6

322 59 12
                                    

La luz de la luna que entra por el espacio entre las cortinas es tan brillante que hace daño a mis ojos. Me pregunto si Jimin estará en su cuarto. A esta hora seguro estará durmiendo. O quizá haya salido a ver a alguien. Últimamente siento que Jimin me evade.

No, no es eso.

Él no se me acerca porque yo lo estoy evadiendo.

Cuando nuestras miradas se encuentran él siempre me sonríe. Soy yo el que no hace. Por eso ya no me habla si no tiene nada importante que decirme.

Sí, el que está mal soy yo.

Es que no quería enamorarme. Cuando te enamoras, sólo con pensar ciertas cosas, te deprimes, te duele, te dan ganas de llorar. Si no me hubiera enamorado, no tendría ni que saber de estas cosas.

¿Si no me hubiera enamorado?

¿Pero de quién se supone que estoy enamorado?

Pestañeo una vez. Una lágrima perlada cae de mis ojos y rueda por la sábana. Justo antes de caer de la cama es absorbida por la tela. Sólo queda el dibujo de un círculo. Seguro esa lágrima sabía lo que de verdad siento. Pero desapareció antes de que pudiera preguntárselo.

Qué va. Yo también lo sé.

Yo amo a Jimin, ¿no?

Es sólo que todo ocurrió sin que me diera cuenta, me dio miedo y no lo quise aceptar, ¿no?

-Jimin, te amo... -Al decirlo suena tan simple... Mi corazón está repleto de este sentimiento. -Te amo, Jimin, te amo. -Acabo de comprender que el amor no es algo que puedas decidir cuándo quieres que llegue. Él simplemente llega y no lo puedes evitar. -Te amo.... Te amo...

No importa si no debe ser.

No importa si es un error.

Lo único que importa es que lo que siento por Jimin es real.

Ya no quiero tener miedo de salir herido, ya no quiero seguir huyendo.

-Jimin, te amo... -Al repetir esas palabras como un hechizo de pronto me invade el sueño. Como siendo absorbido por algo, mis ojos se cierran.

La misma luz de la luna que antes hería mis ojos, ahora envuelve mi cuerpo dulce y tiernamente. Muy agradecido de esa luz, dejo que mi cuerpo se sumerja en las aguas del sueño.

Una tarde, al regresar interior de la casa luego de tender la ropa, me doy cuenta de que Jimin no está. Al pasar por el comedor, divido una nota sobre la mesa. "Me fui al mercado." Jimin sabe escribir con características del mundo humano. Quizá los aprendió gracias a su hábito de recoger cosas en el bosque. Muchas veces compra dulces del mundo humano a personas autorizadas para cruzar el portal del makai. Parece que se las arregla muy bien. Tiene algunos errores, pero de todas maneras doblo el papel con mucho cuidado y lo guardo con cariño. Cuando él regrese, le pediré disculpas. Le pediré por haber sido tan maleducado. Esta noche le prepararé su comida favorita. Me pregunto si me perdonará...

Ojalá me perdone.

Y llegó el momento en que la luna cambia de color naranja a un pálido azul.

-Ya re-gre-sé... -Al oír la voz de Jimin en la entrada, apago el fuego al estofado que estoy preparado, doy un gran suspiro y salgo a recibirlo.

-¡Bienvenido a casa! -Quizá porque de hace tiempo que no salía a recibirlo, primero me mira confundido. Sin embargo, no tarda en dedicarme una sonrisa.

-¿Ya te sientes mejor? -Así que estaba preocupado por mí.

-Sí... Disculpa, ya estoy bien.

-Ya veo, ya veo... Ah... Pero, de todas maneras, toma esto...

En sueño y vigilia /JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora