Capítulo 7.

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Llaves pequeñas y un cadáver en el bosque.

Extrañamente me levanté temprano...

Bueno, no extrañamente, lo admito, puse una alarma en mi celular la cual fielmente sonó a las seis de la mañana.

Hoy me tocaba día de limpieza y si terminaba temprano podría hacer cualquier otra cosa que quisiera después y hasta ahora tenía pensado ir a casa de Jaden, mi mejor amigo, el estúpido me tiene abandonada pero esto se acaba hoy mismo.

Voy a descubrir por qué carajos tiene una semana sin venir a mi casa, sin llamarme y a duras penas me manda menos de cinco textos diarios.

¿Se habrá conseguido una novia?

O...

¿Me habrá cambiado y ahora tiene a otra mejor amiga?

Ay pienso muchas cosas raras, lo sé, soy paranoica, siempre pienso lo peor.

Aunque se han dado muchos casos donde las personas cambian a sus mejores amigos, entonces no es tan tonto que piense eso.

Lo mejor será que salga de abajo de la ducha y comience a limpiar, de lo contrario pasaría todo el día aquí pensando idioteces sin saber realmente lo que pasa.

Y así lo hice, salí del baño, me puse ropa cómoda que por lo general la usaba holgada para limpiar, me recogí el cabello en un moño mal hecho y fui a la habitación de mis padres para comprobar que no hubiera ropa sucia.

Cuando abrí la puerta el olor a limpio y a guardado fue lo primero que me recibió, mis padres siempre tenían su habitación limpia y organizada así que yo solo entraba para buscar sus ropas sucias, lavarlas y volverlas a dejar en la cama, a ellos no les gustaba que nadie entrara, ni siquiera yo pero preferían eso a que limpiara una extraña, antes cuando contrataban a una persona para la limpieza de la casa, esa persona tenía prohibido abrir esa puerta y pisar está habitación.

Por eso mamá siempre mantenía casi todo limpio para que yo no tuviera nada que buscar aquí más que la ropa sucia.

Nunca entendí el misterio si ellos tan solo son abogados de vienes raíces inmobiliarios pero si a ellos les gustaba su privacidad yo no me consideraba quien para violarla.

Aunque todo tiene una excepción.

Al entrar a la habitación todo estaba casi oscuro, caminé hacia la parte del guardarropas donde dejaban el cesto de la ropa sucia y cuando lo abrí no había.

Que alivio, menos trabajo para hoy.

Lo cerré y me di la vuelta para irme pero gracias a la poca luz que entraba pude ver unos papeles y folletos regados en el suelo frente al escritorio, que extraño, me dirigí ahí, me arrodillé en el suelo, comencé a recogerlos y ordenarlos, después los puse en el escritorio y me dispuse a salir del lugar.

Inmediatamente al darme la vuelta algo comenzó a sonar ruidosamente como un tipo de alarma para autos.

Di un pequeño salto en mi lugar por el susto y volví a mirar el escritorio, el ruido venía de ahí, abrí todas las pequeñas gavetas con rapidez y miedo a la vez pero no había nada que produjera ese sonido en ninguna.

No lo entendía, el ruido ensordecedor estaba saliendo de ahí pero no encontré nada, deslice la silla y me di cuenta de que había otra gaveta mucho más pequeña que las demás, pero estaba cerrada con llave.

¿Como iba yo a saber donde estaba la llave?

Busqué en el escritorio pero ahí no había ninguna llave, volteé a ver las dos mesas de noche y sobre una había un pequeño cajón de madera clara, fui allí, adentro había una llave diminuta, volví casi corriendo al escritorio y me deslice por el suelo hasta la gaveta, introduje la llave y entró sin problema.

Pero que creen?

La llave no giró, lo intenté varias veces pero no hizo nada, ese ruido ya prometía dejarme sorda, iba a dejarlo así y darme por vencida pero recordé que en la sala, detrás del televisor tenían otro cajón muy parecido.

Cuando salí de la habitación y comencé a caminar por el pasillo me detuve con el ceño fruncido y expresión de "¿Que diablos?"

Ya no había ningún ruido, todo estaba tranquilo.

Volví a la puerta de la habitación, agarré el pomo, la abrí y el maldito ruido penetró mis oídos nuevamente, la cerré y el silencio volvió, repetí esto un par de veces más.

Oh... Así que puertas contra sonidos, muy astutos ¿que esconden mamá y papá?

Bajé y subí rápidamente con la otra llave diminuta en mis manos, me preparé mentalmente para revivir la tortura en mis oídos y abrí la condenada puerta.

Me senté en el suelo, introduje la otra y esta sí que dio resultado, la gaveta se abrió y deslizó hacia mí, era pequeña pero larga, adentro tenía un marcador rojo, tenía fotos de personas y esas fotos tenían una equis roja en las caras de ellos.

¿Que diablos era esto?

¿Mis padres estaban eliminando gente o que?

Entre esas fotos habían dos diferentes, todos eran personas grandes pero esas eran de dos niños, aun no tenían la equis, parecían gemelos, eran idénticos.

¿Iban detrás de niños?

No quiero ser pesimista pero esto parece una eliminación de personas donde hay dos niños que aún no han sido marcados.

¿Para qué la marca de una equis en las caras de esas personas? ¿Que era lo que hacían con ellas?

No creo que venderles casas.

Negué con la cabeza y metí la mano en el cajón para sacar lo que sea que estaba rompiendo mis oídos y lo que saque fue una cosa cuadrada, ruidosa y con un botón en medio, nada más.

No sabía si detonaría una bomba o apagaría él sonido pero presioné el botón sin pensarlo dos veces.

Y sí, se apagó al fin la detestable cosa.

¿Por qué comenzó a sonar? No lo sé.

Lo que sí sabía es que me iba a ir de ahí ya mismo pero no antes sin llevarme las fotos de los niños, no tenía claro que haría con ellas pero no las dejaría ahí aunque mis padres después se enteraran.

Una hora y media después ya había terminado de limpiar y me aseguré de dejar todo en su lugar, incluyendo las llaves y todo eso, menos las fotos.

Estaba lista para irme cuando recordé que dejé el televisor encendido.

Fui a apagarlo pero lo que estaban presentando en el canal de las noticias me dejó totalmente boca abierta.

—Una llamada anónima nos puso en alerta de un cadáver de mujer encontrado en el bosque en horas de la madrugada desnudo y con múltiples heridas, el mismo fue recogido y llevado a los forences quienes aun investigan la estocada que dio muerte a la mujer, de la cual todavía se desconoce su identidad, hasta el momento se están interrogando todos los presentes quienes parecen no estar en todos sus sentidos y se investiga minuciosamente la escena del crimen para dar con el responsable de esta violenta muerte, se les recomienda a todos no acercarse ni merodear por el bosque mientras se está llevando a cabo la investigación...

Apagué el televisor.

Estaba pasmada en el lugar, había un asesino entre nosotros anoche y yo estuve ahí, pueden averiguarlo, pueden querer interrogarme, aunque no tenía nada que temer, quiero decir, no era asesina, sé que no lo hice, tampoco sé quien lo hizo.

A menos... Que haya sido el desconocido con el que me encontraba, pero vi cuando se fue, lo seguí hasta su casa.

No seas tonta, pudo volver.

¿Que estaba pasando a mi alrededor?

¿Quien eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora