L I M B O

El olvido

Hace ya un mes que no estamos, no estamos presentes en ningún lado, ni en la cama dormidos, ni en la sala viendo películas, ni en la cocina mientras tú cocinas, ni en tu casa platicando, ni en la mía, ni tú en mi vida y ni yo en la tuya.
Simplemente no estamos, pero no sé dónde.
Sencillamente no estamos, pero no se cómo.
Únicamente no estamos, pero no sé en qué momento.
Porque desde que terminamos si estás en mis pensamientos, si estás en mi amargura, si estás en las canciones de madrugada, y en especial si estás cuando te extraño, en mi cabeza, en el dolor de mi pecho al recordar todos los momentos.
No estamos juntos, pero estamos uno dentro del otro, nos sentimos, pero no nos tocamos.
Hace meses que te extraño, que te lloro, que te anhelo.
Pero también hace meses que no sé de ti.
Cada día me apego a tu recuerdo, porque me duele pensar en la difunta posibilidad de olvidarte.
Pero me mata más la posibilidad de que tú puedas borrarme, de tu mente, de tu vida, de tus sentimientos.
El olvido nos consume lentamente ¿aún escucharás mi voz? Porque la tuya si suena pero ya parece más un eco.