Teoría para conquistar a un Gryffindor

7.- ¿Esto es lo que llaman celos?

7.- ¿Esto es lo que llaman celos?

Lan Xichen después de ir a los dormitorios de Ravenclaw y vestirse, fue a reunirse con su mejor amigo para devolver su capa, era bastante extraño pero sentía que las miradas sobre ellos era aún más intensas que cuando lo anunciaron como representante de la escuela. Asumía que se debía a su triunfo en la primera prueba, lo extraño era que en esos momentos los ojos de curiosos también se posaban en Meng Yao.

—¿Quieres que vayamos a celebrar o irás con Jiang Cheng? —preguntó con una sonrisa el miembro de Slytherin.

—¿No te molestarás? Realmente quiero ver a Jiang Cheng ahora mismo.

—Adelante, dale saludos de mi parte, nos sentamos juntos hoy para animarte

Lan Xichen asintió y fue en busca de Jiang Cheng, pero no lograba encontrarlo, fue al comedor, a la biblioteca, los campos de entrenamiento de quidditch. Incluso fue a las afueras del dormitorio de Gryffindor y se quedó esperando a que apareciera, estuvo unos veinte minutos de pie esperando hasta que le pidió a un estudiante que buscara dentro de la sala común si estaba el joven Jiang, al momento después salió el mismo estudiante para decirle que no se encontraba dentro.

Así que el estudiante de Ravenclaw decidió sentarse a esperar en la entrada de Gryffindor, esperaría lo que fuese necesario, pues aunque sabía que probablemente muchos querían acercarse a animarlo en estos momentos, él solo deseaba estar junto a Jiang Cheng.

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La vista frente a Meng Yao francamente le daba náuseas, ¿por qué todos los estudiantes dormían en carpas como si estuviesen en un campamento? Sabía que años anteriores se habían quedado en un barco, ahora parecía que querían innovar ¡Además todos eran muy altos! ¿Acaso además de ser sangre pura tenían como requisito medir más de 1,80 metros? Lo que sea, tenía una misión que cumplir.

Estaba fastidiado, realmente se había quedado con palabras en la boca que decirle a Mingjue, más que nada solo deseaba burlarse de su tercer lugar, pero cuando lo buscó no lo encontró; ese era el motivo por el que había terminado en aquel nefasto sitio.

Respiró profundo y comenzó a caminar, sus pasos eran ligeros, se veía desenvuelto, seguro, incluso una sonrisa decoraba su rostro, agradecía su talento natural para la actuación, así podía ocultar su profundo desagrado y ganas de irse. Lo más incómodo era notar como absolutamente todos los simios del lugar se giraban a verlo, esperaba que eso fuese simplemente porque era raro ver a un estudiante de Hogwarts dentro de lo que era el terreno entregado para acoger a los de Durmstrang.

Un estudiante se acercó a Meng Yao para asistirlo, porque se veía bastante desorientado.

—Buenas tardes, joven Meng, es un gusto por fin hablar con usted.

—Disculpa ¿De dónde me conoces?

—Oh, a veces lo he visto cerca de mi amigo Mingjue, su nombre es bastante conocido por este campamento, honestamente —Meng Yao solo se sorprendió ante esto, era curioso que la gente lo conociera por "estar cerca" de Nie Mingjue, pero eso apresuraba su asunto aquí, el estudiante de Durmstrang sonrió un poco y se presentó —por cierto, soy Ivan.

—Un gusto, vengo a ver Nie Mingjue. 

—Oh, no creo que quiera ver a nadie, está molesto

—Yo no soy nadie —respondió Meng Yao con una sonrisa un tanto burlesca, luego su rostro volvió a la normalidad y agregó —si no quieres llevarme hasta él, buscaré hasta encontrarlo, no te preocupes.

Ivan solo quedó sorprendido con esto, no se esperaba que alguien ajeno a Durmstrang se atreviese a ir por ahí carpa por carpa hasta llegar donde Nie Mingjue, suspiró y decidió ayudar a Meng Yao, no quería que este último por invadir lugares ajenos se encontrara con un fanático extremo de la pureza en la sangre y lo golpeara. No es como si pudieses distinguir los orígenes de alguien solo por su rostro, pero en esta escuela cada estudiante sabía quién era él, porque bueno, básicamente todos eran algo así como el fan club de Nie Mingjue, así que cuando comenzó a mostrarse interesado en el estudiante de Slytherin, el rumor comenzó a propagarse tan rápido como la pólvora.