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𝘯𝘰 𝘵𝘦 𝘰𝘭𝘷𝘪𝘥𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘷𝘰𝘵𝘢𝘳!
༺✩༻❀༺✩༻La vida en La Madriguera no se parecía en nada a la de Privet Drive. Los Dursley lo querían todo limpio y ordenado; la casa de los Weasley estaba llena de sorpresas y cosas asombrosas. Harry se llevó un buen susto la primera vez que se miró en el espejo que había sobre la chimenea de la cocina, y el espejo le gritó: «¡Vaya pinta! ¡Métete bien la camisa!» a lo que Clarise, que estaba al lado de Harry rió fuertemente, el espíritu la miro y le comento «Tu vas perfectamente, de ti no ahí quejas». El espíritu del ático aullaba y golpeaba las tuberías cada vez que le parecía que reinaba demasiada tranquilidad en la casa y las explosiones en el cuarto de Fred y George se consideraban completamente normales. Lo que a los mellizos encontraban más raro en casa de Ron, sin embargo, no era el espejo parlante ni el espíritu que hacía ruidos, sino el hecho de que allí, al parecer, todos les querían.
La señora Weasley se preocupaba por el estado de sus calcetines e intentaba hacerles comer cuatro raciones en cada comida. Al señor Weasley le gustaba que Clarise y Harry se sentaran a su lado en la mesa para someterlo a un interrogatorio sobre la vida con los muggles, y les preguntaba cómo funcionaban cosas tales como los enchufes o el servicio de correos.
Arthur: fascinante! - decía, cuando Clarise le explicaba cómo se usaba el teléfono - son ingeniosas de verdad, las cosas que inventan los muggles para apañárselas sin magia
Una mañana soleada, cuando llevaba más o menos una semana en La Madriguera, Los mellizos les oyeron hablar sobre Hogwarts. Cuando Ron y él bajaron a desayunar, encontraron al señor y la señora Weasley sentados con Ginny y Clarise en la mesa de la cocina. Al ver a Harry Ginny dio sin querer un golpe al cuenco de las gachas y este se cayó al suelo con gran estrépito. Ginny solía tirar las cosas cada vez que Harry entraba en la habitación donde ella estaba. Se metió debajo de la mesa para recoger el cuenco y se levantó con la cara tan colorada y brillante como un tomate. Haciendo como que no lo había visto, Harry se sentó y cogió la tostada que le pasaba la señora Weasley.
Arthur: han llegado cartas del colegio - dijo el señor Weasley entregando a Harry y a Ron dos sobres idénticos de pergamino amarillento, con la dirección escrita en tinta verde, carta que Clarise ya había agarrado antes - Dumbledore ya sabe que estáis aquí; a ése no se le escapa una. También han llegado cartas para vosotros dos - añadió, al ver entrar tranquilamente a Fred y George, todavía en pijama. George al ver a Clarise observar su pijama se volvio más rojo que su cabello, y en un instante rápidamente cogió la carta que le daba su padre, se la dio a su gemelo y se fue corriendo hacia su habitación.
Todos se quedaron extrañados pero decidieron ignorarlo y continuaron con lo que hacían.
Hubo unos minutos de silencio mientras todos leían las cartas. A Harry y Clarise le indicaban que cogieran el tren a Hogwarts el 1 de septiembre, como de costumbre, en la estación de Kings Cross. Se adjuntaba una lista de los libros de texto que necesitarían para el curso siguiente:
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Perfection - George Weasley y tú
FanfictionGeorge Weasley siempre ha encontrado a Clarise, como sus pensamientos lo dicen, perfecta, y es que para todo Hogwarts es obvio, incluso para ellos, todos saben que George Weasley está enamorado de Clarise Potter, al igual que Clarise Potter está ena...