No se lo podía creer, después de la reflexión a la que había llegado el día anterior hoy había hecho algo totalmente opuesto y había estado a punto de besar a Sasuke. Pero aquello no era lo peor, porque, aunque parte de ella se sentía completamente avergonzada otra se arrepentía de no haberlo hecho, tenía un fuerte anhelo por probar esos seductores labios que no se habían apartado de su cabeza en ningún momento.
—¿Cómo voy a volver a verlo a la cara? —susurraba mientras se golpeaba mentalmente y se reprendía por sus pensamientos.
Al día siguiente, cuando fue a trabajar, notó como Sasuke no se encontraba en su oficina, y a medida que fue pasando el día se preocupó más, ya que desde que ella había comenzado a trabajar en el bufete Senju el pelinegro jamás había faltado ni uno solo día.
—¿Hina ocurre algo? —peguntó Temari.
Cuando la Hyuga vio a su amiga corrió a sus brazos en busca de confort, necesitaba el consejo de Temari, ella la conocía como nadie y sabría qué hacer. Por lo que, aún dudosa y bastante avergonzada le contó todo lo sucedido con el Uchiha.
—¿Estuvieron a punto de besarse? —preguntó incrédula la Sabaku no para que luego Hinata asintiera. —No esperaba que cayeras por el Uchiha—susurró. —Aunque nadie niega que sea guapo. Pero hay algo que no entiendo—dijo la rubia tomando toda la atención de Hinata. —¿Por qué crees que Sasuke aún está casado? Él está divorciado, Shika me lo dijo—le dijo dejando totalmente fría a su amiga.
—¡D-divorciado! —gritó Hinata sorprendida.
—Así que si tanto lo deseas ve a por él. Además, por lo que me has contado tu hija se adora, no puedes pedir más—dijo la rubia haciendo sonrojar fuertemente a Hinata. —Escucha Hina sé que no has tenido suerte con los hombres—dijo con rabia al recordar a los tres imbéciles con los que había salido, siendo Toneri el último. —Pero a pesar de lo que pueda parecer Sasuke, según lo que me ha contado Shika, que lo conoce de hace mucho, en verdad es un buen tío. Y a diferencia de los otros no creo que se arriesgue en una relación sin futuro con una hija, ya que eso le puede afectar—aclaró.
—Pero entonces Sarada-chan—dijo ella preocupada.
—Hina si te gusta ve a por él, no dejes que el miedo te paralice. Puede ser un poco difícil, pero si deseas estar a su lado ve a por todas, y si no estas segura mejor que te rindas completamente. Una niña es algo muy serio—le aconsejó seria su amiga.
La Hyuga abrazó a Temari y le agradeció por sus sabias palabras, su amiga siempre le ayudaba cuando tenía dudas y siempre acertaba, ojalá la hubiera conoció en su dos anteriores relaciones, estaba segura que ella le hubiera ahorrado muchos malos ratos.
Cuando llegó a su casa reflexión en las palabras de Temari, tenía razón, debía tomar una decisión, por el bien de Sarada no podía ir con sentimientos a medias, o lo entregaba todo, incluso con la posibilidad de volver a lastimarse o dejaba totalmente de lado sus sentimientos por Sasuke.
Hinata sonrió para tocarse los labios, había estado tan cerca, pero al final no había ocurrido aquel beso. Le gustaba, le gustaba mucho, y a diferencia de los otros chicos no era solo atracción, el confort que su contacto le proporcionaba no lo sentía con nadie. Esa seguridad que le daba su mano o como su corazón se aceleraba por su cercanía, por su brillante sonrisa.
Pero sabía que aquello no era suficiente, no lo amaba locamente ni mucho menos, ya que los sentimientos no salían de la noche a la mañana, pero intentaría acercarse más a él, ver si lo que comenzaba a sentir por él podría ser algo más.
Cuando llegó el día siguiente vio a Sasuke sentado en su oficina, parecía muy ocupado, por lo que prefirió no molestarlo, ya iría a hablar con él a la hora del descanso, pero aquello tampoco fue posible. Cuando llegó la hora de comer nadie consiguió sacar al pelinegro de allí.
Preocupada se acercó a lo oficina de él, tocó la puerta, pero parecía que no la escuchaba, por lo que decidió entrar de todas maneras.
—¿U-uchiha-san? —lo llamó.
—Estoy ocupado—dijo en un tono gélido que la sorprendió.
—Perdón—dijo a punto de cerrar la puerta, pero el morocho la volvió a llamar haciendo que se detuviera en seco. —¿Necesita algo? —preguntó.
—¿Ya has comido? —sus ojos seguían mirando los papeles, por lo que no se dio cuenta de la sorpresa en el rostro de la peliazul.
—No—susurró y en un ataque de valentía lo invitó. —¿Quisiera comer conmigo? —preguntó consiguiendo que por fin Sasuke levantara la vista de su escritorio, y que la comenzase a analizar a ella.
—Claro—fue lo único que pudo decir haciendo que Hinata le diera una brillante sonrisa, consiguiendo que por un momento se olvidara, como si el problema de Sakura no existiera, como si cuando su hija se enterara no sufriría.
Se acercó a ella a paso decidido y le dio un fuerte abrazo, volviendo a respirar su atrapante aroma, al tenerla entre su cuerpo lo hacía sentir tan bien, no entendía que le había hecho la chica desde la primera vez que la había visto. Y aunque había tratado de negarlo por tanto tiempo ya era imposible seguir así, tenía sentimientos por la Hyuga.
—Uchi—pero él la cortó.
—Solo un rato—pidió con voz lastimera consiguiendo preocupar a la peliazul.
Ella que solo se había quedado estática correspondió al abrazo del chico, enterrando su cara en su fuerte pecho, sintiéndose libre de poder oler su masculina fragancia, sintiéndose tan bien al tenerlo tan cerca. Solo para que segundos después Sasuke despertara de su trance y se apartara de ella como si ardiera.
—Uchi—pero él la volvió a cortar.
—Lo siento Hyuga—dijo para luego salir de allí a toda prisa dejándola totalmente confundida. ¿Es que había hecho algo mal?
Notas de la autora: Hola, felices fiestas, aquí esta un nuevo cap, la verdad es que me costó horrores escribirlo, lo reescribí como mil veces, bueno no tanto, pero realmente me costó. En fin, espero que los guste y me dejen sus comentarios, que el próximo cap promete.
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Abriendo camino a tu corazón [✔]
FanfictionYa era difícil enamorarse de hombres que siempre le rompían el corazón, pero estaba segura que esta vez iba a quedar más que destrozado. SASUHINA