Capítulo 7

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Domingo, 7 de octubre del 2016.

Mientras tanto...

KENZO: Syed sigue enamorado de tu mujer.

A Alec se or revolvió el estómago al recibir aquel mensaje de su hermano, aunque ya se lo temía.

ALEC: ¿Esas palabras han salido de su boca textualmente?
KENZO: Sin duda.
ALEC: Que sepas que tu amiguito ha fallado. O ha tenido muy poca puntería con el coche o nuestro querido hermano es muy bueno esquivando.
KENZO: Eso no ha estado bien, es nuestro hermano y no quiero que le pase nada. ¿Acaso tú sí?
ALEC: Kenzo, ese bastardo quiere lo que es mío. Además, no olvides la inhumana cantidad de dinero que te voy a regalar por hacerme estos favores.
KENZO: Vale, pero no me vuelvas a pedir que mande a gente para que pongan en peligro su vida, por favor.
ALEC: Tranquilo, eso no volverá a pasar. Yo tan solo quería que se llevara un susto y he cumplido mi objetivo. No hubiera permitido que le atropellaran, yo tampoco quiero que le pase nada. ¿Por qué clase de monstruo me has tomado?
KENZO: Lo sé.
ALEC: Queda con él y cuéntamelo todo.

Deniz

Entré a la habitación de Alec y estaba mirando la pantalla de su móvil con él ceño fruncido.

        -¿Estás concentrado?
        -Concentrado y furioso.
        -¿Y eso por qué?
       -Ven, amor-me hizo un ademán para que me sentara en la cama con él. Rodeó mi cintura con su brazo-. Me he enterado por tu padre de que vas a tocar la guitarra en la inauguración del despacho de abogados donde va a trabajar Syed.
        -Así es. ¿Algún problema?
        -Ninguno. Ninguno si me lo hubieses comentado.
         -¿Es que te lo tengo que contar todo?
        -Soy tu marido. ¿Eso no responde a tu pregunta?
        -Lo siento-agaché la cabeza.
        -No te disculpes, mi vida. Pero puedo conseguirte otro trabajo.
        -¿Qué empeño tienes en que yo no trabaje donde trabaja Syed?
        -¿Qué empeño tienes tú en trabajar dónde trabaja Syed?
        -Que prefiero trabajar con la familia. Es una oportunidad que me ha salido y voy a aprovecharla.
        -Pues bésame-me dijo serio.
        -Alec-me quejé.
        -Deniz, dame un beso. No me hagas repetirtelo, cariño.

Me acerqué a él y junté sus labios con los míos. Nada. Eso era lo que sentía cuando besaba a mi marido. Nada. Era incómodo para mí. Por un momento se me pasó por la cabeza cómo sería besar a Syed. Al pensarlo me ruboricé y me separé bruscamente de los labios de Alec.

        -¿Qué te pasa?-susurró acariciando mi mejilla.
        -Llego tarde al trabajo.
-Todavía falta media hora. ¡Deniz!- me dijo cuando yo ya me había ido.

Syed

        -¿Por qué ella me ha olvidado y yo no puedo olvidarla a ella?-le dije a Stella desesperado.
        -Syed, yo estoy peor que tú. Ella es tu amada pero es mi hija. Tú, al menos, tienes algún contacto con ella, yo no.
        -Ella me dijo que le caes bien.
        -¿Lo dices en serio?-se le iluminaron los ojos-Te agradecería que le dieras mi teléfono.
        -No pienso hablar con ella, Stella.
        -Por favor.
        -Todo este rencor que siento...
        -¡Déjalo a un lado! ¡Te ha olvidado! ¡Ha rehecho su vida! ¡Acéptalo ya, por Dios, supérala!
        -¿Alguna vez te has enamorado?
        -Sí-suspiró-. De Jordan Coleman, el padre de mi hija. Yo estoy en la misma situación que tú, Jordan me dejó para casarse con Leonor.
        -Vendrá de familia esa tradición.
        -Lo que me hizo Jordan fue peor. Leonor y él saben que Deniz es mi hija. Me la arrebataron-sus ojos se aguaron. La abracé.
        -Pero cuando Deniz se casó con Alec y tuvo a Trevor aún se acordaba de mí porque fue el mismo año que se fue a Barbados. Como se habrá reído de mí en su día.
        -Yo no la puedo olvidar porque es mi hija. Pero tú...
        -Yo tampoco, Stella. No lo entiendes. Este amor que siento por ella no se termina. Que más quisiera yo que se acabara. Arrancarla de mi corazón y poder decirte que no la amo, que ya no siento nada por ella, que ya no significa nada para mí. Ese sería mi sueño. Ojalá pudiera enamorarme de alguien como Mischa, que se que no me traicionará. Pero Deniz está clavada en mí como si me atrapara. Sin ella siento que me asfixio y sé que nunca llegará el día en que la mire y no sienta nada.
        -¿Sabes lo que te digo, Syed?-tomó mi mano con dulzura-. Ningún hombre la va a querer más que tú. Ojalá fueras tú su marido.
        -Eso nunca va a pasar. Ella está muy enamorada de Alec.
        -Algo me dice que no.
        -Que sí, Stella. Tienen un hijo.
        -Mi nieto, ojalá pudiera estar con él-sus ojos se volvieron a inundar de lágrimas-. Olvídala o recupérala. Pero así de atormentado no puedes estar.
        -Me persigue. Aprovecha cada oportunidad para hablar conmigo y eso no lo puedo soportar. Dice que quiere are mi amiga.
        -Y, ¿si le gustas? Aunque se haya olvidado de ti, a lo mejor cuando te vio le gustaste.
        -Eso es lo que no voy a tolerar. Que juegue con mi hermano y commigo.

POR Y PARA SIEMPREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora