Capitulo 31

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Se había bajado del autobús y no tuvo el valor de ir a la aldea, sabía que todo iba a ser diferente desde ese instante. Era demasiado dura como para derramar alguna lágrima, pero había otras maneras de reflejar su inestabilidad emocional, prefería sufrir en silencio, al borde de la carretera, mientras se fumaba un cigarrillo. Escuchaba la lluvia cayendo sobre el asfalto, sobre las hojas de los árboles y la tierra que se humedecía, el eco de su voz susurrándole al oído <<Se honesto conmigo... a ella la quieres y a mi me has olvidado>>.

Estaba acostado en la cama con Tatiana dormida sobre su pecho, la abrazaba, las luces apagadas y la melodía de la lluvia cayendo afuera. Sería bueno inventar un pretexto para justificar su insomnio, pero prefería asimilarlo, esa noche simplemente no concibió el sueño.

Unos días después, lo estaba asimilando porque a nadie le importaba lo que la chica sentía <<A nadie, aclaro>>. Se había ido, como de costumbre, por la mañana a la ciudad y planeaba volver a la aldea más temprano para celebrar el cumpleaños de uno de los amigos de William en la taberna. Pero tomó el autobús de las nueve porque se retrasó en sus deberes.

La lluvia comenzó a caer mientras iba de camino, mirando por la ventanilla. Cada pueblo o aldea que pasaba, el autobús se iba vaciando, solo unos pocos iban más lejos que ella. A pesar de sus esfuerzos, no logró sacarse de la cabeza su sonrisa de satisfacción cuando la besó, frente a toda esa gente en el restaurante <<Él es feliz... bravo, lo conseguiste (TN)>>.

El camión se detuvo, y mientras se bajaba buscaba en su morral un encendedor, ya traía el cigarrillo en la boca, nunca le dio importancia a la lluvia. Daba pasos sin voltear, se concentraba en lo suyo, en encontrar el encendedor para prender su cigarro <<Aquí está>>. Encendió la llama en la oscuridad de la noche y después el cigarro en sus labios carmín, entonces fue que lo vio.

Tu: o.0!

Estaba sentado en la improvisada banca de madera, la misma donde cada mañana ella se sentaba y esperaba que pasara el autobús, se mojaba con la lluvia, su cabello rizado ya estaba empapado y su ropa igual. Solamente se quedó mirándola, hasta que ella pudo reaccionar y balbucear:

Tu: que... qué haces aquí??

Michael: ...no sé

Tu: cómo llegaste?

Michael: igual que tu... pero me bajé porque no quería seguir adelante, no encontraba una razón para hacerlo

Tu: te arrepentiste de algo, entonces?

Michael: sí... y tú? Esperabas que el mundo fuera pequeño?

Tu: ...más pequeño

Michael: ...

Siguió su camino y la lluvia aumentó de intensidad. A penas pudo avanzar unos pasos.

Michael: entonces esto es todo?!

Tu: (no te detuviste)...

Michael: así termina tu último acto?! Asesinaste a la última víctima y te vas? es el "gran final"?!

Tu: si no te gusta no tienes que mirar (gritaste sin voltear ni parar)

Michael: no! no me gusta! la verdad creo que es patético!

Tu: (te detuviste, sin voltear)...

Michael: demasiado común... todos los días hay un loco vagando por las calles, hablando con las paredes y contando una historia de amor verdadero, jurando que encontró la felicidad con ella a su lado, que nada puede ser mejor que estar enamorado. Todos los días le rompen el corazón a alguien... todos los días un hombre llora en su habitación cuando descubre que la mujer que ama lo engañó, que prometió que se amarían por siempre y jamás volvió... descubre que todo fue mentira, que ella nunca lo amó. Yo pensaba que serías un poco más original

DANGEROUS | Michael JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora