Solo en el bosque

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Ésta es una historia corta que nos cuenta un poco más sobre el pasado de Jimin, sobre cómo llegó a vivir en la casita del bosque y a trabajar vendiendo objetos del mundo humano.

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"¡Cielos, de verdad eres tan torpe que no sirves para nada! ¿Por qué siempre tiene que pasar esto?"

Su madre lo regaña.

¿Por qué? ¿Por qué le grita con esa cara tan aterradora?

Él lo sabe. Lo hace porque él es el más torpe de sus hermanos para realizar el trabajo que les manda su madre.

Pero se pregunta por qué tiene que enojarse tanto. Jimin no reclama, no se mueve, simplemente escucha distraído las palabras que su madre emite contra él.

"Vayan a buscar hierbas medicinales al bosque."

A todos los hermanos se les dio ese sencillo trabajo.

Simplemente debían ir a recolectar ingredientes para su padre, que trabaja como farmacéutico.

Llevando una enorme cesta y una caja con su almuerzo, Jimin y sus dos hermanos mayores partieron al bosque muy temprano. Al atardecer, sus hermanos trajeron sus cestas repletas de hierbas medicinales; a diferencia de ellos, Jimin trajo su cesta repleta de adorables flores. Un montón de plantas que no sirven para fabricar remedios.

A pesar de eso, su madre, al ver cómo su hijo se había esforzado todo el día por recoger todo eso, decidió buscar en la canasta a ver si encontraba alguna cosa que pudiera servir para las medicinas. Porque está claro que su madre no lo odia, quiere a Jimin tanto como a sus demás hermanos.

Lamentablemente, los esfuerzos de su madre fueron en vano. Apenas una o dos servían para fabricar medicina. Fue entonces cuando la señora perdió la paciencia.

"Lo siento..."

Jimin está consciente de que lo están regañando, por eso baja la cabeza. Sin embargo, no logra comprender por qué lo regañan.

En el bosque hay montones de tesoros ocultos. Piedras brillantes, flores de vivos colores e insectos con espaldas doradas.

A los ojos de Jimin, todas esas cosas tienen muchísimo más valor que las hierbas medicinales, por eso pensó que su madre se alegraría mucho más con ellas.

Mas el premio por haber vuelto a casa pensando en la sonrisa de su madre ha sido éste. Claro, a mamá no le interesan las flores bonitas. Bueno, la próxima vez le traerá algunas piedras brillantes.

Pensando en eso, Jimin se disculpa una vez más.

"Lo... siento..."

Su madre suelta un leve suspiro y sacude la cabeza con resignación.

"Ya está bien, vete a tu cuarto. Te llamaré cuando la cena esté lista."

"Vale..."

"Y asegúrate de tirar todas esas flores."

"Vale..."

Cargando la cesta que le ha devuelto su madre, regresa a su cuarto lentamente.

...

Sin soltar la cesta, se sienta en la orilla de la cama.

"Disculpen, mamá... no las quiso..."

Si hubiera sabido, no las habría cortado. Les dolió, ¿verdad? Lo siento, lo siento...

Se disculpa con las flores una y otra vez dentro de su corazón. El viento que se cuela por la ventana mece sus pétalos.

"No importa, no te disculpes así. Eso sí, ten cuidado la próxima vez."

En sueño y vigilia /JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora