4

302 63 4
                                    

Al despertar a la mañana siguiente, Jimin ya está en la cocina. Claro que no se fija en que ando a medio vestir y sigue en la suyo como si nada.

-Ah, Buenos días. Ahora voy a hacer el desayuno, ¿sí? Siéntate y espera, ¿si? -Me pongo junto al sonriente Jimin y me asomo a ver el contenido de la cacerola que tiene en la mano. Está llena de agua.

-¿Qué habrá para desayunar hoy?

-Mm... Vegetales cocidos y... Vegetales cocidos y... Vegetales cocidos... -Lo sabía.

-Oye, ¿te moleta si preparo algo yo hoy?

-Tú, ¿Jungkookie?

-Sí, aunque no lo parezca, soy bueno para cocinar. -En realidad, he estado pensando en esto desde ayer. Parece que Jimin no sabe cocinar nada más que vegetales cocidos y no usa más condimentos que sal y pimienta. Es verdad que me ha causado algunos problemas, pero también me ha ayudado muchísimo, así que me gustaría hacer algo por él. Pensé que aceptaría con una de sus grandes sonrisas, pero veo que su reacción es muy diferente.

-No, no. Te vas a hacer daño.

-¿Eh? No pasa nada, que no soy tan torpe.

-Cocinar da miedo, las cosas explotan y te quemas, es muy peligroso, ¿sabes? -Me pregunto qué accidentes habrá tenido en el pasado.

-Te digo que está bien, déjamelo a mí.

-Pero...

Luego de calamar al atarantado Jimin que intenta detenerme, examino los utensilios de cocina. Cacerolas, sartenes, cucharones y espátulas. Me pregunto por qué tiene tantas cosas si nunca cocina nada tan complicado.

Jimin me muestra la despensa, donde encuentro leche y mantequilla.

-¿Esto es salmón? -También encuentro algo que parece pescado de color rosado envuelto en una delgada piel.

-No, eso es oputepukurusu.

-Opute...

-Oputepukurusu.

-Opu...

-Oputepukurusu.

¿Qué hago?

Parece que es un pescado comestible.

-Bueno, voy a hacer esto a la meuniere, ¿vale? -Tomo los trozos, los sazono con sal y pimienta y luego los rebozo en harina de trigo. En un sartén bien caliente, primero frío la parte de la piel.

-Ah... Está saltando ¡Te vas a quemar! Cuidado, es peligroso -Jimin da vueltas nervioso a mi alrededor, como una madre que deja que su hijo cocine por primera vez. Pero al ir avanzando en la preparación de mi plato, empieza a parecer más bien un niño ansioso por su comida. -Huele rico... ¿Qué estás haciendo? Oye, oye, ¿qué estás haciendo?

-Todavía es secreto. -Sobre el pescado frito, aplico salsa hecha de mantequilla, limón y perejil. Es de mañana, así que está bien si comemos sólo esto. -Ya está listo. -En cuanto el fragante aroma del pescado llena el comedor, los ojos de Jimin brillan y se clavan en él.

-Genial... Jungkook, ¿de verdad tú hiciste esto? Genial, genial. -Pero si me vio cocinar todo el tiempo. No sé por qué dice eso. Sin embargo, ese comportamiento me parece adorable, no sé por qué. Es extraño que una persona con un cuerpo tan grande ponga esa cara tan inocente, como la de un niño. -¡A comer!

-¿Qué tal?

-Am, mgh, amm...

-¿Está rico? -Sólo con ver cómo se llena la boca entusiasmado puedo saberlo. Pero me gustaría escucharlo, así que de todas formas pregunto.

En sueño y vigilia /JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora