Solución

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Casi a las 5 de la mañana, el rubio despertó notando la pesada oscuridad en su habitación. 

Se talló los ojos sintiendo como estos ardían de tanto llorar. Trató de incorporarse pero el sentimiento de culpa lo hizo permanecer sobre la cama. 

No podía dejar de pensar en Gaara, en cómo lo beso, las palabras que pronunció y su mirada llena de decepción. 

Apretó los dientes en un intento de no volver a derramar lágrimas, pero una profunda voz lo interrumpió. 

-Naruto, tus emociones son un caos- habló la bestia de nueve colas. 

El jinchuriki pasó saliva antes de hablar, todo en sus ser dolía. 

-Lo-Lo lamento dattebayo- soltó Naruto preocupando a Kurama. 

-Mocoso, debes de calmarte, actúas como si esto no tuviera solución-

Con pesar el héroe de Konoha se giró quedando boca abajo. 

-Yo, yo no quiero perder a Gaara- admitió Naruto ocultando su rostro en la suave almohada. 

Al escuchar eso el enorme zorro soltó un gruñido, en serio le dolía ver a su cachorro en ese estado. 

-Para de decir estupideces, ese mapache no te odia, su vínculo contigo no se va a desvanecer solo por un rechazo- 

El menor guió su mano hasta la parte baja del abdomen, donde sabía que ahí reposaba su amigo de nueve colas. 

-¿Cómo arregló esto, dattebayo?- 

Kurama sonrió al notar que poco a poco su jinchuriki se recuperaba. 

-En primer lugar… ¡SACA TU TRASERO DE ÉSTA HABITACIÓN Y VE A BUSCAR AL MOCOSO DE LA ARENA, MALDITO COBARDE!- 

Ese grito asustó tanto al rubio que de golpe cayó al piso, dañándose parte de su cabeza.  

-Agh, pulgoso gruñón- murmuró Naruto sobándose el área afectada.  

-¡TE ESCUCHÉ BASTARDO!- 

********************* 

Tras varios insultos y quejas, el chico de ojos azules abandonó la instalación tratando de encontrar al kazekage.

Recorrió las calles, saltó por encima de las casas, incluso se introdujo en los oscuros callejones, pero no había ni un rastro del pelirrojo. 

Ya estaba por darse por vencido cuando a lo lejos, cerca de la entrada principal, Gaara apareció en un montículo de arena. 

Naruto sonrió aliviado y sin pensarlo dos veces corrió hasta él. 

El más bajo a pesar de todo lo ocurrido, mostró una clara expresión de felicidad al percatarse de la presencia de su compañero. 

Cuando estuvo a unos cuantos pasos del pelirrojo, este lo abrazó con tanta fuerza que logró sacarle el aire al kazekage. 

-Na-Naruto, e-eso duele- se quejó Gaara. 

-¡Lo siento, soy un idiota, de verdad lo siento, por favor no te alejes de mi lado, dattebayo!- suplicó el más alto aferrándose al ex jinchuriki. 

El ninja de la arena tenía los ojos muy abiertos, jamás había visto a su amigo en ese estado. Como pudo liberó sus brazos para poder corresponder aquella muestra de afecto. 

Ambos se quedaron ahí un buen rato, hasta que los primeros rayos del sol, les indicaron que muy pronto las personas saldrían de sus hogares. 

Con calma los chicos se liberaron, uno se acomodó la ropa mientras el otro se rascaba la mejilla avergonzado por su comportamiento impulsivo. 

-Tengo que ir a la oficina, mis subordinados me esperan- habló Gaara. 

-¡Ah!, ¡si, esta bien!- dijo Naruto algo nervioso. 

El pelirrojo hizo una pequeña reverencia antes de darse vuelta, pero al avanzar unos centímetros, el ninja escandaloso lo detuvo.

-¡Ga-Gaara!, ¡cuando te desocupes, qui-quiero hablar sobre nosotros, dattebayo!- 

Ese grito tenso al kazekage, a veces se le olvidaba que el rubio era una persona demasiado honesta y directa. 

Dejó pasar unos cuantos segundos antes de dar su respuesta. 

-Te veré a medianoche, espérame a las afueras de mi aldea, yo también tengo mucho que decirte- 

Y así Gaara se retiró sin dirigir la mirada. 

Kurama que llevaba todo ese tiempo escuchando la conversación de los menores se acomodó mejor en su lugar. 

"Esperó que todo salga bien, de otro modo tendre que pelear con mi patético hermano de una cola" pensó el zorro.












Aquí les traigo el capítulo nwn❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨  esperó les guste.  

Gaanaru ❤️ mi primer amigo / mi primer amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora