Capítulo 14.

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¿Quien anda ahí?

POV ADELE.

Abrí los ojos lentamente acostrumbrandome a la luz, al recordar lo que pasó anoche me levanté tan rápido que mi cabeza palpitó.

Ese idiota desconocido, muy creído, ¿se cree que puede tratarme así? Pues no! Cuando lo vuelva a ver se las verá conmigo, va a saber quien soy yo.

Está tratando deliberadamente de alejarme y quiero saber la razón.

Al mirar a mí alrededor me entero de que estoy en mi casa, en mi habitación, en mi cama.

¿Que carajos?

¿Cómo consiguió traerme hasta aquí?

Y ahora que recuerdo...

Salí de mi habitación como flash y bajé las escaleras casi cayendome de boca, cuando llegué a la sala estaba todo desordenado, los helados y todas esas cosas estaban regados por todas partes, supongo que la señorita Agnes se habrá ido dejandome este desastre, me lo meresco por haberla dejado sola.

Me dirigí a paso de tortuga a la cocina restregandome los ojos, abrí el refrigerador, agarré la leche...

-Buenos díassssss.

-Aaaaaaa!

-Aaaaaaaaaa!

Gritamos las dos al mismo tiempo al vernos, ella parecía sacada de una película de terror.

-¡Ay madre de los tomates!- Quedé pasmada con la leche en las manos fulminando con la mirada a mi mejor amiga,- ¿Estas loca? Acabas de pegarme el susto de mi vida, pareces espantapájaros.

-No es mi culpa que hayas creído que me había ido y tú tampoco pareces estrella de cine, más bien pareces Victoria Rufo después de filmar varias escenas, estuviste llorando y me vas a contar por qué,- dijo llegando hasta mí y quitándome la leche de las manos,- Antes del desayuno revelador amiga mía, vas a ir a bañarte y arreglarte un poco, no puedo con tu apariencia, yo mientras tanto voy a estar ordenando todo y cuándo bajes preparamos el desayuno juntas, va? Va.

Rodé los ojos,-Te he dicho miles de veces que no respondas por mí y no hay nada que contar.

-Mmm, de eso no estoy tan segura, ahora vete, haz lo que te digo,-Dijo sacándome de la cocina.

-Pareces general, eres más mandona que cualquiera,- Bufé.

-Aquí nos vemossss.

Argh, está loca.

Luego de que me bañara e hiciéramos el desayuno, nos sentamos juntas en la sala, ya estaba todo limpio.

—Y dime Addy, por qué estabas llorando? Ésta mañana traías los ojos bien rojos e hinchados,— Iba a responder cuando puso la mano ante mí para que callara,— No se te ocurra mentirme, te conozco muy bien, a mí no me engañas.

Solté un bufido,— Últimamente todos dicen conocerme,— Susurré.

–¿Que dices? ¿a qué te refieres por todos? Sí estás hablando del inútil de Jaden por favor no me amargues más la mañana.

–No, no estoy hablando de él.

–Entonces... ¿de quien?

–Nadie, no es nada, olvidalo– me metí un gran pedazo de pan en la boca.

–¡Aaaaa no! Me vas a contar ahora mismo qué es lo que está pasando, llevas unos días distraída y ahora me ocultas cosas, nunca me habías tratado de ocultar nada, sabes que sé cuando mientes, eres muy obvia Addy, ahora cuenta,— Achinó los ojos hacia mí esperando mi respuesta pero yo no sabía que decirle, ¿que parte contarle? ¿cómo decirle que llevaba noches viéndome con un desconocido en un bosque que todos llaman peligroso?

¿Quien eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora