Tengo miedo de actuar
como si mi corazón y tú
fueran íntimos amigos y
llamar tu nombre
para hundirme
en la nostalgia de
lo pasajero: en nosotros,
el mañana y tu risa.Cariño, tengo miedo
de mí porque quiero morir
por ti, compartir tus ganas
de ser poco para poder hablarte
y que solo veas lo que digo.Tengo miedo de tu sordera
porque en las noches grito y
con mi silencio mato
lo poco de lo que estamos hechos.Mira estas paredes, están
hechas de nosotros,
lloran porque el tiempo corre,
el viento sopla y la tierra
hace temblar las almas con
poca o mucha esperanza.
No hay esperanza para
nosotros, nos hemos suicidado
cuando el solsticio dio paso
a un mundo menos brillante.