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Una luz blanca se cuela entre mis párpados. Despierto por la mañana, en medio de una apacible atmósfera. El color amarillento de la luna indica que ya es casi mediodía. Su luz cae sobre mí dibujando suaves curvas. Este despertar tan agradable me trae un presagio de felicidad que seguro durará el día entero. Al principio me negaba a llamar "mañana" a un despertar bajo la luna, pero creo que ya me he acostumbrado.

Al girar hacia un lado, adormilado aún, me encuentro con unas largas y hermosas pestañas negras. Una leve brisa que se cuela por la ventana mece los rizos de esa persona.

Ah, cierto.

Estoy entre los brazos de Jimin.

Lo abrazo más fuerte y me acomodo en su pecho desnudo. Así, recuerdo lo que pasó anoche y mi cara se pone como un tomate. Pero... me siento feliz.

¿Qué le diré a Jimin cuando despierte?

Primero le diré "buenos días"

Y luego "te quiero"

Y luego... "bésame"

Ojalá despierte pronto.

Espero que la persona que amo despierte, mientras observo aquellos labios que anoche me besaron tantas veces.

Esta vez Jimin se mueve y se acerca a mí. Su cara está tan cerca que puedo sentir su aliento en mi mejilla. Muy nervioso, me inclino un poco y lo rozo con mis labios. Esas largas pestañas se levantan y bajo ellas aparecen aquellos ojos dorados.

-B-Buenos días... -De repente, me baja la vergüenza y aparto los ojos. Entonces Jimin me aprieta contra él. –Jimin... -Estando así entre sus brazos, de verdad me siento como su novio...

Qué felicidad...

Justo cuando estiro mis manos para corresponder su abrazo, Jimin abre los ojos de repente, al parecer muy alarmado.

-¿Jungkook? ¿Por qué estás aquí?

-¿Eh?

-Ah... Cierto, anoche dormimos juntos, ¿no? Buenos días.

-B-Buenos días...

-Qué bien dormí... Vaya, tengo mucha hambre... -Suelta un largo bostezo y luego se levanta. Recoge la ropa que anoche quedó esparcida por el suelo, se la pone y sale de la cama. -¿Es de mañana? ¿De medio día? ¿Y el desayuno? Mm... Quiero desayunar... -Dice con una inocente sonrisa.

-S-Sí... Vale, lo prepararé...

-Hehe... Gracias, esperaré abajo.

-Este, Jimin...

Bésame

Sin darme tiempo para emitir esas palabras, Jimin deja atrás el cuarto. Me ha dejado dolo. Observo atónito la puerta por donde ha salido.

¿Así va a ser nuestra primera mañana?

¿No debería ser más feliz, más encantadora, más... romántica?

Aguantando las ganas de llorar, también me cambio y bajo a la cocina a preparar el desayuno.

-Omelette... Omelette... Omelette con mucha mantequilla... -Mientras frío un omelette lleno de un vegetal parecido a la espinaca, Jimin se para atrás de mí a mirar como cocino mientras canta una canción, como siempre. –Hoy también se ve delicioso...

-Sí, ¿verdad? –Jimin está muy alegre, de un humor diametralmente opuesto al mío. Pero claro, si el muy desconsiderado está haciendo como si anoche no hubiera pasado nada. Como si hubiera olvidado que dijo que me amaba, que me besó, que hicimos el amor varias veces.

En sueño y vigilia /JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora