Una feliz navidad

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Una gota de sangre se derrama, cae al piso, nadie sabe nada.
El gélido frío de la noche buena no se inmuta ante la presencia  de la mujer colgada al lado de una noche buena.
El gato debajo del árbol, desmembrado, es alumbrado por las series de luces que se  tiñen de rojo.
Huele a pavo con un toque de sangre fresca.

Una mujer vestida de negro se sienta en la cabecera de la mesa, sus ojos negros como su alma, no demuestran nada.
Saborea cada alimento navideño mientras piensa  ésta  es la primera navidad maravillosa, digna de mi y de mi grandeza. La sonrisa se le ensancha, toma un poco de tinto y se levanta, sus largas botas negras hacen eco en el piso de madera mientras con la punta de estos la da un pequeño empujón a los cuerpos regados por la casa, tan... acogedora casa.

Está satisfecha, jamás disfrutó hacer algo tanto como en esta ocasión, su feliz navidad.
-Los regalos deben ir debajo del árbol ¿no es así papá?- se dijo a si misma mientras recordaba la navidad anterior cuando todos habían ido por las compras de último momento.
Si lo hubiera recordado antes juraría haber soltado un montón de lágrimas, hoy no, solo se le plantó una sonrisa en el rostro pálido.
Un año atrás, mientras hacían las compras su padre y ella quedaron solos en casa y solo podía fijar la mirada en las esferas verdes que prendían del árbol mientras su "padre" entraba y salía una y otra vez de ella, ese sería su regalo, le dijo el hombre.

La perversidad estaba sembrada hacia años en esa familia y ella siempre lo había sufrido todo, acabaron con ella, incluso el gato le traía amargos recuerdos, ella ahora sería libre eso creyó antes de matarlos a todos, pero no se pudo detener porque ahora esa perversidad la había consumido y ella se alimentaba de su odio, quería ser libre y ahora estaba atada a toda esa putrefacción.

Bajo sus bragas, lo único que llevaba debajo de la falda negra, miro a la izquierda y lo vio, había fantaseado con él unas cuantas  noches, a veces se lo imaginaba a él cuando su padre la tomaba, pensaba que así al menos podría disfrutarlo, pero jamás pasó.
Se dirigió a él, aún no estaba muerto, pero gemía de dolor, eso le gustó a ella, desabrochó los pantalones del ojiazul y lo metió dentro de ella, estaba caliente y dejó ir y venir su fantasía más enferma, cuando terminó, desgarró su garganta y llevó el cuerpo junto a los demás apilados debajo del árbol, la sensación de felicidad la embriago sonrió con gran estímulo y haciendo un gesto de reverencia soltó:
-Feliz navidad.

Buenoooo les traje este especial de navidad esperando que les guste y no los perturbe demasiado, la verdad es que hasta pensé en hacerla una novela en un futuro un poco lejano, sería mi primera historia de suspenso y wooo.
Bueno espero que la pasen súper bonito si es que festejan y si no pues amonos hay muchas cosas bellas en el mundo.

El vídeo se me imagina al final sonando esa canción justo después de la reverencia jajajajajaj
Los requete quiere CHARLY.

L I M B ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora