras podían provocar todo eso en mi cuerpo? Necesitaba tomar aire fresco pero teniendo a Dominic interponiéndose en mi camino me era imposible correr hacia la puerta y salir de aquella sala “Prometo no volver a entrar en una sala de este edificio nunca más”  Le miré una vez más sin saber que decir….en mi cabeza sólo se reproducían imágenes de ambos en diferentes formas y estados….

Como en su cama, debajo de él, con sus dedos bailando por mi piel y sus labios poseyendo los míos. ¿Qué carajos? ¿qué estaba mal conmigo? Era él el que tenía que quedarse con dolor de testículos no yo con un inmenso calor bajo mi estómago en mi parte sensible. Noté como su dedo acariciaba la curva de mi cuello y paraba en mi hombro para volver a hacer el recorrido hacia arriba. No podía pensar con claridad, no cuando tenía las manos de Dominic sobre mí…. Di un paso inconsciente hacia él, nuestros pechos casi rozaban pero sólo era eso...su ágil mano acariciando mi hombro.

Junté nuestros pechos sin dejar un sólo segundo de mirarle. Me había perdido en esos ojos azul cielo. Estaba perdida en todos los sentidos. Él había conseguido meterse bajo mi piel con tan sólo una caricia...  Noté como su aliento en mi oreja erizaba toda mi piel haciéndome estremecer. Levanté mi mano dejándola sobre su pecho con cuidado, podía sentir su caliente piel bajo la fina tela de la camisa. Su boca se desplazó de mi cuello a quedar centímetros de mis labios y así estuvimos por lo que parecieron horas rozando nuestros labios…

Siempre tuve ese sentimiento de culpabilidad dentro de mí que retenía todos los impulsos que me daban pero hoy, en este momento, estando tan cerca de este hombre el cual era el causante de esos impulsos y culpabilidad, desaparecieron. No me sentía culpable en lo más mínimo. Quería besarlo y sentir esas explosiones que se producían en mi interior. Quería que me tocara y que mi piel ardiera después de su toque. Su aliento se mezclaba con el mío y eso sólo me estaba mareando de alguna forma, levanté la mirada de sus perfectos labios para encontrarme con sus ojos que se habían vuelto  más oscuros desde la última vez que los miré.

Subí mi mano por su pecho hasta posicionarla tras su nuca para luego tirar de él lentamente y hacer que nuestros labios chocaran.  Podía notar la desesperación en ese beso, la intensidad, lo que ambos estábamos esperando y sobre todo se podía sentir...pasión. Las manos de Dominic se posicionaron tras mi cuello y tiraron más de mí hacia él. Gemí sobre sus labios, un cosquilleo se empezaba a formar en mi estómago… había sentido ese cosquilleo antes pero no había sido con ningún otro hombre...sólo Dominic provocaba eso en mí.

Amor Mentiroso [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora