Gaanaru ❤️ mi primer amigo / mi primer amor

Cruel destino

Eran apenas las 7 de la mañana, los rayos del sol empezaban a iluminar las calles de aquella aldea rodeada por la arena. 

Algunas personas se encontraban abriendo sus puestos de comida y otras solo se encargaban del hogar. 

Si, era la típica rutina del lugar o al menos eso se aparentaba, ya que en la cima de una gran construcción, para ser más específicos, la sala del Kazekage, cierto chico de cabello rojizo no paraba temblar recordando el beso que le dio a su amigo de hermosos ojos azules. 

Para Gaara las relaciones siempre fueron confusas, los primeros años de su vida sintió odio hacia los seres humanos, ni siquiera podía confiar en sus hermanos, ya que todos podrían traicionarlo. 

Pero luego conoció a Naruto, el escandaloso ninja de la hoja, la primera persona que entendió su dolor y que le enseñó que nunca es tarde para hacer un cambio. 

Gracias a sus bondadosas palabras, consiguió un camino ninja diferente, logró no solo formar un lazo con sus hermanos sino también con toda su gente. 

Al principio sintió una gran admiración por Naruto, que con los años se transformó en cariño para después convertirse en amor. 

Ese sentimiento empezó a hacerse más y más fuerte, al grado de querer gritarlo a los cuatro vientos. 

Luego de la cuarta guerra ninja decidió aclarar las cosas y ahí fue cuando lo vio. Un joven de piel blanca y vestimenta oscura acariciaba con cariño la mejilla de su chico soñado. Esa pequeña muestra de afecto lo ayudó a entender que su amor jamás sería correspondido ya que el chico zorro le regresaba con ternura el gesto.

Volvió a su hogar derrotado, con una idea en mente: olvidar a Naruto. 

Pero todo se vino abajo cuando el rubio llegó de sorpresa a visitarlo. Simplemente lo que sentía por él, no iba a desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. 

Gaara estaba tan hundido en sus recuerdos que no se percató de la presencia del rubio, que sin aviso se había colado en su oficina. 

-¡Buenos días-dattebayo!- gritó Naruto alzando la mano a modo de saludo. 

El Kazekage se sobresaltó de modo que tiró algunos papeles y su bebida que reposaba en el escritorio. 

-¿Te encuentras bien?- preguntó el rubio preocupado por aquella extraña reacción, normalmente Gaara no era alguien que se asustaba. 

-Si, lo-lo siento- contestó nervioso, sin atreverse a mirar a su invitado. Acomodo las cosas, para después limpiar la enorme mancha de café. 

Naruto se cruzó de brazos frunciendo levemente el ceño, conocía muy bien a su amigo, sabía que algo lo estaba molestando. 

-Gaara, si paso algo, puedes contarmelo, prometo que te apoyare-dattebayo- le sonrió para darle confianza. 

El pelirrojo paró su labor, le asustaba confesar lo de anoche, pero le aterraba aún más confesarle sus sentimientos. 

-Si te cuento, quiero que me prometas algo- el pelirrojo levantó la cabeza para mirar con seriedad al rubio. 

-Que no me odiaras- 

Ante eso, su invitado también se puso serio y como respuesta a su petición solo asintió con la cabeza. 

-Escucha Naruto, la verdad es que tu me- pero el destino tenía otros planes para aquellos jóvenes, ya que la puerta fue abierta de golpe dejando ver a Kankuro. 

-¡En serio lamento la interrupción!, pero tienes visitas- lo ultimo lo dijo con coraje. 

-¿De quién se trata?- preguntó el pelirrojo. 

-Pues...- miró hacia un lado y vio que este se acercaba. 

-Vengo a traerte información- del marco de la puerta se asomo aquel ninja de capa larga. 

-¿¡Sasuke!?- grito Naruto señalando a su amigo. 

El Uchiha miró de reojo al chico zorro, para dedicarle  una sutil sonrisa. 

"Uchiha Sasuke" pensó con enojo el ex jinchuriki. 

-¿Qué estás haciendo aquí?, creí que estabas en una importante misión-dattebayo- se acercó al mayor para después ponerle una mano sobre su hombro. 

-Solo he venido a dejar unos papeles- dijo Sasuke sin dejar de sonreír. 

El pelirrojo miraba la escena disgustado, sin saber que cierto zorro estaba en la misma condición. 

-Mocoso de la arena, creeme que prefiero que el idiota de mi jinchuriki se quede contigo y no con el asqueroso uchiha, de solo pensarlo me da escalofrios- 

La presencia del poseedor del sharingan erizaba todos los sentidos de aquel enorme zorro de nueve colas. 

"¡Mas te vale no perder estúpido mapache!"

Hola~ ⭐❤ aqui les habla la creadora de esta bella historia, lamento si no puedo darle tanto seguimiento a este fanfic, pero les aseguro que no lo voy a abandonar, solo tengan paciencia.