4.- Tiempo de paz

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4.- Tiempo de paz

Los días pasaron con rapidez, los últimos meses del año siempre son un abrir y cerrar de ojos en cuanto a velocidad, y en el mundo de los magos las cosas no son diferentes. Los estudiantes Hogwarts, Durmstrang y Beauxbatons ya comenzaban a estar ansiosos por la primera prueba del torneo de los tres magos.

Cada participante tenía sus propias rutinas de entrenamiento, aunque los tres tenían una persona que -dependiendo de quien observe- podían considerar una distracción o una motivación.

Lan Xichen estudiaba cada día sin  excepción alguna, pero dejaba todo de lado apenas aparecía Jiang Cheng. Cada día le gustaba más, era sin lugar a dudas todo lo que imaginó y mejor. Era alguien que realmente lo escuchaba con atención, una persona honesta y apasionada, descubrió que Jiang Cheng no solo amaba el quidditch o a sus hermanos ¡También amaba a los perros! ¡Le encantaban esas lindas criaturas sin magia, eran tan lindas! Aunque debía asumir que también le gustaban los cachorros de tres cabezas que tenían en su mundo...

Era realmente adorable cuando el estudiante de Gryffindor le hablaba de perritos, sus ojos brillaban y su voz vibraba de emoción, podía apostar que si hiciera un patronus este tendría la forma de ese animal.

También debía destacar que seguía tomando su mano en forma de protección, le encantaba ese gesto, aunque se preguntaba si en algún momento el jugador de quidditch aceptaría que en realidad era alguien completamente capaz de caminar por su cuenta ¡Ya se había acostumbrado a la cercanía de Jiang Cheng: estaba seguro que no se rompería la nariz nuevamente!

Por el lado del más joven, bueno, el tenía las cosas más difíciles ¡Que no lo malinterpretaran! ¡Le gustaba ser amigo de Lan Xichen! Mientras más pensaba en él, más le agradaba, habían sido un par de semanas reconfortantes en su compañía; por algún motivo sentía una inmensa paz a su lado, era agradable escucharlo hablar de su pasión por las cosas muggles.

Asumía con vergüenza que una de las mejores cosas de Xichen era que no lo comparaba con Wei Ying en todo momento, parecía ser genuinamente una persona interesada en él y no en su hermano. 

Sin embargo, ser amigo del seleccionado de Hogwarts tenía varios puntos en contra... no, no eran varios, solo eran dos, pero eran dos grandes problemas: Wei Ying y su preocupación porque no le ocurriera nada en las pruebas.

El primero era una enorme molestia, no dejaba de sufrir por no ser el estúpido representante de Hogwarts, además que no dejaba de preguntarle si había logrado descubrir algo de Lan Xichen. Se las había arreglado para convencerlo de que el estudiante de Ravenclaw era muy silencioso, poco sociable y evadía cualquier tema sobre la competencia. 

Debería darle vegüenza mentir de esa manera a su hermano, pero por el momento estaba sirviendo; dudaba que su estrategia siguiera durando tan bien, tarde o temprano Wei Ying haría un movimiento para averiguar por sus propios medios.

El segundo contra, pues, era difícil... mientras más tiempo pasaba con Lan Xichen, menos quería que se presentara a la competencia; realmente tenía miedo que le sucediera algo, ese tipo era tan amable, blando y nerd. Definitivamente terminaría lesionado, la única manera en que podría ganar sería que las pruebas fueran un torneo de ajedrez mágico y un cuestionario de ¿Cuánto sabes del mundo muggle? 

—¿Jiang Cheng? —preguntó suavemente Lan Xichen, sacando de sus pensamientos al otro.

—Lo lamento ¿Decías algo?

—No, tu eras el que estaba hablando de uno de tus partidos de quidditch y de pronto quedaste en silencio.

—Oh, lo lamento, me quedé pensando en el torneo de los tres magos.

Teoría para conquistar a un GryffindorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora