CAPITULO 3: UNA SEVERA ADVERTENCIA

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En la casa Loud a las 5:30am todo los integrantes de la familia duermen, menos 2 hermanos quienes tienen unan platica un tanto seria. -entonces ¿qué haremos amor? Pregunto una deportista algo deprimida. -si tú crees que voy a terminar contigo, estas muy equivocada. La castaña manejo esa posibilidad, pero ver la inmediata respuesta de su amado, la calmo un poco y la hizo pensar cual podría ser la mejor solución. -tranquila amor, no por nada soy el hombre del plan.

La deportista amaba cuando su novio decía esas palabras, le traía recuerdos lindos y graciosos, pero últimamente solo amorosos, el albino noto esa sonrisa, y la tomo por sus hombros dándole un pequeño beso, eso le encantaba a la castaña, que sin importar el tiempo transcurrido, su novio seguía siendo igual de cariñoso y atento que hace 3 años. -no te preocupes amor, desde ahora mi segunda prioridad será cuidar a nuestras hermanas. Esto le llamo la atención a su novia. -espera como que segunda prioridad, entonces ¿Cuál es la primera? Con un beso profundo y pasional, mientras comenzaba a acariciar su espalda daba su respuesta a su amada.

Ambos se dejaron llevar por la pasión y el momento. -espera conejito, creí que estábamos viendo cómo resolver el problema de Lucy. El albino no la dejaba escapar, mientras seguía recorriendo su cuello con sus labios. -creo que quedamos en que protegeríamos a nuestras hermanas, a como dé lugar, sin olvidar amarnos. Dijo eso mientras iba metiendo sus manos bajo el short de su hermana. -Lincoln tranquilo, pronto amanecerá, y hay que volver a nuestros cuartos. Decía entre gemidos ya que sentía como, los dedos de su amado iban entrando dentro de ella. -tranquila amor, falta más de cuarenta minutos para que se levanten.

Dicho y hecho comenzaron a ceder a sus impulsos, pero en medio del coito, mientras el albino la penetraba con vigor, la castaña, sintió como la mano izquierda del albino, iba acercándose mas a su trasero, al inicio pensó que su novio estaba al juguetón, pero se estremeció, al sentir como uno de sus dedos, iba entrando en su ano. -calmado conejo pervertido ¿Qué crees que haces? El peliblanco sin inmutarse solo le responde. -le hago el amor a mi novia. Y siguió con sus envestidas, mientras jugaba con el trasero de su hermana.

Ella no lo pudo resistir más, se separó de él de golpe, el albino pensó que lo arruino, pero su arrepentimiento duro poco al ver a su novia que estaba recostada sobre un colchón, con la cara puesta en una almohada, y separando sus nalgas, dejando una vista perfecta de su parte trasera. -si quieres hazlo de una vez conejito, pero esta trata de ser amable. Decía eso porque todas las veces que lo hicieron por ahí, el peliblanco se dejaba llevar por la lujuria, si bien le gustaba que su pareja se vuelva algo dominante con ella, le dolía después de sus duras estocadas. -no te preocupes amor, así será. Y lentamente, puso su miembro en la entrada, y mediante caricias, y uno que otro juego, ya estaba lista, él se puso en posición, y con todo el tacto posible comenzó con el acto.

Ya en el comedor, toda la familia estaba desayunando, y había unas cuantas hermanas con una sonrisa en su rostro, sobre todo una castaña, sus padres supusieron que era por el fin de semana, y ya tenían sus planes, con amigos o parejas.

Todos estaban metidos en sus cosas, pero la matriarca, noto que en la mirada de su hijo, una sonrisa algo falsa, y eso la hizo pensar, que tenía un plan con respecto a los problemas de su hermana Lucy, ella solo rezaba en sus adentros que no haga nada malo.

Mientras cada uno charlaba de sus cosas, un albino se puso de pie con sus planes ya listos en mente. -gracias familia, pero debo irme rápido, ya que quede con mi grupo para hacer un trabajo. Los padres lo entendieron, al igual que las hermanas. Lo que no sabían era que su familiar se dirigía a cazar a un peli naranja pecoso, la única que sintió que algo andaba mal era su madre, y con preocupación, vio a su hijo partir, a gran velocidad, en su bicicleta.

Una vez cruzada la primera cuadra, el albino dio la vuelta en sentido contrario a la escuela, y fue rumbo al domicilio de su amigo Rusty, tardo unos diez minutos al llegar, su resistencia y velocidad mejoro desde que entrenaba con Lynn y Tito, se detuvo unas 3 casas antes a esperar a que salga el muchachito, vio a su amigo pecoso, salir a toda velocidad a perseguir el auto bus. -nunca cambiaras ¿verdad? Se dijo en sus adentros, mientras se le escapaba una pequeña carcajada.

Ella es mía. (Lynncoln)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora