— ¿Qué es lo que pasa contigo? —le pregunté, azotando la puerta de su estudio detrás de mí. Había estado en silencio y agitado en el coche todo el camino de vuelta desde el restaurante. Cada vez que le hacía una pregunta, o le daba una opinión, tratando de entablar una conversación, respondía secamente y con frialdad. Estaba acabando con mi último nervio.
—Nada —respondió en ese exasperante y cortante tono.
—No me vengas con esa mierda, Jughead.
Dio la vuelta para mirarme a los ojos.
—No me pasa nada, Betty.
Mentira. Pude ver eso en su rostro. Era más que definitivo que algo iba mal.
Entrecerré los ojos y me encontré con su mirada.
—Pasa algo malo y quiero saber qué es.
Se apartó de mí y resopló.
—Déjalo.
—No.
—Betty..…
— ¡Dímelo ya! No voy a dejarlo pasar y ya.
Se volvió hacia mí. Con fuego en los ojos.
— ¿Por qué no vas y le preguntas a tu amigo el mesero?
¿Qué?
— ¿De qué hablas? —pregunté confusa.
—Oh, ni finjas que no sabes de qué estoy hablando, Betty. Vi la manera en que te miraba —se quitó la chaqueta y la arrojó a un lado.
—Aguarda. Espera un minuto. ¿Te enojaste conmigo porque un adolescente me miró? —podía recordar al chico claramente. Era alto, desgarbado y un poco torpe. Traté de parecer alentadora, para no ponerlo más nervioso de lo que ya parecía estar cada vez que se acercaba a nuestra mesa. Sin embargo, no recordaba que me hubiera mirado.
— ¡Por favor, tú también estabas flirteando con él!
¿Flirteando?
— ¿Disculpa?
¿Flirteando? ¿Con un adolescente? ¿Había perdido la cabeza?
—Flirteando, Betty. Estabas sonriendo, riendo y flirteando. No creas que no me di cuenta.
Se estaba enfadando, había empezado a ir y venir, y esa vena en su cuello estaba comenzando a hacerse visible, un seguro indicio de su ira. Era absurdo y sería cómico que estuviera reaccionando tan enérgicamente por nada, si no fuera tan exasperante como era.
— ¡Yo no estaba flirteando con él! —pronuncié con lentitud cada palabra sin siquiera un esfuerzo consciente.
— ¡A que sí! —acusó.
Era insultante que tan siquiera pensara en eso. Sentí que la ira se encendía en mi estómago.
— ¡No estaba flirteando! Dios, ¡Ahora ni siquiera puedo sonreírle a la gente! ¿Qué diablos te pasa? —realmente no necesitaba preguntar. Ya lo sabía.
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𝕹𝖚𝖊𝖘𝖙𝖗𝖆 𝖛𝖎𝖉𝖆 𝖘𝖊𝖝𝖚𝖆𝖑(𝖇𝖚𝖌𝖍𝖊𝖆𝖉)
Fanfiction•Adaptación• Estado:terminada Protagonistas:Elizabeth cooper Jughead jones