En la cárcel...

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El tiempo pasaba, al erizo de espinas azules le ganaba el sueño, ¿Será el sueño que hizo que hiciera tal locura? Pues, de un momento a otro termino dormido en la cama del criminal más peligroso.

[ • • • ]

— ¡Ejem! — aclaró la garganta el azabache al encontrar el policía recostado en su cama.

— ¿Que...? — cuestionó adormilado el oficial mientras se disponía a estirarse.

Sonic abrió los ojos, para ver el tremendo error que había cometido.

— Ah... ¡Lo siento! — comenzó a tartamudear — Es que tengo que... Tengo que ... Tengo que vigilar te — mencionó el erizo nervioso.

— ¿No crees que es una exageración? — cuestionó el azabache.

No mentía que estaba bastante nervioso, así que lo único que podía hacer en esa situación era ponerse firme.

— A ver, ¿Quién es el policía tú o yo?

— ¿Tú...?

— Yo se lo que hago — mencionó mientras seguía con tal firmeza, pasaron algunos segundos en silencio, eran incómodos — Bueno, arregla tu cama y después tienes que bajar a desayunar.

— Y, ¿Me podrías decir exactamente como “oficial”? — le cuestionó el azabache refiriéndose a todas las cadenas que estaban en su cuerpo.

— Ah, sí casi lo olvido — mencionó para después sacar de uno de los bolsillos de su uniforme una pequeña llave de color plateado, y así prosiguió a quitarle las cadenas que lo apretaban en esa celda, las cambio por otras que apresan sus manos, aunque la distancia entre ellas eran mayor. — ¡Listo! — mencionó con todo el cinismo del mundo mientras sonreía, como si de una madre se tratase, algo que al azabache le molestó demasiado.

Le restó importancia, fue hasta el gran comedor, a su parecer era bastante chico el lugar, apenas si cabían los prisioneros, se dispuso a sentarse para ver el plato que se encontraba frente suyo, un plato de lentejas, le dio una probada, está insípida.

— Que comida tan más mala opino el azabache mientras solo jugaba con la comida.

— ¿Qué esperabas? Es la cárcel — mencionó un prisionero que estaba a lado del erizo, este lo dijo de una manera como si fuera bastante obvio, el azabache frunció un poco el ceño.

— Mejor no como — mencionó el azabache mientras empujo el plato de lentejas y se levantó del comedor, cada prisionero tenía que completar una tarea, pero al tratarse de el erizo más peligroso, las tareas que le proporcionaban a este eran mucho más pesadas.

Cansado de tanto trabajar, lo único que quería hacer era bañarse y relajarse un poco, bueno, creo que para un prisionero era mucho pedir, tan rápido como acabo, le quitaron las esposas para que pudiera bañarse.

Entro a la zona de regaderas, no tenían puertas para cada una, todo mundo se bañaba y se veía el uno al otro, para su tremenda suerte parecía estar vacío, o eso creía.

— Pero miren a quien tenemos aquí, al mismísimo “Shadow el erizo” — dijo el erizo de púas color verde remarcando el nombre del ya mencionado, Scourge era el menos deseado que quería encontrarse, y como si no fuera lo peor, estaba acompañado de ese tal Fleetway.

— Vaya, pero si a ti también te atraparon — mencionó el azabache en un tono de burla.

El erizo de púas alocadas cerró la puerta con llave de la zona de bañeras rápidamente.

— ¿Pero qué...? — volteo tan rápido como pudo, ya conocía al escurridizo de Scorge, intento salir de la alcance de esos dos pero fue muy tarde, Fleetway ya lo tenía sujetando de los brazos de modo que quedarán en su espalda, mientras que el de las púas verdes ya le comenzaba a acariciar su mejilla.

— Shadow, tienes una piel muy suave para ser un asesino, te ves delicioso~ — le menciono mientras le comenzaba a lamer la mejilla, después termino a los labios, quería saborearlos.

Agg... ¡Eso es asqueroso! — el azabache giro su cabeza de manera rápida hacia otro lado, seguía con su intenso de zafarse del erizo de color amarillo.

El azabache abrió los ojos como platos, juraba que sentía algo es su “entrada” meterse, eso era lo peor que le pudo haber pasado.

Aahh~ — soltó un gemido sin querer el azabache, pero este era más de dolor, por su parte, Scourge le acariciaba la boca con su “miembro” ya erecto.

— Ya sabes que hacer ~ — le menciono el de orbes azules.

Kgh... No lo haré

— No recuerdo haberte preguntado — al terminar la oración, el verdoso le metió su miembro a la fuerza en la boca del contrario.

— Chupa~ — le ordenó el verdoso mientras se movió dentro de la boca de Shadow.

El azabache comenzó a chupar, el que le daba por detrás aumentaba la velocidad, sentía como sus ojos se ponían lloroso por el dolor de la fricción, tenía náuseas por el miembro metido en su boca, odiaba ese momento, y lo único que podía hacer era gemir y dejarse vencer por todo lo que sentía su cuerpo, la cosa empeoro cuando llegó el momento de que se corrieran, Fleetway lo dejó caer al piso, y Scourge solo lo despidio de una manera detestable, con las pocas fuerzas que tenía, se levantó del lugar y comenzó a hacer lo que iba a hacer en primer lugar; bañarse.

[ • • • ]

Cansado y adolorido solo se dispuso a acostarse en su cama.

— Esos idiotas... — pensó en voz alta mientras se sobaba su espalda, que era la que más le dolía.

El azulado estaba llegando a la celda, tenía un café en su mano mientras comía una dona de chocolate.

— ¿Es... Estás bien? — cuestionó al ver al azabache de esa forma en su cama.

— ¿Acaso te importa? — el azabache no estaba de humor.

Continuará...

Mi prisionero favorito [Sonadow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora